LA DEPRAVACIÓN DE LOS ROJOS: Guaicaipuro Lameda “Giordani y los ladrones de la Patria”
LA DEPRAVACIÓN DE LOS ROJOS: Guaicaipuro Lameda “Giordani y los ladrones de la Patria”
El documento que muestro a continuación del presente
escrito lo hice público a sólo 13 días de la muerte de Chávez, el 18 de
marzo de 2013. Para esta fecha, Giordani ya presentía la retirada que le
llegó recientemente.
Desde ese entonces los agentes de inteligencia de la
revolución hicieron el trabajo necesario para neutralizar “el garrote
que les mostró Giordani” y, por ahora, ese grupo nacido como “Garibaldi”
y que acompaña a Giordani, tiene la cola pisada y su final cantado.
Los echarán del poder poco a poco, saldrán sin pena y sin gloria,
algunos se mantendrán en posiciones relevantes, a la calladita y
cooperando, hasta que les llegue su final sin la oportunidad para los
acostumbrados enroques de posición. En ese momento puede que hablen, a
menos que el peso que les montaron sobre su cola sea demasiado grande o
que la oferta por su silencio sea demasiado jugosa. Ese es el estilo de
liderazgo preferido al más alto nivel de la revolución instalada por
Chávez; así lo conocí.
Algo lamentable de este suceso es que el país y el mundo en
general sabe que esa revolución, erigida ahora en dictadura, esta
dirigida por un séquito de ladrones y delincuentes que se conoce y se
reparte entre ellos el patrimonio de la República cual botín entre
piratas del caribe, nosotros intuimos quienes son, pero
Giordani y sus secuaces, conociendo quienes son y teniendo las pruebas a
mano, tal como él mismo lo ha confesado, los encubre como el
salvoconducto para lavar sus culpas, salvar el poco poder que puedan
preservar y evitar que se utilice a las instituciones de justicia en
contra de los miembros de su grupo.
Los Giordani, los Navarro y sus aliados, si en verdad
quisieran a esta patria no se desatarían en llantos de víctimas que
procuran algún halago devenido de sus cartas estériles al interés de la
República, en cambio harían de conocimiento público y
consignarían ante la Fiscalía General de la República la lista de lo que
Giordani definió como esa “clase burguesa parásita, con eso estamos
luchando nosotros, para que la renta no se lleve al exterior sino que se
quede en Venezuela” esa que utilizando el SITME como instrumento le
arrebató al país una suma de divisas que, sólo en 2012, esta cerca de
los 20.000 millones de dólares, en ese sólo concepto. Los rumores dicen
que entre cinco personas que se conjugan con el sector bancario nacional
está cerca de un 80% de lo robado al país. Giordani lo sabe y la lista
no ha de ser muy larga. Esta Carambola, golpea a Luisa Ortega Diaz
porque ella, teniendo a su cargo la responsabilidad de tomar la
iniciativa de la acción penal ante casos como estos, en que los
funcionarios públicos del más alto nivel los convierten en un hecho
público, notorio y comunicacional, opta por voltear su mirada y sus
acciones a otros lados de insignificante relevancia al interés de la
República para así ignorar los mandatos establecidos en los numerales 3,
4 y 5 del artículo 285 de la constitución.
Lo peor de este incidente es su efecto sobre el país y las
acciones necesarias para terminar con la dictadura que se ha instalado;
ya hay muchos que creen que éste es el fin de la revolución y algunos se
reclinan en la poltrona esperando para ver pasar el cadáver del régimen.
Esos, no se percatan que lo que se ha puesto en evidencia para la
cofradía revolucionaria es que hoy día, y más que nunca, necesitan
mantenerse unidos o todos se hundirán en esa pestilente inmundicia que
han forjado a punta de una depravación moral sin limites. En pocas
palabras, lo que estamos presenciando es una acción que, aunque no la
hubiesen diseñado de esa manera, por un lado estimula la pasividad de
una oposición que prefiere jugar a la autodestrucción del adversario y
por el otro lado favorece a la unidad necesaria del liderazgo del
régimen para asegurar la supervivencia de todos ellos, incluyendo a los
Ladrones de Giordani, donde no cabe duda se encuentran algunos que se
hacen pasar por gente radical en oposición al régimen o que, sin recato
alguno, le hacen favores de financiamiento a quienes ejecutan acciones
políticas en una dirigencia de oposición que no termina de dar “pie con
bola” a ver si anotan algo que no sea un autogol.
A continuación el precitado documento:
Caracas, 18 de Marzo de 2013
Señora Luisa Ortega Díaz:
Antes de entrar al tema que concierne a esta misiva,
permítame un par de párrafos introductorios donde le evoco algo de
nuestra experiencia común ante el sistema penal. Esperaría yo,
que para este caso, denunciado por un tercero y que hoy le traigo a
colación, se imponga la persecución penal que merece, toda vez que el
denunciante funge como conductor de la economía venezolana en el marco
de la revolución bolivariana y mentor de su difunto líder.
Le recuerdo que Ud. y yo nos conocemos desde aquellos tiempos
en que, tras el asesinato de Danilo Anderson, cayó en sus manos el
expediente que él instruyó y donde yo aparecía como un imputado “fácil
de sobreseer”; según decían, entre pasillos, aquellos que veían
en ese expediente a una “gallina de los huevos de oro”. Por ello, no
fue en balde que en un inmueble se encontrara una enorme caja fuerte y
una veloz máquina de contar billetes. De esa época, usted conoce de mi
proceder y yo conozco de sus mañas.
Recuerde que fui yo quien la sentó en el banquillo de los
acusados en un juicio de amparo constitucional que, me imagino,
avergonzaría a cualquier fiscal. Mediante esa acusación que le
hice y tal como se lo mencioné en aquella oportunidad, yo no esperaba
justicia de parte de un sistema corrompido, sólo esperaba documentar una
aberración que pretendía esconder las razones que dieron origen a unas
imputaciones infundadas y a un proceso forjado que podría haber
alcanzado a unas 400 personas; pero, que como es bien sabido, fueron
frustradas mediante la certera colocación de un artefacto explosivo en
el vehículo de Anderson. Este asesinato lo convirtió de victimario en
víctima y luego en un fabricado paladín y mártir de la revolución
bolivariana. Por cierto, las imágenes que he visto en estos días me
hicieron recordar las del sepelio de Anderson.
Le recuerdo estos hechos porque en esta ocasión deseo llamar su
atención sobre unos presuntos delitos cambiarios y de legitimación de
capitales que han sido denunciados públicamente y que podrían haber
causado daños a la República por unos 20.000 millones de dólares (Sólo
durante el año 2012), según se desprende de las palabras del
denunciante.
A continuación le hago el aludido relato recordatorio en
espera de que Usted ejerza como Fiscal de la República en defensa del
interés patrimonial de la sociedad venezolana:
Ha reiterado el Ministro de Planificación y Finanzas Jorge
Giordani que el SITME fue un instrumento mediante el cual un grupo de
personas, (Naturales y jurídicas, donde incluyó a empresas del estado)
le arrebataron al país una suma de divisas que, sólo el año pasado,
podría estar cerca de los 20.000 millones de dólares. La cuenta
es fácil, dice Giordani que el pasado año se procesaron unos 59.000
millones de dólares para importaciones y a la vez afirma que el país
pudo haber vivido con importaciones de 40.000 millones de dólares.
Luego, entra en los detalles reveladores: empresarios que piden dólares y
“traen chatarra” o no traen nada. Esta revelación de Giordani es su
manifestación de conocimiento de los delitos cambiarios cometidos por
usuarios del SITME que han debido contar con la complicidad necesaria de
toda o parte de la cadena que legitimó esos capitales mal habidos; es
decir, desde el trámite para la adquisición de divisas, el proceso de
importación, nacionalización, verificación de las importaciones,
liquidación de impuestos y tasas de importación, y declaración de cierre
(En todo caso funcionarios públicos donde se incluye a miembros activos
de la Fuerza Armada que cumplen funciones que les atribuye la
legislación vigente). Allí está el delito y es el propio ministro quien
dice saber que se importó chatarra o no se importó nada para legitimar
esos capitales mal habidos mientras se cometieron delitos cambiarios que
son castigados con fuerza de ley.
De entrada, esta denuncia hecha a título de noticia criminéis
por el ministro Giordani podría lucir como una intención para combatir
la corrupción; pero, lamentablemente, me temo que no fue así.
En mi opinión, presumo que lo que hizo este ministro fue colocar una
diestra amenaza para asegurarse su continuidad en el ejercicio del
poder, esa técnica es harto conocida en la comunidad política que
conduce la revolución bolivariana. El estilo de esta declaración de
Giordani, también me recordó la declaración que hiciera Danilo Anderson
poco antes de su siniestro asesinato. Señora Díaz, quisiera estar
equivocado en esta opinión, pero conociendo el monstruo desde adentro me
resulta difícil verlo de otra manera. Está en usted sacarme de la
equivocación procesando la denuncia hecha por el ministro.
Finalmente, fíjese que Giordani, en sus palabras, le
transfiere la culpabilidad del crimen a una comunidad que identifica y
ha de conocer bien porque afirma estar luchando contra ella:
“una clase burguesa parásita, con eso estamos luchando nosotros, para
que la renta no se lleve al exterior sino que se quede en Venezuela”.
Así, Giordani se atribuye la acción de lucha contra el caso, no hace
falta ni fiscal, ni tribunal. El lo hace todo: conoce, denuncia y lucha,
a menos que Usted sea una parte silente del “nosotros” que menciona
este Ministro.
Conocí de las acciones de Giordani durante tres años interactuando en
el gabinete económico del gobierno y si de lucha contra esos
delincuentes se tratase, estoy seguro que no le resultaría difícil
hacerlo desde las múltiples posiciones que ocupa y controla, para darles
desde allí un golpe certero propiciando un proceso de persecución penal
para ponerlos tras las rejas de una prisión venezolana, Giordani es
extraordinariamente hábil para “halar hilos detrás del telón”. Por ello,
insisto, lo que yo aprecio y presumo es que la denuncia que ha hecho
es, solamente, una declaración pública mediante la cual se muestra el
garrote que tiene en sus manos quien estaría dispuesto a utilizarlo si
lo desplazan de su espacio de poder.
Ya Velazquez Albarray y Aponte Aponte le han mostrado al país
y al mundo esta calaña. Ahora, Giordani parece emular estas andanzas.
Señora Díaz, habrá que calcular la totalidad del daño causado durante
la vigencia del SITME, fíjese que esos 20.000 millones de dólares
serían suficiente para pagar el 85% de la deuda externa que tenía
Venezuela cuando el equipo que hoy la gobierna asumió funciones en
febrero de 1.999,
¡Tamaña Magnitud!
Ponga en sus manos la lucha que evoca Giordani y persiga a
los culpables, la república se lo agradecerá, no sé si la revolución
hará lo mismo. La iniciativa de la acción penal está bajo su
responsabilidad ya que la denuncia constituye un hecho público, notorio y
comunicacional hecho por un funcionario de alto nivel y trasmitido, al
menos, por venezolana de televisión.
Las acciones que usted emprenda y concrete frente a esta aberración cometida contra nuestra economía nos dirán si:
* Aparece otro “Chinito de Recadi”,
* Aparecen responsables equivocados como ocurrió en el caso del asesinato de Danilo Anderson,
* Se mantiene una solidaridad cómplice para fortalecer el ejercicio del poder,
* No se hace nada por temor a que se repita un incidente estilo Danilo Anderson,
* Giordani estaba hablando “pendejadas” cuando se refería al caso,
* Sobreviene una nueva sorpresa al estilo de la revolución bolivariana,
Mi dirección de residencia y mis teléfonos siguen siendo los mismos de cuando nos conocimos, y de mi parte, estoy a su orden.
Guaicaipuro Lameda Montero
C.I. 3.089.715
EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO