EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
“No, no lo habré de recibir porque el Gobierno de México ha reconocido al Gobierno formado en Venezuela y no podemos ser parte de un conflicto interno ni tomar posición en un conflicto interno”... esta fue la parte más democrática de las declaraciones del gobernante mexicano, Enrique Peña Nieto, durante su gira europea, cuando la prensa le interrogó sobre un posible encuentro con el líder opositor Henrique Capriles Radonsky. Hay que preguntarse, ¿es un delito o una violación del derecho internacional el recibir de modo oficial a representantes opositores? La líder opositora y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, realizó un periplo hace algún tiempo por varios países europeos, asiáticos y EEUU, según los argumentos de Peña Nieto, ¿se puede considerar que esos gobiernos cometieron delito o están tomando una posición en el conflicto Birmano? Acaso, ¿se negaría el flamante presidente de México a recibir al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, simplemente porque esa agrupación partidista española perdió el poder en las últimas elecciones presidenciales y ahora están en las filas opositoras? No hubo que estar presente en Venezuela para darse cuenta que durante las elecciones hubo todo tipo de irregularidades y arbitrariedades a manos del chavismo. El fraude fue más que evidente. Además, por Capriles votó la mitad o más de los venezolanos. Por tanto, es un político que representa a la mitad o más de ese pueblo latinoamericano. El desaire de Peña Nieto a Capriles demuestra el poco compromiso de este personaje con los valores y principios democráticos. Su postura es similar a la de muchos otros gobernantes de latinoamerica, que sienten respeto y hasta admiración por los gobiernos dictatoriales. La adoración que le profesan a los Castro es un ilustrativo ejemplo.
“No, no lo habré de recibir porque el Gobierno de México ha reconocido al Gobierno formado en Venezuela y no podemos ser parte de un conflicto interno ni tomar posición en un conflicto interno”... esta fue la parte más democrática de las declaraciones del gobernante mexicano, Enrique Peña Nieto, durante su gira europea, cuando la prensa le interrogó sobre un posible encuentro con el líder opositor Henrique Capriles Radonsky. Hay que preguntarse, ¿es un delito o una violación del derecho internacional el recibir de modo oficial a representantes opositores? La líder opositora y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, realizó un periplo hace algún tiempo por varios países europeos, asiáticos y EEUU, según los argumentos de Peña Nieto, ¿se puede considerar que esos gobiernos cometieron delito o están tomando una posición en el conflicto Birmano? Acaso, ¿se negaría el flamante presidente de México a recibir al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, simplemente porque esa agrupación partidista española perdió el poder en las últimas elecciones presidenciales y ahora están en las filas opositoras? No hubo que estar presente en Venezuela para darse cuenta que durante las elecciones hubo todo tipo de irregularidades y arbitrariedades a manos del chavismo. El fraude fue más que evidente. Además, por Capriles votó la mitad o más de los venezolanos. Por tanto, es un político que representa a la mitad o más de ese pueblo latinoamericano. El desaire de Peña Nieto a Capriles demuestra el poco compromiso de este personaje con los valores y principios democráticos. Su postura es similar a la de muchos otros gobernantes de latinoamerica, que sienten respeto y hasta admiración por los gobiernos dictatoriales. La adoración que le profesan a los Castro es un ilustrativo ejemplo.
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