EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
TeleSUR vs Parabólicas
Una antena de “bigotes” sobresale  por la ventana, pero es apenas una mascarada, una simulación. La señal  televisiva viene en realidad por un cable que atraviesa varias azoteas y  una calle. El tendido ilegal trae a varias familias una selección de  animados, telenovelas y musicales por unos diez pesos convertibles al  mes. Sólo el dueño de la parabólica puede decidir qué se puede ver en  cada momento. Con el control remoto en sus manos, tiene la potestad para  cambiar el canal y decidir a qué tendrán acceso todos los clientes de  su red. Elude temas políticos para no meterse en problema, y privilegia  los reality shows. El resultado final es una televisión para enajenarse,  para escapar de la cotidianidad, un compendio de poco valor cultural  pero mucha diversión.
Como contrincante de esa “cartelera por  cuentapropia”, se erige a partir de este domingo TeleSUR, el canal  venezolano emitido a través de satélite. Durante años los cubanos sólo  tuvimos acceso a tres horas diferidas de la programación de esta  multiestatal. Ahora dispondremos de 13 horas y 30 minutos de sus  transmisiones en directo, con contenidos que van desde lo informativo a  lo educativo; de la crónica roja a la transmisión de juegos deportivos  profesionales. Una novedad, sin dudas, que no estará exenta de una alta  dosis de ideología. TeleSUR se asemeja a la producción de nuestro  Instituto Cubano de Radio y Televisión en que difunde el axioma: los  países del ALBA están tan cercanos al paraíso como el resto del mundo al  infierno.
Afortunadamente, no tenemos que elegir  sólo entre estas dos opciones. La “filtrada” antena parabólica o la  parcializada visión de TeleSUR no son –hoy por hoy- nuestras únicas  posibilidades. Desde hace meses se ha extendido la oferta de compendios  adquiridos en el mercado alternativo, que reúnen documentales y series.  Una televisión a pedido, una programación al gusto de cada cual que se  distribuye en soportes digitales como discos duros y memorias USB. Si la  producción nacional no se diversifica y amplía perderá un parte de su  audiencia ante estos nuevos competidores y terminará siendo un  acumulación de programas tomados o pirateados de otras televisoras, una  superposición de materiales audiovisuales sin personalidad propia ni  atractivo.
 
 
 
 
 Entradas
Entradas
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario