EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Pánico y desesperación vivieron pasajeros en trenes del Tuy
30-Sep 07:28 amJavier Ignacio Mayorca
Un hombre murió y por lo menos otras 109 personas resultaron lesionadas como consecuencia de la colisión de 3 trenes en el medio de un túnel del trayecto Charallave NorteLa Rinconada
El accidente ocurrió a las 7:10 am en circunstancias que los agentes de la División de Investigación de Siniestros de la policía judicial aún tratan de precisar. No obstante, el ministro de Transporte, Francisco Garcés, explicó que este suceso tuvo 2 fases. En primer lugar chocaron 2 trenes que iban casi vacíos en sentido Caracas-Charallave.
Al parecer, el ferrocarril que iba en primera posición frenó súbitamente en el medio del túnel 11, entre los kilómetros 18 y 19 de la vía, y fue chocado por la parte trasera por la locomotora que conducía Wilfredo Argenis Macero Manzano, de 27 años de edad. Este maquinista fue la única persona fallecida en el accidente hasta anoche.
El tren impactado se descarriló y parte de los vagones quedaron atravesados en los rieles de la vía contraria por donde transitan los que vienen en dirección a Caracas desde Charallave Norte.
Uno de los ferrocarriles que hace la ruta a Caracas había salido de la estación a las 7:00 am lleno de pasajeros. Tenía aproximadamente 1.200 usuarios, según Garcés, quienes en su mayoría viajaban de pie.
El operador trató de frenarlo cuando se percató de que la vía estaba bloqueada, pero estaba demasiado cerca y lo chocó por el costado izquierdo.
Marina Castillo, una empleada del Ministerio de Salud que iba a Caracas en uno de estos vagones, recordó que con el impacto el tren vibró fuertemente hasta que se detuvo.
Cléiber Martínez, de 15 años de edad, iba en el cuarto vagón del mismo ferrocarril con la esperanza de llegar a tiempo a las prácticas de balón mano en el Círculo Militar. Luego de la colisión, habló por primera y única vez con su madre para decirle que parte de los vehículos estaban en llamas, y que él se había fracturado un brazo.
"El ferrocarril se atascó. Estoy metido en el camino. No hay luz ni aire. ¿Qué hago?", le preguntó luego mediante un mensaje de texto.
Evacuación. Los usuarios que desconocían lo sucedido permanecieron en sus puestos, pues pensaban que se trataba de un apagón más. Una empleada de la Superintendencia de Bancos que iba en un vagón más adelante indicó que hubo una baja en el voltaje que casi paralizó el sistema. Luego se encendieron las luces, pero al transcurrir cinco minutos todo se apagó por completo.
Los usuarios primero abrieron las ventanas de los trenes y cuando la detención del servicio se prolongó comenzaron a quejarse hasta que el maquinista abrió las puertas. En total, estuvieron 45 minutos en los vagones.
Los conductores no tenían comunicación con la estación central y en el trayecto la señal de telefonía celular era inconstante, por lo que tardaron hasta una hora en darse cuenta de que debían evacuar los vagones.
Para ese momento, el bombero Jhony Rodríguez trataba de ayudar a las personas que se encontraban atrapadas en los restos de los trenes que habían chocado en la mitad del túnel 11.
El funcionario de los Bomberos de Miranda quería aprovechar el trayecto de Charallave a Caracas para dormir. Se despertó debido a los gritos de la gente. La confusión se incrementaba pues el túnel estaba a oscuras y los otros ocupantes del vagón no sabían cómo salir.
Rodríguez ayudó a todas las personas que pudo, hasta que un intenso dolor en la columna vertebral le impidió caminar.
Fue llevado por sus compañeros al puesto de Pronto Socorro, en Charallave. Él también se convirtió en uno de los lesionados por este accidente.
Cerco. La emergencia fue atendida por funcionarios del Instituto de Ferrocarriles, la Milicia Bolivariana, Protección Civil, Bomberos Metropolitanos y de Miranda, policías estatales y del municipio Cristóbal Rojas. Posteriormente llegaron guardias nacionales, agentes del Sebin y del Cicpc.
Helicópteros de Polimiranda y de los bomberos cooperaron en la evacuación de los usuarios que quedaron varados a mitad de camino.
Los representantes de cuerpos de seguridad nacionales llevaban una lista de personas atendidas distinta a la de los funcionarios regionales. Fuentes del Ministerio de Relaciones Interiores señalaron que atendieron a 30 lesionados. De ellos, 18 fueron trasladados a la clínica Paso Real de Charallave y a los hospitales de Cúa y Coche. Entre ellos, el maquinista del tren que iba a Caracas. Los otros 12 fueron atendidos en el propio lugar.
Los médicos de Pronto Socorro recibieron a 56 personas, en su mayoría con lesiones en las piernas y en la cabeza. El director de Salud regional en los Valles del Tuy, Manuel Hernández, indicó que otras 23 personas fueron atendidas en el sitio de la colisión de manera ambulatoria.
Otra tarea de los socorristas fue impedir el acercamiento de los periodistas independientes al sitio del suceso. Sólo permitieron el paso al equipo enviado por Venezolana de Televisión.
Los agentes también se enfrentaron con numerosas personas que exigían algún parte oficial sobre el paradero de sus allegados o familiares que estaban en algunos de los trenes.
En este grupo estaba Marisol Oropeza, madre de Ademara Núñez. "Estaba en mi casa cuando escuché por radio lo del choque. Me angustié porque sabía que mi hija iba allí, pero aquí nadie nos informa. No ven nuestra desesperación", expresó.
Pesquisas. Los agentes de la División de Investigación de Siniestros del Cicpc llegaron a las 10:00 am para comenzar las averiguaciones correspondientes.
Una de las diligencias fue recabar las tarjetas electrónicas que contienen la información sobre las acciones efectuadas por cada ferrocarril. Los técnicos lo llaman cajas negras, tal y como sucede con las aeronaves. Esto se llevó a cabo justo cuando los empleados del instituto de trenes iban a remover estas piezas.
El levantamiento del cadáver del maquinista se dificultó pues quedó atrapado y desmembrado entre los restos de la cabina.
Para efectuar el rescate de los pasajeros atrapados, los bomberos y empleados del instituto tuvieron que cortar con soplete algunos vagones. Los agentes policiales tuvieron que esperar a que esta tarea finalizara para poder comenzar sus experticias.
Una junta de investigación del Ministerio tratará de precisar las causas del siniestro.
Hasta la hora de cierre, los trenes involucrados en la colisión no habían sido removidos del túnel 11. Extraoficialmente se conoció que los llevarían a los patios anexos a la estación Charallave Norte para continuar los análisis.
Malestar
Los empleados del Instituto de Ferrocarriles se molestaron por el trato preferencial que le daban los cuerpos de seguridad a VTV en el sitio del suceso, según se conoció. En la mañana impidieron que un remolcador fuese utilizado para trasladar exclusivamente a un equipo de ese canal, mientras que los periodistas de medios independientes no podían llegar al lugar.
La directiva del instituto habría advertido al Gobierno sobre la precariedad con la que se presta el servicio, debido a la insuficiencia de recursos para mantenimiento de los trenes, equipos de comunicaciones y servicios conexos. Trascendió que ante la supuesta imposibilidad de obtener recursos con los cuales comprar partes y repuestos de los trenes de fabricación japonesa, en el IAFE se decidió desincorporar algunos vagones y sustraerles las piezas para colocarlas en otros y así continuar las operaciones. A este proceso se le conoce como "canibalización".
Extraño accidente
Por Maolis Castro
Al parecer, el ferrocarril que iba en primera posición frenó súbitamente en el medio del túnel 11, entre los kilómetros 18 y 19 de la vía, y fue chocado por la parte trasera por la locomotora que conducía Wilfredo Argenis Macero Manzano, de 27 años de edad. Este maquinista fue la única persona fallecida en el accidente hasta anoche.
El tren impactado se descarriló y parte de los vagones quedaron atravesados en los rieles de la vía contraria por donde transitan los que vienen en dirección a Caracas desde Charallave Norte.
Uno de los ferrocarriles que hace la ruta a Caracas había salido de la estación a las 7:00 am lleno de pasajeros. Tenía aproximadamente 1.200 usuarios, según Garcés, quienes en su mayoría viajaban de pie.
El operador trató de frenarlo cuando se percató de que la vía estaba bloqueada, pero estaba demasiado cerca y lo chocó por el costado izquierdo.
Marina Castillo, una empleada del Ministerio de Salud que iba a Caracas en uno de estos vagones, recordó que con el impacto el tren vibró fuertemente hasta que se detuvo.
Cléiber Martínez, de 15 años de edad, iba en el cuarto vagón del mismo ferrocarril con la esperanza de llegar a tiempo a las prácticas de balón mano en el Círculo Militar. Luego de la colisión, habló por primera y única vez con su madre para decirle que parte de los vehículos estaban en llamas, y que él se había fracturado un brazo.
"El ferrocarril se atascó. Estoy metido en el camino. No hay luz ni aire. ¿Qué hago?", le preguntó luego mediante un mensaje de texto.
Evacuación. Los usuarios que desconocían lo sucedido permanecieron en sus puestos, pues pensaban que se trataba de un apagón más. Una empleada de la Superintendencia de Bancos que iba en un vagón más adelante indicó que hubo una baja en el voltaje que casi paralizó el sistema. Luego se encendieron las luces, pero al transcurrir cinco minutos todo se apagó por completo.
Los usuarios primero abrieron las ventanas de los trenes y cuando la detención del servicio se prolongó comenzaron a quejarse hasta que el maquinista abrió las puertas. En total, estuvieron 45 minutos en los vagones.
Los conductores no tenían comunicación con la estación central y en el trayecto la señal de telefonía celular era inconstante, por lo que tardaron hasta una hora en darse cuenta de que debían evacuar los vagones.
Para ese momento, el bombero Jhony Rodríguez trataba de ayudar a las personas que se encontraban atrapadas en los restos de los trenes que habían chocado en la mitad del túnel 11.
El funcionario de los Bomberos de Miranda quería aprovechar el trayecto de Charallave a Caracas para dormir. Se despertó debido a los gritos de la gente. La confusión se incrementaba pues el túnel estaba a oscuras y los otros ocupantes del vagón no sabían cómo salir.
Rodríguez ayudó a todas las personas que pudo, hasta que un intenso dolor en la columna vertebral le impidió caminar.
Fue llevado por sus compañeros al puesto de Pronto Socorro, en Charallave. Él también se convirtió en uno de los lesionados por este accidente.
Cerco. La emergencia fue atendida por funcionarios del Instituto de Ferrocarriles, la Milicia Bolivariana, Protección Civil, Bomberos Metropolitanos y de Miranda, policías estatales y del municipio Cristóbal Rojas. Posteriormente llegaron guardias nacionales, agentes del Sebin y del Cicpc.
Helicópteros de Polimiranda y de los bomberos cooperaron en la evacuación de los usuarios que quedaron varados a mitad de camino.
Los representantes de cuerpos de seguridad nacionales llevaban una lista de personas atendidas distinta a la de los funcionarios regionales. Fuentes del Ministerio de Relaciones Interiores señalaron que atendieron a 30 lesionados. De ellos, 18 fueron trasladados a la clínica Paso Real de Charallave y a los hospitales de Cúa y Coche. Entre ellos, el maquinista del tren que iba a Caracas. Los otros 12 fueron atendidos en el propio lugar.
Los médicos de Pronto Socorro recibieron a 56 personas, en su mayoría con lesiones en las piernas y en la cabeza. El director de Salud regional en los Valles del Tuy, Manuel Hernández, indicó que otras 23 personas fueron atendidas en el sitio de la colisión de manera ambulatoria.
Otra tarea de los socorristas fue impedir el acercamiento de los periodistas independientes al sitio del suceso. Sólo permitieron el paso al equipo enviado por Venezolana de Televisión.
Los agentes también se enfrentaron con numerosas personas que exigían algún parte oficial sobre el paradero de sus allegados o familiares que estaban en algunos de los trenes.
En este grupo estaba Marisol Oropeza, madre de Ademara Núñez. "Estaba en mi casa cuando escuché por radio lo del choque. Me angustié porque sabía que mi hija iba allí, pero aquí nadie nos informa. No ven nuestra desesperación", expresó.
Pesquisas. Los agentes de la División de Investigación de Siniestros del Cicpc llegaron a las 10:00 am para comenzar las averiguaciones correspondientes.
Una de las diligencias fue recabar las tarjetas electrónicas que contienen la información sobre las acciones efectuadas por cada ferrocarril. Los técnicos lo llaman cajas negras, tal y como sucede con las aeronaves. Esto se llevó a cabo justo cuando los empleados del instituto de trenes iban a remover estas piezas.
El levantamiento del cadáver del maquinista se dificultó pues quedó atrapado y desmembrado entre los restos de la cabina.
Para efectuar el rescate de los pasajeros atrapados, los bomberos y empleados del instituto tuvieron que cortar con soplete algunos vagones. Los agentes policiales tuvieron que esperar a que esta tarea finalizara para poder comenzar sus experticias.
Una junta de investigación del Ministerio tratará de precisar las causas del siniestro.
Hasta la hora de cierre, los trenes involucrados en la colisión no habían sido removidos del túnel 11. Extraoficialmente se conoció que los llevarían a los patios anexos a la estación Charallave Norte para continuar los análisis.
Malestar
Los empleados del Instituto de Ferrocarriles se molestaron por el trato preferencial que le daban los cuerpos de seguridad a VTV en el sitio del suceso, según se conoció. En la mañana impidieron que un remolcador fuese utilizado para trasladar exclusivamente a un equipo de ese canal, mientras que los periodistas de medios independientes no podían llegar al lugar.
La directiva del instituto habría advertido al Gobierno sobre la precariedad con la que se presta el servicio, debido a la insuficiencia de recursos para mantenimiento de los trenes, equipos de comunicaciones y servicios conexos. Trascendió que ante la supuesta imposibilidad de obtener recursos con los cuales comprar partes y repuestos de los trenes de fabricación japonesa, en el IAFE se decidió desincorporar algunos vagones y sustraerles las piezas para colocarlas en otros y así continuar las operaciones. A este proceso se le conoce como "canibalización".
Extraño accidente
Por Maolis Castro
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