EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
DESPUÉS SE LLENA LA BOCA EL CASTRISMO DICIENDO QUE SON MERCENARIOS AL SERVICIO DE POTENCIAS EXTRANJERAS
Dora Susana Castro reclama que España le reconozca el status de refugiada que le dieron
en Italia, para lo que le faltan ocho meses, y afi rma que llevará su protesta hasta el final
Orlando Zapata, el preso
político cubano que falleció
el 23 de febrero
de 2010 tras 86 días en huelga
de hambre, es un símbolo para
todos los opositores al castrismo
que luchan por acabar con la
tiranía que subyuga Cuba desde
hace más de medio siglo. Entre
esas personas que han tenido que
renunciar a su tierra por culpa
de la dictadura de los hermanos
Castro está Dora Susana Castro,
una maestra cubana que salió de
la isla poco antes de la Primavera
Negra de 2003. Dora, que ya
pagó con un año de cárcel el ‘delito’
de difundir la Declaración
de los Derechos Humanos, ha
optado ahora por emular a Zapata
(lleva en huelga de hambre
desde el 11 de enero) para exigir
lo que ella considera que es el
reconocimiento a unos derechos
que se le niegan.
Cuando salió de Cuba, escogió
Italia como destino. “Allí
me dieron el status de refugiada
política, pero no me protegían,
así que decidí venir a
España, a donde llegué el 6 de
octubre de 2009”, recuerda. Y
desde entonces, según Dora, la
incomprensión de los organismos
competentes la persigue, a
ella y a su marido. “Fuimos al
ACNUR (Alto Comisionado de
as Naciones Unidas para los Refugiados)
y nos dijeron que debíamos
esperar dos años para la
transferencia de responsabilidad
de Italia a España y que mientras
tanto nos debemos mantener por
nuestra cuenta”.
Dora y su marido llevan consumidos
16 de esos 24 interminables
meses, en los cuales han
sido expulsados de varios centros
de acogida por rebasar el
periodo de estancia permitido,
lo que les ha llevado a adoptar
esta medida desesperada tras ser
obligados a abandonar el Centro
Vicente de Paúl, a cuyas puertas
permanecen desde entonces.
“Vivimos de la caridad y de la
ayuda que nos prestan los vecinos
de Ascao. Las trabajadoras
sociales nos han tratado muy
mal, quizá sean ‘fi delistas’. Sólo
pido al OAR (Ofi cina de Asilo y
Refugio) que me hagan la gracia
de adelantar la gestión y conmuten
los ocho meses. O que me
entreguen a Estados Unidos. Si
no, me dejo morir. Nacimos en
un sistema dictatorial y hemos
tenido que sufrir los gobiernos
cómplices de Berlusconi y Zapatero”,
concluye Dora.
(publicado en Al Cabo de la Calle)
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