“Para mi ya es hora”, por Jorge Mas Canosa

Publicado el 04/24/2011 por Desde la Península

“Vivimos en un exilio dividido por odios infecundos y bastardas ambiciones. Vivimos en un exilio sin Marti. No porque Marti este ausente fisicamente, sino porque sus ideales, ensenanzas y predicas – fragua de espiritus y forjadoras de conciencia – no han conmovido los corazones de muchos cubanos envilecidos por el odio y el resentimiento. Cubanos, que perdieron esta honra cuando el Maestro sentencio: “Quien piensa en si no ama la Patria” y “solo es mi hermano quien la ama”.

Cubanos, rindamos justo y diario homenaje a nuestro insigne Maestro, deponiendo actitudes, olvidando prejuicios y resentimientos que nos hacen inmerecedores de llamarnos cubanos, y uniendo nuestro esfuerzo en el empeno comun de reconquistar a la Patria oprimida. Ganemonos el derecho de volver a ser cubanos y el honroso privilegio de llamarnos martianos.

Marti dividio a los hombres en dos grandes grupos: “los que odian y deshacen y los que aman y construyen”. Los primeros estan alla junto a Castro, destruyen y odian a una sociedad que los vio nacer y que hoy ahogan en un mar de sangre, depravacion e injusticias. Los segundos, los que aman y construyen, estamos frente al tirano, lo mismo alla en la Patria irredenta que aqui en el suelo amigo pero extrano. Pero recordemos que no solo por estar aqui estamos frente al tirano y junto a Marti. Para ser legitimos portadores de las ansias libertarias de nuestro pueblo; para ser fieles propulsores de la Revolucion Martiana y enemigos verdaderos de la revolucion atea y materialista; para enfrentar el amor al odio, la concordia a la violencia, la construccion honesta al vandalismo genocida, la soberania y la independencia a la sumision abyecta y denigrante; tenemos que comerzar por amarnos, por saber construir una firme unidad nacional desprovista del odio castrista, por fomentar el patriotico acercamiento de todos los cubanos democratas y amantes de la libertad, despojandonos de esteriles e infecundos resentimientos que a nada conducen y que solo destruyen.

Mientras sigamos alentando posturas excluyentes, mientras haya un grupo de “buenos y malos”, de “puros y maculados”, mientras haya cientos de grupos olvidandonos de que todos somos cubanos, Cuba seguira sufriendo. No importa que regresemos. Asi, en estas condiciones, quizas nuestros hijos tendran que tomar algun dia de nuevo el camino del destierro.

Que cada cubano se someta al tribunal de su conciencia, y que cada hombre se coloque alli donde mas util le sea a su Patria. Entonces se habra convertido en hermosa realidad el apotegma martiano de “Con todos y para el bien de todos”.”Los derechos no se piden, sino se arrancan; no se suplican, sino se conquistan”.

Y el derecho a ser cubanos exige el cumplimiento de deberes inexcusables: el de ahora -encarar la muerte en la guerra justa y necesaria; el de manana- ciudadanos cuya conducta dentro de la sociedad sea ejemplo edificante para futuras generaciones, seguridad y estabilidad de nuestra republica y sus instituciones democraticas y la mejor garantia para el destino superior de nuestra Patria. Solo asi, sirviendo a la Patria en las horas mas dificiles y angustiosas y enalteciendola una vez conquistada y redimida, sera posible construir la republica que todos sonamos “y donde la primera ley sea el respeto a la dignidad plena del hombre”.

Cubanos, que el ideal martianao, proyeccion visionaria que adquiere vigencia ejemplar en estos dificiles momentos, sea la llama votiva que empape con la luz inagotable de sus glorias inmarcesibles la conciencia de todos los cubanos dignos que, puestos de pie para la empresa definitiva de la liberacion, griten juntos con el Maestro: “Para mi ya es hora”.

Extracto del discurso pronunciado por Jorge Mas Canosa en Miami en el mes de Febrero de 1963.