Un grupo de seis emigrantes cubanos, entre los cuales hay varios que aseguran ser activistas del Movimiento Prodemocrático Pedro Luis Boitel, se declararon en huelga de hambre este sábado 28 de enero en la localidad de Laja Blanca, Darién, Panamá.
Otro grupo de 13 hombres y cinco mujeres inició una protesta similar en un albergue para indocumentados en el que aseguran estar prisioneros, según un vídeo difundido en internet.
Uno de los seis cubanos de Laja Blanca, Arnaldo Pérez Aguilar, dijo que tomó la decisión de salir de Cuba por la persecución del régimen. Añadió que se sumó a la huelga de hambre por los continuos maltratos de las autoridades panameñas, las deportaciones hacia Colombia mediante engaños y otras violaciones de sus derechos por parte del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) del país centroamericano.
"Hemos tomado esta medida por nuestra libertad, porque a Cuba no podemos volver", dijo Pérez Aguilar.
Los detenidos en Laja Blanca manifestaron que el lugar donde los tienen no es un albergue, como lo describen las autoridades, sino una prisión donde se realizan conteos. Aseguraron que les han retenido los pasaportes y que, bajo la mentira de que los trasladarán a Ciudad de Panamá, los militares panameños los devuelven a la frontera con Colombia.
"Nos están montando en camiones y nos están soltando en el medio de la selva", dijo Andy Mora, otro de los miembros del grupo.
"Nos dejan tirados sin alimentos, ni agua; nada les importa que haya heridos o enfermos. Nosotros buscamos la libertad, queremos seguir caminando, no nos queremos quedar en Panamá", declaró a DIARIO DE CUBA José Alberto Llanes Rodríguez, quien también afirma ser un opositor al régimen.
'Una cacería de cubanos'
"Una verdadera cacería ha desatado la guardia de fronteras de Panamá contra los emigrantes cubanos. Solo deportan a nuestra gente, a los de otros países los dejan seguir", se quejó desde la localidad colombiana de Sapzurro Danilo Páez Cárdenas, de 32 años.
En los dos últimos días decenas de cubanos han sido abandonados en las montañas selváticas entre Colombia y Panamá. Bajo la orden "regresen por donde vinieron, acá en Panamá no los queremos", militares panameños armados obligan solo a los ciudadanos de la Isla a regresar a Colombia, sin que medie ningún trámite de deportación ante las autoridades colombianas.
Los cubanos, por sus propios medios y atravesando de nuevo una selva plagada de guerrilla y bandas criminales del narcotráfico, han podido llegar hasta Sapzurro, un pequeño caserío de pescadores.
En las noches del 27 y 28 de enero llegaron a esa localidad 84 ciudadanos de la Isla deportados de Panamá. La comunidad los acogió de forma humanitaria, les brindó techo y comida.
"Algunos han llegado enfermos, con los pies en llagas y han sido atendidos por la única enfermera del poblado. Uno llegó herido, con un corte de cuchillo en las venas de las manos y fue necesario suturar. Acá la gente de Sapzurro los ha llevado para sus casas. Nuestra comunidad es muy solidaria, nosotros le brindamos ayuda a quien la necesite, no importa la nacionalidad, raza o credo religioso, nuestro viejos siempre nos enseñaron ser solidarios. Hoy por ti, mañana por mí, pero de seguir esto no tendremos capacidad para manejarlo", declaró a DIARO DE CUBA José Escobar, inspector de Policía en la localidad.
Escobar confirmó que las deportaciones se han realizado sin trámites entre las autoridades de ambos países.
Entre los deportados, se encuentra Roberto Rojas, quien intentó dos veces salir de Cuba en balsa, pero en ambas fue interceptado por guardafronteras. La última fue en 2006. Purgó cuatro años de cárcel.
Rojas dijo que al ver que las autoridades panameñas lo estaban subiendo a un avión, se intentó suicidar cortándose las venas. "Poco les importó a los guardias mis súplicas, yo les decía que si me devolvían para Cuba era mejor morir. En un momento de desespero me herí los brazos y aun así me montaron en el avión sin atención médica", relató.
"Gracias a Dios, acá me llevaron de inmediato al centro de salud, donde me atendió una enfermera y me cogió los puntos", agregó.
Roberto Rojas dijo que de los cubanos deportados desde Laja Blanca algunos volvieron a coger la selva; otros, que tenían dinero, regresaron para Turbo, Colombia. Allí buscarán la forma de llegar por el océano Pacífico a Panamá. Solo dos han decidido regresar a Cuba.
"Yo no sé qué hacer ya. Igual a mí hay miles de cubanos regados por toda Sur y Centroamérica", dijo Rojas.
DDC | La Habana | 30 de Enero de 2017
Centenares de cubanos varados en puntos fronterizos entre México y Estados Unidos y en Tapachula, Chiapas, enfrentan un futuro incierto y temen la deportación.
Reportes de medios de prensa desde Nuevo Laredo (Tamaulipas), indicaron que el número de emigrantes cubanos concentrados allí tras el fin de la política "pies secos/ pies mojados" superaría los 350 y representa un problema para las autoridades locales.
El periódico El Mañana, reportó que más de 170 cubanos están albergados en la Casa del Migrante "Amar", que ya rebasó su capacidad, por lo que varios tienen que dormir en el patio.
"Colchonetas, cobijas, ropa y alimentos ya se nos están acabando, aunque vienen a darnos donaciones. Algunos tienen que dormir en el patio porque no hay espacio, pero nosotros los recibimos; ahorita ya son 173 migrantes y tratamos de ofrecerles a todos por igual lo que tenemos", dijo Aarón Méndez Ruiz, director del albergue.
Los emigrantes llegaron al refugio con la esperanza de que el presidente estadounidense, Donald Trump, revierta la decisión de su antecesor, Barack Obama, de eliminar la política "pies secos/ pies mojados", que permitía quedarse en Estados Unidos a los cubanos que alcanzaban las costas y fronteras del país. Sin embargo, han comenzado a desesperarse.
"Ya ellos están desistiendo porque ven que esto no avanza. Unos comienzan a moverse porque se les acaba el dinero, otros dicen que van a buscar una casa de renta o algún lugar, están reaccionando, despertando de una promesa que no llegó", afirmó Méndez Ruiz.
La mayoría se niega a volver a Cuba y está buscando arreglar su situación migratoria en México para poder establecerse por un tiempo y buscar un trabajo.
"A Cuba sí me da temor regresar, no sabemos si nos puedan castigar por haber salido de la Isla, además ya estamos a un paso de Estados Unidos, no tiene sentido regresar", dijo un cubano citado por El Mañana.
Según el diario, por ahora la mayoría de los cubanos descarta cruzar la frontera ilegalmente, como deben hacer los mexicanos.
La publicación oficial Hoy Laredo dijo que el gobierno municipal da atención, junto a organizaciones civiles, unos 350 cubanos varados en la ciudad.
"Nos interesa establecer claramente la forma en que ellos pueden proveer sus servicios, necesitamos sea en forma ordenada, con respeto a las leyes y reglamentos del municipio, para no afectar a terceros ni a la ciudadanía", dijo Rodolfo Garza Benavides, director de Gobierno.
"También solicitamos se reubiquen en un nuevo espacio, posiblemente en la plaza Juárez, para que hagan el proveimiento de los alimentos. Vemos que en la calle, cerca del Puente 1, se genera un caos vial y queremos resolver ese problema para evitar un accidente", añadió el funcionario en referencia a los cubanos que se mantienen cerca del cruce fronterizo con Estados Unidos.
"Pido a la ciudadanía su comprensión a esta situación difícil de nuestro hermanos de Cuba. La autoridad federal deberá intervenir en determinado momento y a nosotros nada más nos queda mantener el orden. Y a los ciudadanos cubanos les pedimos sean respetuosos de las leyes que rigen en nuestro país", puntualizó Garza Benavides.
La posibilidad de que el Gobierno federal intervenga, como dijo el funcionario, es una preocupación para los cubanos que temen que el asunto acabe en deportaciones masivas. México ya ha deportado a decenas de cubanos en los últimos días.
César Augusto Verástegui, secretario general de gobierno de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, calificó como "muy complejo" el tema de los emigrantes.
"Vamos a buscar la manera de repatriar a cubanos y centroamericanos que son deportados por nuestra frontera norte del Estado, sobre todo por el municipio de Nuevo Laredo y Reynosa", dijo Verástegui, citado por la publicación local La Capital.
Señaló que el presupuesto para atender a los emigrantes "está agotado" y que las autoridades de Tamaulipas "buscan la manera de atender y resolver el problema, sobre todo para que cubanos y centroamericanos tengan un buen regreso a su país".
En Tapachula, Chiapas, cerca de la frontera de México con Guatemala, unos 700 cubanos temen también ser deportados.
Muchos llegaron a territorio mexicano a finales de 2016 y, ante la falta de dinero, han comenzado a mudarse a los albergues de la ciudad y a abandonar los hoteles que rentaban.
La mayoría mantiene la esperanza de llegar a los Estados Unidos. Algunos consiguen empleo para ganarse algo de dinero o un plato de comida, reportó Televisa.
El Instituto Nacional de Migración expide al día entre 40 y 50 oficios de salida que permiten a los emigrantes cubanos una estadía en el país de 21 días. Muchos ya tienen en su poder ese documento, pero la falta de recursos les impide cruzar México para llegar a la frontera norte.
Desde Chiapas han sido deportados 161 cubanos que aceptó de vuelta el Gobierno de la Isla, como parte de sus acuerdos con el de México.