LA VOZ DEL CENTRO
(ANTUNEZ DESDE PLACETAS, VILLA CLARA, CUBA)
10 de diciembre de 2010.
Al igual que en el otrora imperio soviético, que parecía inexpugnable, en Cuba una fortalecida dictadura comenzó a resquebrajarse a partir del nacimiento de un movimiento disidente que contra viento y marea empezó a florecer, protestar y cuestionar el estatus quo existente. La microfracción, la defenestración de ciertas figuras reformistas, o las purgas contra la intelectualidad como el caso de Heberto Padilla, el de Virgilio Piñeira, Lezama Lima, apuntaban a una radicalización del estalinismo castrista.
La tiranía había, aparentemente, ganado la batalla a la oposición, después de aniquilar las guerrillas del Escambray, aplaudir la masacre de Praga en 1968 para alinearse al Kremlin. Cualquier, cosa los bolos nos tiran un cabo… decían para sus adentros e incluso en público.
A mediados y finales de los 60, un grupo de intelectuales, presos y expresos formados por la propia ideología estatal comenzarían a socavar sus propios cimientos. Ricardo Bofill, Rivero Caro, Marta Freire, los hermanos Arcos Bergnes, Armando Valladares, Gladis Linares, Oscar Peña por sólo mencionar algunos de los pioneros del movimiento de derechos humanos en Cuba, trazarían la senda por la que hoy transitamos los miembros de la resistencia, movimiento ya imparable y que ha llevado al régimen a perder capacidad represiva.
Importantes proyectos e iniciativas, pusieron al desnudo no sólo el carácter antidemocrático del castrismo, sino además su falta de constitucionalidad, como sucedió con el Proyecto Varela, el documento La Patria es de Todos citando algunos ejemplos. El prestigio de sus gestores y el carácter objetivo y justo de sus contenidos dañaron muy seriamente la imagen del totalitarismo, y los importantes reconocimientos y galardones a los activistas prodemocráticos dentro del país contribuyó a que el mundo mirara a Cuba
Hoy, al cabo de casi 30 años de bregar civilista, se impone una nueva estrategia que no sustituye sino más bien complementa los esfuerzos anteriores, pasar del pensamiento a la acción, es decir de la Disidencia a la Resistencia. Los resultados de la campaña de la no cooperación, la repulsa internacional a partir de los sucesos del marzo negro del 2003, la irreversible condena tras el asesinato del preso político Orlando Zapata Tamayo, el merecido premio Andrei Sajaro del parlamento europeo a Guillermo Fariñas, así como la inequívoca realidad de que por vez primera la dictadura cede ante presiones de la resistencia interna para la excarcelación de presos y no como antes lo hacía ante personalidades extranjeras, es una prueba más que suficiente de que el pueblo y la oposición han pasado a la ofensiva, y que una coyuntura como esta es irrepetible por lo que no aprovecharla pudiera ser costoso.
Los cubanos conscientes lejos de solicitar derechos en el marco de una falsa institucionalidad, comprendemos que el momentos es para exigirlos públicamente.
1 de diciembre de 2010
El pasado 23 de noviembre se cumplieron 13 años de la muerte física de Jorge Más Canosa, uno de los patriotas exiliados cubanos que contribuyera con verdadero amor y sacrificio a la causa de la libertad de Cuba.
La noticia de su fallecimiento me la comunicó el capitán de la policía política, apellidado Macías, quien llegó hasta mi oscura y aislada celda en la tenebrosa prisión de Guantánamo.
_ ¡Murió el cabecilla de ustedes!
_ ¿A qué cabecilla se refiere?
_ ¿A quién va a ser?, Jorge Más Canosa, el de la Fundación Nacional Cubano Americana, lo mató un cáncer.
_ Eso es mentira, él no ha muerto, le respondí.
_ ¿Cómo que no ha muerto, chico, tú siempre poniendo en duda lo que nosotros decimos? Ahora mismo voy a traerte el periódico para que te convenzas.
_ No es necesario capitán que me traiga el periódico, yo no dudo que haya muerto, físicamente, como tendremos que morir todos. Te dije que no ha muerto porque sus ideas de seguro continuarán más vivas que nunca ¡Abajo Fidel, Viva Mas Canosa !—le grité en su propia cara.
_ Tú siempre con lo mismo, verdad que con ustedes no se puede hablar.
_ Con nosotros sí se puede hablar, lo que no se nos puede es ni humillar ni menos aún pensar, que con la muerte física de alguno de nuestro líderes van a quebrar nuestra posición de lucha.
El verdugo Macías, salió de allí sudando y con el rabo entre las patas, y antes de bajar las escaleras se le escuchó gritar, "sigue con esa rebeldía que te vas a podrir en la cárcel, negro contrarrevolucionario."
Ya ha pasado más de una década de aquel suceso. Expiraron los más de 17 años de mi condena, Castro está hecho una momia impresentable, y la memoria de Jorge Más Canosa está más viva y vigente que nunca. Los cubanos en la Isla recordamos con emoción a esa emblemática figura y todos comentamos, lo importante que fue la Fundación Nacional Cubano Americana en los tiempos de Jorge.
Hoy lo vemos y sentimos en iniciativas como la Asamblea de la Resistencia, en el apoyo al pueblo hondureño. Lo vemos con nosotros alentando la campaña de la no Cooperación con la Dictadura y gritar con nosotros" las calles son del pueblo, todos somos resistencia". Lo tuvimos en espíritu y aliento el martes 30 de noviembre en el cacerolazo nacional.
Jorge Más Canosa está vigente con nosotros en cada esfuerzo unitario de la oposición y en el exilio. Alguien que siempre fue consecuente con mantener una política firme contra la dictadura y en el rechazo patriótico al más mínimo intento de oxigenar con viajecitos de ocio, y remesitas al aparato de los criminales totalitarios.
Gracias Cuba por habernos dado un cubano tan digno y consecuente con sus ideas.
3 de enero de 2011
Los golpes enseñan y también llevan a cometer errores de inteligencia y también de profesionalidad. Muchas veces, el temor y el susto hacen perder el tacto.
Eso parece que les sucedió a los altos oficiales de la policía política. Aquella noche me fueron a buscar a las celdas de la Unidad de Aguilera del municipio 10 de octubre, me habían arrestado en horas de la mañana, salía de la vivienda del destacado líder civilista Eriberto Liranza Romero, donde la tarde antes habíamos sostenido una importante reunión del Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata a la que habían acudido activistas de diferentes organizaciones desde diferentes puntos de la región occidental.
-- Antúnez- me dijeron después de identificarse altos oficiales de la conocida Sección 21 o jefatura nacional de la Unidad de Enfrentamiento--- te vamos a hablar claro ese Frente que tu ahora encabezas, aquí en La Habana no va—y te voy a decir más, por culpa de actividades como las que ustedes están realizando nuestra Revolución ha estado perdiendo algunos aliados que estaban dejando posiciones hostiles contra nosotros, ---y continuó diciendo---- y eso no se lo vamos a permitir. Estás rayando nuestro límite y en cualquier momento la dirección de nuestra Revolución ordena tu prisión.
-- No vayan a pensarse --- intervino el estúpido mayor nombrado Ignacio- que porque estemos soltando presos, vamos a dejar de seguir encausando a contrarrevolucionarios
Recordé cuando el coronel Tamayo me había dicho:"Tú debes Antúnez de imaginar que cuando se inicie otra ofensiva de las que ustedes llaman ola represiva tu serás unos de los primeros en ser arrestado y con la condena más larga."
El interrogatorio no por ingenuo dejó de ser interesante, porque reconocen que la lucha que les molesta son las acciones públicas, que el Frente los tiene alarmados y que no tienen la más mínima intención de cesar reprimiendo a las voces contestatarias. Por eso seguimos en las calles porque éstas son del pueblo y ellos intentan robárnoslas.
6 de enero de 2011
Recuerdo cuando aquellas famosas elecciones en las que supuestamente la Asamblea del Poder Popular elegiría por votación al nuevo presidente de los Consejos de Estado a Raúl Castro. No olvido cómo los únicos que le dieron importancia al hecho fueron los grandes medios de prensa y comentaristas radiales e incluso de emisoras amigas, por lo que el régimen encontró en éstos a sus mas fieles aliados, mientras el pueblo hacía caso omiso a lo que llamamos "más de lo mismo".
Por aquellos días, la represión contra la oposición interna se acrecentaba aprovechándose que la atención estaba centrada en lo que sucedía en el Palacio de las Convenciones y no, por ejemplo, en el despoblado paraje de Tuinucú donde un grupo de civilistas éramos brutalmente reprimidos durante una pacífica marcha recordando las víctimas de Hermanos al Rescate.
Ahora la historia suele repetirse, con el famoso anuncio del Congreso del Partido Comunista de Cuba, mientras al pueblo y la oposición les importa un bledo esa parásita comedia antigubernamental.
Los propios medios, comentaristas y ciertos analistas, parecen empecinados en legitimar eventos totalitarios como esos que sólo tratan de entretener a la opinión pública, o darle visos de institucionalidad a este experimento socio- político llamado castrocomunismo.
Me gustara pensar que nadie con alguna información y sentido de raciocinio pueda esperar que un Congreso comunista debata o analice soluciones para el pueblo y no de acomodamiento y afianzamiento de los mismos de siempre y con igual objetivo en el poder.
Ya lo afirma la sociología occidental, siempre que pasa igual sucede lo mismo, lo contrario es ingenuidad.
13 de noviembre de 2010
La cantaleta es ahora con el anunciado Congreso del Partido Comunista de Cuba y de nuevo la tiranía encuentra en los medios de prensa, en analistas y comentaristas radiales a sus más fieles promotores del evento partidista.
Mientras, el pueblo se muestra indiferente ante hechos que significan más de lo mismo, importantes medios radiales y páginas de Internet se encargan en cierto modo de legitimar la próxima reunión de parásitos y barrigones que se reunirán en el Palacio de las Convenciones de La Habana y a perfeccionar su aparato represivo y a continuar buscando fórmula spara seguir exprimiendo al pueblo.
Evidentemente el régimen de los Castro está perdido, y trata de darse legitimidad. Muchas veces nosotros ingenuamente contribuimos a ello.
La salida a nuestra problemática no está en conciliábulos entre totalitarios, en votaciones a puertas cerradas y menos aún en continuar presentándole propuestas al gobierno de cambios cosméticos.
La solución está en la acción cohesionada y articulada de las fuerzas que luchan dentro y fuera del país, no reconociendo los órganos represivos como las Asambleas del Poder Popular, el Consejo de Estado. Si allí vamos es a exigir democracia y libertad no cambios dentro de la dictadura, lo demás es pérdida de fe en nuestros propios esfuerzos y dilatar esta pesadilla totalitaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario