EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Operación Migraña en embajadas de La Habana
LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org  -En materia migratoria, Cuba vuelve paulatinamente a la normalidad. Un  cubano con una jugosa cantidad de dinero -para los estándares  nacionales-, y con amigos en el exterior que también tengan suficiente  dinero para pagar la estadía y cubrir los posibles reglamentos del  seguro médico y el seguro social, no tiene problemas para viajar. Puede  sacar su pasaporte, pedir una visa y aprovechar la oportunidad para  incorporarse al mundo real.
Una salvedad: si el ciudadano es un demócrata peligroso de esos que  expresan su opinión libremente, sí puede tener problemas. Pero realmente  en la Isla ese tipo de ciudadano representa un discreto por ciento de  la población, por lo que, en teoría, la capacidad legal para salir al  exterior es de la mayoría.
Quizás por esas cuentas, y por culpa de algunos exagerados e  hiperbólicos, el servicio de seguridad a las embajadas y misiones  diplomáticas en La Habana (SEPSA Embajadas), preparándose para la  entrada en vigor de la nueva ley migratoria, tomó medidas para el  reforzamiento de la seguridad de las sedes diplomáticas. Los  hiperbólicos hablan de sus casos personales como si fueran fenómenos  sociales. Ventas de casas, fincas y todo lo vendible, para una escapada  hiperbólica.
Pensaban los estrategas del Ministerio del Interior, centro matriz de  la empresa de seguridad, que el fenómeno migratorio sería un aluvión de  ciudadanos tomando pacíficamente por asalto las embajadas. Una especie  de “Mariel ordenado y seguro”. Un dolor de cabeza tan grande que se  convertiría en migraña.
Desde el sábado 12 de enero, las postas de las misiones diplomáticas  con ese servicio fueron reforzadas y se suspendieron las vacaciones para  el personal. Aparte de los uniformados, visibles en la mayoría de las  misiones europeas, norteamericanas, africanas y latinoamericanas, se  estableció personal de civil en los accesos a las puertas principales,  aunque a cierta distancia.
Las más custodiadas son las consideradas las más conflictivas, por  tener posiciones más verticales de defensa de los derechos humanos en la  Isla. Ellas son denominadas en la codificación paramilitar con la letra  S, seguida por un número. Por ejemplo, la embajada de Alemania, ubicada  en la intersección de las calles B y 13, en el Vedado habanero, se  codifica como S-1, y así sucesivamente, por orden alfabético.
Los paramilitares de Sepsa Embajada llevan uniforme. Se compone de  camisa gris con la bandera nacional en la manga izquierda, pantalón azul  con cinto, boina negra con el logotipo de la empresa de seguridad,  cinto-cartuchera, y como arma de reglamento, un revólver Smith &  Wesson 60.
No obstante el reforzamiento, o quizás gracias a él, varios días  después de imponerse la nueva Ley Migratoria no existen aluviones o  entradas masivas a las embajadas. De hecho, las oficinas de emigración  muestran filas más cortas que en días y meses anteriores, y se  reportaba, como algo inusual, la presencia de dos jovencitas en la  embajada vietnamita, preguntando por los trámites necesarios para ir a  Saigón, pues dos nacionales de ese país recién las invitaron a  visitarlo.
 
 
 
 
 Entradas
Entradas
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario