ANTECEDENTES DEL GOLPE MILITAR DEL 73.

Hace un par de días atrás, a un estudiante de enseñanza media le preguntaron del por que ocurrió el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, el alumno respondió “fue por que a los militares se le ocurrió y para tomarse el poder Pinochet”.

Respuesta tan falta de verdad histórica, es muy común dentro de las nuevas generaciones, consecuencia de una sesgada enseñanza de la historia en las instituciones educativas y los medios de comunicación, lo que es pernicioso para la edificación de una sociedad sana.

¿Puede existir una sociedad sana sin una historia sana y objetiva?

El golpe militar es imposible entenderlo sin recordar la crisis de gobernabilidad que comenzó a sufrir Chile desde fines de la década de los 40 e incluso antes, crisis que se profundizó con la debacle de la alianza de izquierda durante el gobierno de González Videla producto de la promulgación de la “ley de defensa de la democracia”, dónde se ponía en ilegalidad el comunismo chileno producto de serias sospechas del Presidente de que este estuviera organizando un golpe de estado para tomarse el País.

Si bien los tres gobiernos posteriores y los sectores que estos representaban –Carlos Ibañez del Campo, Jorge Alessandri Rodríguez, y Eduardo Frei Montalva- fueron esfuerzos sinceros para solucionar la profunda crisis nacional de unidad y gobernabilidad, todos estos fracasaron en sus intentos.

Con la llegada al poder de la “Unidad popular” y el Presidente Salvador Allende, la crisis nacional se profundizó no solamente en aspectos políticos y sociales –se estuvo a las puertas de una guerra civil cuyo costo Prats calculaba en 500 mil vidas-, sino además una terrible crisis económica dada a las políticas nacientes de un socialismo chapucero y caótico que remeció al País con un 600 % de inflación formal, -muy probablemente 1000 % de inflación efectivo-, quedando trigo para diez días —dijo Allende—, ni un peso en las arcas del Fisco, ni un dólar en los bancos... el mayor desastre económico de nuestra Historia.

El golpe militar fue la única solución plausible y real a la tremenda crisis nacional, solución que no nació precisamente de las fuerzas armadas, sino que fueron pedidas por el poder legislativo y judicial.

El 23 de Agosto de 1973 la Cámara de Diputados se pronuncian sobre el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la república y se llama a las Fuerzas armadas y de orden a salvaguardar la institucionalidad Chilena y remendar el tejido social quebrantado. (Link del acuerdo de cámara 1973 http://es.wikisource.org/wiki/Acuerdo_de_la_C%C3%A1mara_de_Diputados_sobre_el_grave_quebrantamiento_del_orden_constitucional_y_legal_de_la_Rep%C3%BAblica ).

El poder judicial al igual que el legislativo, declara su preocupación dado a los continuos actos de ilegalidad cometidos durante el gobierno de Salvador Allende.

¿Fue el golpe militar la mejor solución ante la grave crisis nacional? ¿Fue el gobierno militar mejor o peor que sus antecesores?

Estas preguntas quizás puedan ser respondidas en columnas posteriores, pero partamos de la base que el golpe militar de 1973 fue el fin de la trágica historia del momentáneo fracaso como nación, y como debemos aprender de esta.

“Lo que quedó comprobado un vez más en Chile es algo por demás sabido: la incompatibilidad del marxismo-leninismo con la democracia”.
– Carlos Rangel