Contradesarrollo: una fuerza laboral desorientada
julio 8, 2012 por Luis Felipe Rojas
Hace poco una noticia desde Guantánamo volvió a conmocionarme por su crueldad y por los oscuros tintes de futuro que presenta para sus actores. La nota la firma el activista de Derechos Humanos Yordis Garcia Fournier y asegura que más de veinte jóvenes fueron advertidos oficialmente por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de esa localidad debido a su desvinculación laboral o a conductas que los uniformados creen impropias.
A finales de 2008 y apoyado en una investigación de Jorge Corrales Ceballos informé a través de esta bitácora sobre las presiones ejercidas en ese mismo lugar a más de ochenta jóvenes por las mismas causas. En aquella ocasión varios de ellos fueron a dar a la cárcel bajo cargos de Peligrosidad Social Pre-Delictiva. La organización Human Rigths Wachts resumió en sus anales el incidente y fui detenido varias veces, mi teléfono bloqueado por varios días y me amenazó directamente la policía política de Guantánamo por, según ellos yo estar “hablando por ahí de cosas que no eran de mi localidad”, sin embargo continuaron los atropellos contra jóvenes no solo de allí, si no, de toda la geografía nacional.
Ahora que la emprenden contra estos imberbes surorientales cubanos sería bueno devolverles la bola al campo de los responsables gubernamentales. Cuando en menos de cinco años han disminuido las posibilidades de ingreso a la Educación Superior de los egresados de la enseñanza preuniversitaria a niveles alarmantes Qué puede esperarse de aquella ciudadanía flotante? La sobrepoblación en las matrículas de la Enseñanza Politécnica nos habría reportado una fuerza de trabajo calificada que hubiera impulsado la economía del país, pero ahora nuestros gobernantes se aparecen con una ‘reducción de plantilla’ que eufemísticamente llaman “Reordenamiento laboral” o política de disponibilidad.
Volviendo al tema de los jóvenes amenazados vale cuestionar: Si están disponibles, entonces por qué amenazarlos? Cómo puede ser socialmente peligroso un joven tornero al que han condenado a llenar fosforeras o vender productos ociosos en una dependencia estatal? Las estadísticas oficiales de jóvenes desvinculados por falta de una verdadera ubicación laboral nunca serán publicadas, de ahí que poder tener a mano esas cifras para un análisis lógico del caso no lo veo probable.
Ahora mismo la política educacional es graduar a más ‘técnicos medio’ desde la enseñanza secundaria y volver al plan educativo de cuatro años, pero en qué emplear a miles de egresados calificados en oficios y profesiones que duermen el sueño eterno? Más de medio centenar de institutos politécnicos en todo el país graduaron a jóvenes en especialidades de la Fabricación y la Maquinaria Azucarera, pero aquellos quienes asumieron su profesión por un tiempo se han visto obligados más a la siembra y limpia de la gramínea que a la fabricación en sí, sin detallar la depresión del sector azucarero en el último decenio. Hay una fuerza laboral calificada que desborda las posibilidades de empleo, luego de esto si no desean laborar en esferas no afines a sus estudios, por qué calificarlos de inadaptados sociales o proclives a delinquir?
La lógica de las matrículas en politécnicos y tecnológicos en Cuba históricamente fue de la siguiente manera: los alumnos con escasas posibilidades de ingresar a la universidad optaban por la enseñanza media. Con el agravamiento de la crisis económica en los años ‘90 la balanza se inclinó hacia la comodidad y el sosiego: estudio a media jornada y semi- internamiento de los alumnos, lo que se tradujo en menor esfuerzo para los padres como responsables directos. Ante la reducción de matriculas para los preuniversitarios urbanos y en el campo (y con ello la universitaria), aumentó la cantidad técnicos medios y obreros calificados, una población flotante ahora difícil de atajar cuando un remanente grande decide no vivir más de sus padres, sale a fajarse con la vida y en éstas no siempre llevan las de ganar, pero se esquivan hoy, aguantan mañana. Así van hipotecando el futuro -A quién? ya se sabrá. Para un pillo, otro, dirán algunos.
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