EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Las estrategias oscuras del castrismo ante los nuevos retos que se avecinan. Venezuela es vital para sostener al Régimen Totalitario.
(Todo es bello para quienes no conozcan el Sistema Implantado hace 53 años por los Castro, más de lo mismo. El pueblo en el basurero de la Nación)
a) mantener y desarrollar polos de producción y servicios capaces de
operar bien, regirse por normas y controles, obtener buenos rendimientos
y atraer inversiones, para exportar y para resolver necesidades
nacionales; (Con Capital Estatal o Extranjero, nunca Nacionales ni cubanos en el extranjero)
b) importar alimentos y otros bienes necesarios a la
población, a unos precios muy altos; (ellos son los culpables del monocultivo en Cuba)
c) reducir importaciones, sea por
el nivel del comercio o el de la producción nacional; (esto es más viejo que andar a pie)
d) aumentar la
producción nacional, buscando como palanca principal las
transformaciones de la política hacia el sector agropecuario; (Pero sin Libertades privadas)
e)
redistribuir paulatinamente la fuerza de trabajo, en evitación del
desempleo masivo y al mismo tiempo de errores por precipitación; (¿Redistribuir?)
f)
aumentar las micro y pequeñas empresas privadas que ofrezcan servicios y
bienes al consumo interno, y en alguna medida a turistas; (Sin Mercado Mayorista)
g) impulsar
otras medidas para darle más espacio (puros oficios) a las actividades económicas
privadas;
h) inversiones (Del estado todopoderoso) y una actuación enérgica en obras de
infraestructura que son importantes para el desarrollo del país.
Las relaciones económicas internacionales son controladas totalmente
por el Estado (totalitario) o sus órganos. La dirección del país conduce las
relaciones con contrapartes preferidas, como Venezuela, China, Brasil y
otros países. Cuba sostiene relaciones económicas con toda América
Latina. Algunas empresas y negocios conjuntos tienen una gran
envergadura, como la refinería de Cienfuegos y el área portuaria e
industrial de El Mariel; la extracción de petróleo al norte de la isla
comienza a hacerse realidad. Estas relaciones económicas guardan fuertes
relaciones con el conjunto de la política exterior cubana, que tiene
una actividad y un prestigio muy superiores a las dimensiones del país, y
que combina muy bien su riguroso apego a los principios con la
flexibilidad, la capacidad de negociación y la presencia en innumerables
terrenos.
(No se habla de Soberania, ni derechos del Soberano. No se habla de elegidos, ni de como elegir democraticamente, no se habla de inclusión, ni de democracia real. El estado totalitario Personificado en una persona seguirá controlandolo Todo)
Como ha reiterado el compañero Raúl, se han hecho y se harán las
modificaciones legales que sean necesarias, pero hay una frontera: el sistema socialista es intocable. (Traducir socialista por Totalitarismo)
Mecanismos de amortiguación como los impuestos y el pago de Seguridad
Social, entre otros, sirven para contener las lógicas desigualdades que
generan los altos ingresos de algunos segmentos de la sociedad. Lo
esencial es que nadie quede desamparado, que todos queden dentro del
sistema de justicia social que podamos garantizar, y que los ingresos,
no importa su cuantía, sean solamente frutos del trabajo honrado.
El Presidente ha denunciado a la corrupción administrativa (de sus Cuadros) como un
enemigo principal de la Revolución, y ha impulsado una campaña decidida
de enfrentamiento contra ella, que utiliza todos los instrumentos de la
legalidad y no se detiene ante el rango de los que resulten culpables.
Como ha hecho Fidel a lo largo de nuestro proceso, Raúl denuncia a los
que pretenden formar grupos en el seno del propio aparato estatal, qe
acumulen riquezas y esperen desde sus posiciones un eventual regreso al
capitalismo.
(¿Transición socialista? )
El trabajo consciente sobre el Estado y el mercado es fundamental
para la transición socialista, y debe divulgarse, sumar esfuerzos e
iniciativas, convertirlo en una tarea priorizada que tendrá que durar
muchos años. Es uno de los aspectos principales de la Revolución.
Todavía son insuficientes las clarificaciones y los debates acerca de lo
que es deseable, permisible o inevitable en cada momento discernible
del proceso, y por consiguiente lo de que se debe impedir, criticar o
denunciar.
(No se toca el tema de las Libertades ciudadanas y los DD.HH)
Los Lineamientos aprobados en el 6º Congreso del PCC dejan claro que
deben prevalecer la distribución socialista, la empresa como unidad
fundamental y la planificación. Pero en la práctica pesa mucho el
pragmatismo.
El socialismo entendido solamente como la distribución
justa de la riqueza social es insuficiente, pero ha hecho aportes
maravillosos a favor de las mayorías, primero a partir de las grandes
medidas y leyes, después a través de su sistematización en la segunda y
tercera décadas de la Revolución. Las personas, las familias y las
comunidades mejoraron radicalmente sus vidas y sus relaciones, y
lograron cambiar en muchos aspectos positivos.
Si bien no ha sido
posible asegurar un desarrollo económico totalmente autónomo, se ha
producido un desarrollo económico muy notable y, sobre todo, una
modificación radical de la economía y de sus objetivos. Eso no sucedió
por la aplicación de la norma de a cada cual según su trabajo. Fue
porque la gran mayoría trabajó y se esforzó como cubanas y cubanos. Así
se obtuvieron y se distribuyeron los logros, los bienes y las
oportunidades, y esto ha sido un adelanto humano y social inmenso,
frente a la situación terrible a la que somete a las mayorías el
capitalismo allí donde domina.
No podemos esperar que se obtenga la eficiencia económica mediante
las supuestas leyes ciegas que porta ella misma, ni por el auge del
“sentido común” o por virtudes de la iniciativa privada puestas al
servicio del socialismo, como sería, por ejemplo, el imperio sin
regulaciones de la llamada relación entre la oferta y la demanda.
Es
necesario barrer la ineficiencia, el burocratismo y la inercia, y
desarrollar las motivaciones y la capacidad de utilizar bien los
esfuerzos desde el tipo de sociedad que hemos ido creando. “Advierto que
toda resistencia burocrática al estricto cumplimiento de los acuerdos
del Congreso (…) será inútil”, dijo Raúl en la Asamblea Nacional en
agosto pasado.
En la actualidad se despliega en Cuba una situación compleja, donde
conviven los disímiles en paralelo. Entre otros cambios, la obtención de
ingresos y la satisfacción de necesidades y deseos se han vuelto más
directas que en las décadas anteriores, en las que las agencias sociales
eran las mediaciones principales. También ha crecido el papel de lo
internacional en la vida económica personal y familiar de muchos, a
través de remesas, misiones, turismo, trabajo en “firmas” o venta de
servicios.
Como sucede en todo país que tiene un poder revolucionario y realiza una
transición socialista, en Cuba existe una pugna permanente entre las
relaciones y los valores del socialismo y las relaciones y los valores
del capitalismo. Pero, además del poder revolucionario y la decisión
popular de defender nuestro tipo de sociedad, en Cuba funciona una
extraordinaria pacificación de la existencia, desde la persona y las
familias hasta las comunidades y la nación. Esta es una de las mayores
conquistas de la Revolución, aunque casi nunca se habla de ella, y está
en la base de un hecho que es crucial: en Cuba no hay pleitos políticos.
Pero sí existe una gran lucha cultural entre las relaciones y los
valores de ambas maneras de vivir y sentir, y esa lucha señala los
lugares de disyuntiva y las tensiones que marcan la vida de los cubanos
en la actualidad y ante el futuro previsible. En el curso de las dos
últimas décadas, el capitalismo ha recibido refuerzos, pero el
socialismo se sabe y se siente superior como forma de vida humana, y
mantiene su predominio en lo esencial.
La tarea cubana es difícil, los cubanos estamos conscientes de ello y
el Gobierno Revolucionario da pasos paulatinos para enfrentar los
problemas, al mismo tiempo que preserva el valor supremo, que es la
conservación del carácter socialista del proceso. El compañero Raúl ha
reiterado la necesidad de que la población opine libremente y se
contrapongan criterios, para encontrar los mejores caminos y obtener los
consensos imprescindibles para que sea la participación de un pueblo
revolucionario en las decisiones la que garantice la multiplicación de
los esfuerzos y de los logros, la creatividad y también los sacrificios,
y que esa unión organice y viabilice la fuerza necesaria para vencer
los obstáculos y triunfar. No olvidamos que hay muchos defectos
acumulados, que cierran el paso a la satisfacción de esas necesidades.
La materia misma del problema está pidiendo que se debatan a fondo los
problemas centrales de la concepción revolucionaria socialista, no
alrededor de cualquier sucedáneo fugaz o peligroso, sino en y para la
revolución socialista, y tras sus objetivos más trascendentes.
Ante las duras carencias de recursos materiales, resulta
meridianamente claro que el factor subjetivo tiene que ser el
determinante en la transición socialista cubana. Sería criminal no
utilizar el inmenso potencial que el país ha acumulado en el campo de
los conocimientos, del manejo de las técnicas, de la politización, la
conciencia y la cultura del pueblo. El número y la calidad de personas
capaces y conscientes es superior a los demás recursos disponibles, pero
su utilización efectiva constituye todavía una fracción de lo
esperable: trabas enormes y muchas veces absurdas lo impiden. Si
conseguimos viabilizar la utilización de nuestras fuerzas, podremos
aumentar sensiblemente la producción, los servicios, la eficiencia, el
buen gobierno, la resolución de los problemas, el enfrentamiento de las
carencias, y optimizar el empleo de los recursos con que contamos.
(Pura retórica totalitaria. Aún sueñan con el Hombre Nuevo. Esto se logra con Totalitarismo y Represión política del Partido unico, no hay otra)
No es necesario ningún recurso material para ser solidario y ser
fraterno, para aprender a no vivir del esfuerzo ajeno o de espaldas a
lo que el país necesita. Exigir laboriosidad y retribuir el
trabajo son dos tareas que pueden hacerse desde posiciones muy
diferentes, incluso opuestas. El capitalismo ha experimentado todos los
usos de la coacción y del dinero para lograr que las mayorías trabajen
con eficacia, y también todas sus combinaciones, en beneficio de su
ganancia y del poder de la burguesía. La transición socialista -y eso lo
ha explicado muy bien el Che en El socialismo y el hombre en Cuba–
tiene puntos de partida muy diferentes para hacer cumplir esas
exigencias sociales, porque sus objetivos son opuestos, y al mismo
tiempo diferentes. El socialismo utiliza el salario y otras categorías
provenientes del capitalismo, pero no se somete a ellas. Y jamás debe
utilizarlas sin el seguro que brinda el mando que ejerce el poder
popular revolucionario sobre la economía. (16 USD equivalentes al mes)
Los aprendizajes del mundo del trabajo y de la eficiencia en Cuba están
tratando de articularse íntimamente con los de la educación de los niños
y los jóvenes, con la formación moral de todos; por ejemplo, para qué
trabajar, por qué debemos servir a los demás como nos sirven a nosotros,
cómo la producción de bienes y servicios es un requisito indispensable
para mantener y hacer avanzar la justicia social. Trabajamos para lograr
que los medios de comunicación social estén realmente a favor de la
formación socialista y presten ese servicio al pueblo, que el medio
político sea el vehículo eficaz de la participación popular y se plasme
una unión de gobierno y servicio, un lugar donde sean bienvenidas las
iniciativas y las creaciones. La economía y la política son demasiado
importantes para que el pueblo no participe decisivamente en sus
decisiones.
(El Ombligo de un cuerpo que ellos mismos no ven)
La batalla cubana actual tiene una importancia trascendental. Otra vez se juega allí una parte del destino de este continente.
En los hogares cubanos es cotidiana la referencia al familiar que está
cumpliendo alguna misión de trabajo solidario en otro país de América
Latina y el Caribe, porque son decenas de miles. En Cuba, en las
actividades y organizaciones estudiantiles comparten las cubanas y
cubanos con más de treinta mil estudiantes no cubanos, que en su gran
mayoría son latinoamericanos. En la contienda de las imágenes, que es
crucial en el enfrentamiento cultural mundial entre el imperialismo y
los pueblos, vemos a la gente de abajo, a los más humildes del
continente, explicando cómo viven y resisten, y cómo ahora se movilizan y
tienen esperanzas. La gente en Cuba está pendiente de lo que se sucede
en todos los países hermanos, del Río Bravo a la Patagonia. Vive con
emoción las luchas populares, y los procesos populares de Venezuela,
Bolivia o Ecuador.
En el treceavo aniversario, en 1974, Fidel dijo: “Después de Girón,
todos los gobiernos de América Latina fueron un poco más libres”.
Treintiocho años después, podemos parafrasearlo, diciendo que la
victoria del modo de vida socialista en Cuba contribuirá a hacer a todos
los pueblos de América Latina más libres, más socialistas.
Fuente: Forum de Solidaridad durante la presentación del libro "Nuestro deber es luchar", el 14 de marzo de 2012 en México.
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