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Cuba y el nuevo mapa petrolero del Golfo de México
Cuba está a punto de comenzar a perforar en busca de petróleo en el Golfo de México. Si encuentra lo que está buscando, la riqueza petrolera podría sacar a Cuba de las garras de Estados Unidos (...) antes de que Obama abandone la Casa Blanca. Esta posibilidad ha provocado el ataque congresional de Miami encabezado por la fanática representante Ileana Ros-Lehtinen (republicana por la Florida), la cual en esencia quiere criminalizar la perforación en la porción de Cuba en el Golfo.
En 2005, pruebas realizadas por compañías canadienses descubrieron petróleo de alta calidad en la Zona de Exclusión Económica de Cuba (ZEE), una sección del Golfo asignada a Cuba por el Acuerdo de Fronteras Marítimas con México y Estados Unidos en 1997. El Estudio Geológico de EE.UU. (US Geological Survey –EEZ) estimó el potencial petrolero de la zona de Cuba en 4,6 mil millones de barriles y 9,8 billones de pies cúbicos de gas natural. La compañía petrolera estatal cubana Cubapetróleo (CUPET), dice que las reservas pueden ser de cuatro o cinco veces más.
Como no puede comprar equipamiento de perforación en Estados Unidos debido al bloqueo, Cuba firmó un contrato con una compañía italiana (que a su vez contrató a una compañía china) para construir Scarabeo 9, una gigantesca plataforma semisumergible de perforación. La plataforma es capaz de perforar a 3 600 metros. Un consorcio encabezado por la firma española Repsol-YPF comenzará las operaciones en uno de los 59 bloques de la ZEE. Una docena de firmas adicionales, incluyendo Petronas (Malasia), Gazprom (Rusia), CNPC (China), Petrobras (Brasil), Sonangol (Angola), Petrovietnam (Viet Nam), and PDVSA (Venezuela) han firmado contratos para explorar otros bloques.
Los expertos de la industria no predicen una bonanza petrolera cubana, pero si se encuentran reservas de la menor cifra estimada Cuba se autoabastecería de petróleo y después se convertiría en exportador neto. Esto tendría un impacto incalculable en su economía y enviaría a la política norteamericana de sanciones al basurero de los errores imperiales de cálculo. Para evitar que esto suceda, ha habido esfuerzos legislativos como el proyecto de ley presentado en 2007 por el ex senador Mel Martínez (republicano por la Florida). La ley hubiera requerido que el Departamento de Estado castigara con la negación de visas a ejecutivos de compañías extranjeras que cooperaran con Cuba, y también multara a inversionistas extranjeros en el petróleo de Cuba. [1] “El apoyo al régimen de Castro en el desarrollo de su petróleo es contrario a la política de EE.UU. y a nuestra seguridad nacional”, dijo Martínez en 2007.
En este mismo año, el representante Vern Buchanan (republicano por la Florida) presentó un proyecto de ley similar, argumentando que la perforación de Cuba en aguas profundas amenazaría al turismo y al medio ambiente de la Florida. Un derrame de petróleo alcanzaría la costa de la Florida en tres días, dijo Buchanan. [2] Él también quiere perseguir a Repsol, primero obligando al Departamento del Interior a negar a la compañía licencias para perforar en aguas norteamericanas, y luego alentando a Obama a que obligue a Repsol a marcharse de Cuba por medio de la presión al gobierno de España.
Últimamente el gambito español ha ganado mayor fuerza. Se pronostica que el actual gobierno perderá las elecciones en noviembre, lo cual llevaría de nuevo al poder al partido conservador (y anti cubano) de Aznar. El senador Bill Nelson (demócrata por la Florida) ha escrito a la secretaria de Estado Hillary Clinton que si se dilata hasta entonces, “Puede que España tenga un gobierno menos inclinado a tolerar inversiones en Cuba. Hasta que lleguen las elecciones, le exhorto a que haga todo lo posible por evitar esas operaciones de perforación”. [3]
Nelson también ha sugerido que Estados Unidos se retire unilateralmente del Acuerdo de Fronteras Marítimas que conformó las zonas y ordenara luego a Cuba que abandone sus exploraciones. Con Scarabeo 9 a punto de zarpar hacia Cuba, el plan de Nelson plantea imágenes de conflicto en el Golfo. Quizás él imagine una Crisis de las Plataformas Petroleras y un bloqueo naval de EE.UU.
Recientemente la representante Ros-Lehtinen presentó su tercer proyecto de ley de no perforación, la Ley de Protección de la Barrera Coralina del Caribe, que sigue los pasos de cerca al proyecto de Buchanan. A pesar de la palabra “coralina”, Ros-Lehtinen admite que el objetivo de su proyecto es inutilizar la industria petrolera cubana. “EE.UU. debe aplicar una mayor presión para evitar que otras compañías realicen operaciones comerciales y de cualquier otro tipo con este régimen deshonesto y corrupto”, dijo [4].
Ros-Lehtinen no ha sido muy activa en buscar regulaciones más duras para salvar las barreras coralinas después de la explosión de la plataforma Deepwater Horizon de BP el año pasado. Su preocupación principal ha sido que BP pague compensaciones a los negocios turísticos y a la industria pesquera de la Florida, dado que ambos han sido perjudicados por el derrame. Su consejo de “presentar una reclamación” no trata el tema de los riesgos subyacentes en la perforación en aguas profundas. [5]
La justificación ofrecida para estos esfuerzos es el temor de que Cuba carezca de la tecnología necesaria para evitar los derrames de petróleo, aunque los patrocinadores de estos proyectos de ley no aplican esos argumentos a las operaciones en aguas norteamericanas. Repsol en aguas cubanas no es segura: Repsol en la costa de Luisiana es segura. Y además está México –que tampoco se menciona– cuyas operaciones en el Golfo realizadas por la estatal PEMEX, la cual tiene una larga historia de derrames y explosiones en tierra, mar y en las alcantarillas de Guadalajara. [6] En 1979, la plataforma Ixtoc de PEMEX en la bahía de Campeche hizo erupción durante nueve meses y envió petróleo hacia las playas de Texas y la Florida en lo que aún se considera el mayor de todos los derrames petroleros. BP tuvo que pagar compensaciones por su fracaso: México no pagó nada.
El asunto al que se enfrenta EE.UU. no es solo que Cuba perfore cerca de los cayos de la Florida. Se hacen o se planean operaciones de perforación en todo el Golfo. Deepwater Horizon era solo una de veintenas de plataformas que operan en aguas norteamericanas del Golfo. Antes de la explosión de BP, había 57 plataformas en el Golfo y ese número puede que pronto se supere. La Bahamas Petroleum Company también se unirá a Cuba el próximo año con planes de perforar al norte del extremo occidental de Cuba.
La moratoria ordenada por Obama a la perforación en aguas profundas después de la explosión de BP fue cancelada en octubre pasado. Desde entonces, el Departamento del Interior ha concedido 37 licencias para la exploración en aguas profundas, algunas de las cuales incluyen a las mismas compañías extranjeras que están implicadas en el proyecto cubano. Y está también PEMEX, que recibió en mayo una plataforma fabricada en Corea y tiene planes de perforar a 5 000 metros de profundidad. Mientras tanto, BP tiene una solicitud pendiente en el Departamento del Interior para reanudar operaciones en sus diez plataformas existentes en el Golfo y para instalar otras nuevas.
Con las compañías extranjeras diseminadas por todo el Golfo, los perros guardianes de Miami se han enfocado unánimemente en Repsol como la amenaza a las formaciones de coral y la seguridad nacional. Sin embargo, no han patrocinado ningún proyecto de ley y en su lugar han exigido a Obama que amenace a Angola, Bahamas, Brasil, China, México, Noruega, India, Malasia, Rusia, Viet Nam y Venezuela.
El dilema de EE.UU. comienza con la contradicción inherente a mantener un bloqueo para destruir al mismo gobierno del cual depende ahora Estados Unidos para ayudar a proteger el Golfo y los estados costeros de otro desastre. En 2006, la administración Bush ordenó a un hotel de Ciudad México que expulsara a cubanos que asistían a una reunión con ejecutivos petroleros norteamericanos para tratar asuntos medioambientales. Pero durante el desastre de BP en 2019, cuando se trataba de los intereses de EE.UU., funcionarios cubanos fueron invitados a una conferencia en la Florida acerca de la protección del medio ambiente en el Golfo.
Las sanciones en sí funcionan en contra de la protección del Golfo. Repsol, por ejemplo, tuvo que acudir a China para la plataforma porque, bajo las leyes norteamericanas, nadie puede vender a Cuba algo con un contenido mayor del 10 por ciento fabricado o patentado en EE.UU. Irónicamente, la fuente más cercana para el protector de explosiones del Scarabeo 9 (la pieza que falló en el pozo de Deepwater Horizon) es Estados Unidos, pero aparentemente es de interés de Estados Unidos negar una licencia para su venta a Cuba.
SEÑALES DE COOPERACIÓN E INDECISIÓN
La respuesta de la Casa Blanca a todo esto es una especie de opacidad política en la que las intenciones son medidas por grados de inacción. El secretario del Interior Ken Salazar solo diría que la administración está monitoreando la situación y que los planes de Cuba eran “un trema de preocupación”. [7]
La administración también dio señales de que no deseaba aceptar la sugerencia de Nelson acerca de romper el acuerdo de 1977. El asesor de Seguridad Nacional James Jones escribió a Nelson que “Aunque compartimos sus preocupaciones en relación los riesgos potenciales que representan el desarrollo de la perforación en el mar a lo largo de la costa cubana, la retirada del Acuerdo de Frontera Marítima sería contrario a los intereses nacionales de EE.UU.” [8]
En cuanto a la otra gran idea de Nelson de presionar al gobierno español para que obligue a Repsol a retirarse, la administración ha permitido al secretario Salazar dar a Repsol su aprobación desde Europa. Salazar se reunió con representantes de Repsol mientras asistía a una conferencia de energía en Madrid. La compañía aseguró que cumpliría estrictamente con las reglas medioambientales de EE.UU. y permitiría la observación por parte de inspectores norteamericanos. La embajada de EE.UU. dijo que no se presionó a la compañía y que Estados Unidos no tenía objeciones a sus operaciones en Cuba. [9]
TROPEZANDO CON UN BLOQUE ENERGÉTICO REGIONAL
Seguramente la administración es consciente de que el petróleo cubano no es solamente algo que puede ser sofocado con sanciones. Cuba pertenece a PetroCaribe, un programa regional de exploración, refinación y distribución respaldado por el petróleo venezolano. Los barcos de PDVSA transportan 200 000 barriles por día a estados miembros de PetroCaribe bajo un liberal plan de pago con una gracia de hasta 25 años.
PetroCaribe beneficia a muchos países latinoamericanos y caribeños que Estados Unidos ha buscado siempre influir, controlar y a veces ocupar. PetroCaribe comenzó en 2005 como un plan de compartir petróleo que, en vez de buscar ventajas absolutas de comercio sobre los países no productores, busca fortalecerlos, a fin de crear las bases para la independencia política y económica de Estados Unidos. Esto sucede en contraste con los acuerdos del capitalismo con estados productores de África y el Medio Oriente que históricamente han sido explotados y dependientes.
Independientemente de que Cuba se convierta o no en exportador de petróleo, desempeña un papel medular geográfico y operacional como centro de refinación, almacenamiento y embarque de Petrocaribe. En una empresa mixta, PDVSA y Cupet han ampliado la refinería construida por los soviéticos en Cienfuegos, mientras que otras serán construidas en Santiago de Cuba y Matanzas. Matanzas refinará el crudo proveniente de las operaciones en la ZEE y lo transportará desde una ampliada instalación de supertanqueros en el puerto de Matanzas. El puerto de Mariel será desarrollado con capital brasileño para que sirva de base a las operaciones de perforación en la ZEE.
Este sistema verticalmente integrado se planea para expandir el bloque energético sin participación de EE.UU. [10] PetroCaribe también actúa como una maquinaria de desarrollo de infraestructura, incluida una planta generadora en Haití, una refinería en Nicaragua, la expansión de una refinería en Jamaica y varios proyectos de energía renovable. Y a dónde va el petróleo hay también proyectos en áreas no relacionadas con la energía, como turismo, servicios de salud, vivienda y educación.
Cables publicados por WikiLeaks han descubierto los intentos fracasados por parte de compañías petroleras norteamericanas y la embajada en Haití para evitar que el petróleo venezolano llegue a Haití y ahorre $200 millones de dólares al año. El hecho de que en un país sin energía como Haití, el entonces presidente Preval pudiera ganar una batalla contra Exxon, Chevron y el Departamento de Estado es un indicio de los problemas que pudiera causar tratar de eliminar el petróleo barato en los 15 otros países que se benefician de PetroCaribe. [11]
El golpe hondureño de 2009 es otro ejemplo de cómo la independencia regional, alimentada por un petróleo que se puede pagar, permite a los estados elegir entre quedarse junto a Estados Unidos y unirse a Latinoamérica. Con evidente apoyo de EE.UU., elementos derechistas derrocaron al presidente hondureño Manuel Zelaya en 2009. Uno de sus supuestos delitos fue el ingreso de Honduras a PetroCaribe, lo que colocó al país bajo la influencia del presidente venezolano Hugo Chávez. Pero la salida de Honduras de la alianza energética provocó que subieran en flecha los costos de la importación de petróleo. Ahora, el prominente hombre de negocios y patrocinador del golpe Adolfo Facussé, está pidiendo al presidente Porfirio Lobo que regrese a PetroCaribe debido al alto costo del petróleo. Durante el golpe, Facussé había advertido que junto con el petróleo barato de Venezuela llegaría la importación del “neocomunismo”. [12]
Al menos en el caso de Facussé, el parloteo demonizante tradicional acerca del comunismo, campos de concentración y nacionalización de bebés no se puede comparar con las tangibles ventajas del petróleo barato. En la actualidad, dice él, después de todo Chávez no es tan mal tipo y solo está tratando de ayudar a los países pobres. Debemos aceptar el petróleo y darle las gracias, dice Facussé. [13] (Tomado de Progreso Semanal)
Notas
[1] William E. Gibson, “Florida senators hope to fend off new offshore drilling proposal”, Sun Sentinel, 15 de marzo de 2007, http://articles.sun-sentinel.com.
[2] Judson Berger, “Lawmaker Aims to Block Cuba Oil Drilling Near Florida Coast”, 24 de enero de 2011, http://foxnews.com.
[3] Nick Snow, ”Clinton asked to seek temporary delay of drilling off Cuba”, Oil & Gas Journal, 23 de mayo de 2011, http://ogj.com.
[4] David Goodhue, “Oil rig to drill south of Keys by September”, Miami Herald, 20 de mayo de 2011, http://miamiherald.com.
[5] “Ros-Lehtinen Comments on BP Oil Spill Day 35: Urges Keys Business to File Claims with BP for Economic Damage”, 24 de mayo de 2010, http://ros-lehtinen.house.gov.
[6] Suburban Emergency Management Project, “The Guadalajara 1992 Sewer Gas Explosion Disaster,” 3 de mayo de 2006, http://semp.us.
[7] Andrew Restuccia, “Salazar: Cuban offshore drilling ‘issue of concern’”, The Hill, 27 de mayo de 2011, http://thehill.com.
[8] Timothy O’Hara, “Cuba Drilling Sparks Bills”, Florida Keys News, 30 de enero de 2011, http://keysnews.com.
[9] Tom Doggett, “Repsol says will drill off Cuba following U.S. rules”, Reuters, 3 de junio de 2011, http://us.mobile.reuters.com.
[10] Robert Sandels, “Cuba-L Analysis—The Other Revolution”, Cuba-L Direct, 21 de abril de 2007, http://cuba-l.unm.edu.
[11] Kim Ives y Dan Coughlin, entrevistados por Juan González y Amy Goodman, ”WikiLeaks Cables Reveal ‘Secret History’ of U.S. Bullying in Haiti at Oil Companies’ Behest”, Democracy Now!, 3 de junio de 2011, http://democracynow.org; Dan Coughlin and Kim Ives, “WikiLeaks Haiti: The PetroCaribe Files”, The Nation, 1 de junio de 2011, http://thenation.com.
[12] Yesille C. Ponce, “Honduras: ‘Hay un esquema siniestro…’”, La Prensa, 26 de enero de 2009, http://laprensa.hn.
[13] “Recomiendan a Honduras retornar a PetroCaribe por el alto precio de los combustibles,” El Heraldo.hn, 5 de abril de 2011, www.elheraldo.hn.
(*) Robert Sandels escribe acerca de Cuba para la publicación en línea Cuba-L Direct (Albuquerque). Sandels fue profesor de Historia en la Universidad Quinnipiac en Connecticut y actualmente vive en México.
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