DE LA DICTADURA
A LA
DEMOCRACIA
Un Sistema Conceptual para la Liberación
por
Gene Sharp
Traducción al Español por Caridad Inda
CAMBIOS
EN LAS RELACIONES DE PODER
Los estrategas necesitan recordar que el conflicto donde
se aplica el
desafío político es un campo
de lucha siempre cambiante, con un
continuo juego de ataques y contraataques. Nada es estático.
Las
relaciones de poder, tanto absolutas como relativas, están sujetas a
cambios rápidos y constantes.
Esto es posible porque los que trabajan
en la resistencia continúan tenazmente en su actividad noviolenta a
pesar de la represión.
En este tipo de situación de conflicto, las
respectivas variaciones
de poder en los bandos contendientes, tienden a ser más extremas
que en los conflictos violentos, y tienen una gama más variada de
consecuencias significativas en lo político. Debido a esas variaciones,
las acciones específicas de los de la resistencia, por lo general,
tienen
consecuencias que van más allá del lugar
o el momento en que
ocurren. Estos
efectos tendrán repercusiones que fortalecerán o
debilitarán a un grupo u otro.
Además, el grupo noviolento puede, por sus acciones, influir
sobre el aumento o disminución de la fuerza relativa del grupo
contrario, en un grado mucho
mayor del que ocurre en los conflictos
militares. Por ejemplo, la resistencia noviolenta, disciplinada y
valiente, frente a la brutalidad de los dictadores puede producir
desazón, descontento o desconfianza, y, en situaciones extremas,
hasta el amotinamiento entre los propios soldados
y el personal al
servicio de la dictadura. Esta resistencia también puede dar lugar a
que aumente la condena internacional de la dictadura. Además, el
empleo del desafío político disciplinado, persistente y bien
adiestrado, puede hacer que más y más gente, que normalmente
apoyaría tácitamente a los dictadores o que por lo general
permanecerían neutrales en el conflicto, participe en la resistencia.
Cuatro mecanismos de cambio
La lucha noviolenta produce cambios de cuatro maneras.
El primer
mecanismo es el que se consideraría menos probable,
aunque así ha
ocurrido. Cuando los miembros del grupo
contrario se conmueven
emocionalmente por los sufrimientos que la represión ha infligido
en los valientes activistas de la resistencia, o racionalmente se
persuaden de que la causa de los de la resistencia es justa, llegan a
aceptar los objetivos
de los de la resistencia. A este mecanismo se le
llama conversión. Aunque se dan casos de conversión en la lucha
noviolenta, son raros, y en la mayor parte de los conflictos esto no
ocurre de manera alguna, o por
lo menos en escala significativa.
Con mucha más frecuencia
la lucha noviolenta obra cambiando
la situación del conflicto y de la sociedad, de modo que el adversario
simplemente no puede hacer lo que le viene en gana. Es este cambio
el que produce los otros tres mecanismos: la acomodación, la coerción
noviolenta y la desintegración. Cuál de éstos
ocurra dependerá del
grado en que las relaciones de poder, absolutas o relativas, hayan
cambiado a favor de los demócratas.
Si las cuestiones a debatir
no son fundamentales, las exigencias
de la oposición en una campaña limitada no se consideran
amenazantes, y la confrontación
de fuerzas ha alterado las relaciones
de poder en alguna medida, el conflicto inmediato puede terminar
por medio de un arreglo al que
se llegue cediendo cada parte algo,
contemporizando. A este mecanismo
se le llama acomodación. Por
ejemplo, muchas huelgas
se resuelven de esta manera, ambas partes
consiguen algunos de sus objetivos, pero ninguna
obtiene todo lo
que quería. El gobierno puede
percibir que un arreglo
semejante
trae algunos beneficios positivos, tales como disminuir la tensión,
dar una impresión de "equidad", mejorar
la imagen internacional
del régimen. Es importante, por lo tanto,
que se tenga gran cuidado
al seleccionar los puntos por los cuales el arreglo por acomodación
resulte aceptable. La lucha por derribar la dictadura no es uno de
ésos.
La lucha noviolenta puede ser mucho más poderosa de lo que
indican los mecanismos de conversión o acomodación. La
nocooperación masiva y el desafío
pueden cambiar la situación
política o social,
especialmente las relaciones de poder, de tal
manera
que los dictadores pierden
la capacidad de controlar los procesos
económicos, sociales y políticos del gobierno y la sociedad.
Las
fuerzas militares del adversario pueden volverse tan poco confiables
que ya simplemente no obedezcan las órdenes
de reprimir a los de
la resistencia. Aunque los dirigentes del gobierno permanezcan
en
sus posiciones y sigan firmes en cuanto a sus objetivos originales,
han perdido la capacidad de actuar con efectividad. A esto se le
llama coerción noviolenta.
En algunas situaciones extremas, las condiciones que ha
producido la coerción noviolenta van aún mas lejos. La dirigencia
adversaria, de hecho, pierde toda su capacidad de actuar, y se viene
abajo toda su estructura de poder. La autoconducción, la
nocooperación y el desafío de los de la resistencia
se hacen tan per-
fectos que sus adversarios ahora
carecen hasta del simulacro de con-
trol sobre ellos. La burocracia
del adversario se niega a obedecer a
su propia dirigencia. Las tropas de los adversarios y su policía
se
amotinan. Los simpatizantes y colaboradores del poder adverso
repudian a sus antiguos dirigentes y les niegan derecho alguno a
mandar. A partir
de esto, la antigua obediencia y colaboración
desaparecen. El cuarto mecanismo
de cambio, la desintegración del
sistema del adversario, es tan completo
que éste no tiene siquiera
poder suficiente para rendirse. El régimen se ha desintegrado.
Al planificar las estrategias para la liberación, estos cuatro
mecanismos deben tenerse
en cuenta. Algunas
veces operan por
casualidad. Sin embargo, la selección de uno o más de éstos como el
mecanismo de cambio escogido para que obre en el conflicto, hará
posible que se formulen estrategias específicas que se refuercen
mutuamente. La selección
de uno o más mecanismos dependerá de
numerosos factores, inclusive
del poder absoluto
y relativo de los
grupos contendientes y de las actitudes y objetivos del grupo
noviolento.
Efectos democratizadores del desafío político
En contraste con los efectos
centralizantes de las
sanciones violentas,
el empleo de las técnicas de la lucha noviolenta contribuye a
democratizar la sociedad de varias maneras.
Una parte del efecto democratizador es negativo. Esto es, en
contraste con los medios armados,
esta técnica no suministra un
instrumento para la represión bajo
el mando de una élite
gobernante,
que pueda volverse contra la población para establecer y mantener
una dictadura. Los líderes de un movimiento de desafío político
pueden influir en o presionar a sus seguidores, pero no pueden ni
encarcelarlos ni ajusticiarlos
si disienten o escogen otros líderes.
La otra parte del efecto
democratizador es positiva. Esto quiere
decir que la lucha noviolenta le da a la población armas para la
resistencia,
que podrán usar para defender
sus libertades tanto
con-
tra los dictadores que existen como contra los que puedan
existir. A
continuación, mencionamos varios
de los efectos democratizadores
positivos que tiene la lucha noviolenta:
• La experiencia de aplicar
la lucha noviolenta puede hacer
que la población confíe más en sí misma, en cuanto a desafiar
las amenazas del régimen y la capacidad de éste para la
represión
violenta.
• La lucha noviolenta entrega las armas de la nocooperación y
el desafío, mediante las cuales la población
puede resistirse
a los controles no democráticos que imponga sobre ella
cualquier grupo dictatorial.
• La lucha noviolenta se puede usar para defender
la práctica
de las libertades democráticas, tales
como la de expresión,
la
prensa libre, las organizaciones independientes y el derecho
a reunirse enfrentándose a controles represivos.
• La lucha noviolenta contribuye en forma importante a la
supervivencia, renacimiento y fortalecimiento de los grupos
e instituciones independientes de la sociedad como
mencionamos antes. Estas son importantes para la
democracia por el valor que tienen para movilizar la
capacidad de poder de la población y de imponerle
límites
al poder efectivo de cualquier dictador en potencia.
• La lucha noviolenta suministra armas mediante las cuales la
población logra concentrar su poder contra la acción
represiva, policiaca o militar, ejercida por un gobierno dicta-
torial.
• La lucha noviolenta ofrece métodos mediante los cuales la
población y las instituciones independientes pueden, en
interés de la democracia, restringirle o negarle los recursos
de poder a la minoría
gobernante y por lo tanto, amenazar
su capacidad de seguir ejerciendo
la dominación.
La complejidad de la lucha noviolenta
Como hemos visto en esta exposición, la lucha noviolenta es una
compleja técnica de acción social,
que comprende una multitud
de
métodos, una serie de mecanismos de cambio y unos requisitos
conductuales específicos. Para que resulte efectivo,
especialmente
contra una dictadura, el desafío político
requiere preparación y
planeación. Los probables participantes tendrán necesidad de
comprender qué se espera
de ellos. Hace falta que haya recursos
disponibles. Los estrategas tendrán que haber analizado cómo se
puede aplicar la lucha noviolenta con más efectividad. Ahora
dirigiremos nuestra
atención hacia ese elemento crucial:
la necesidad
de una
planificación estratégica.
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