No les importa el pueblo
Por Laritza Diversent

En medio de la crisis y el descalabro del sistema económico, los comunistas cubanos decidieron realizar reformas para "garantizar la continuidad e irreversibilidad del socialismo". En los debates estuvo ausente el tema de los derechos humanos. ¿Será que a los cubanos no les interesa vivir en libertad?
En realidad, los isleños no pudieron incluir en las reformas temas como la libertad para asociarse, para salir y entrar de Cuba, o la iniciativa económica en igualdad de condiciones con el Estado. El partido dijo qué y cómo reformar. También mandó a la Asamblea Nacional a transformar en ley, sus decisiones.
En un informe, sacado a la venta en la segunda semana de mayo, el Partido Comunista de Cuba presentó los resultados de los debates sobre 219 lineamientos de la política económica y social propuestos, y que después se ampliaron a 313, al ser discutidos "por todo el pueblo".
Los 1000 delegados del congreso comunista, que representan aproximadamente el 0,009 % de la población, aprobaron las reformas. Sin embargo, los principales líderes comunistas ostentan los máximos cargos del Gobierno, del Estado, y ocupan asientos en el parlamento. No hay duda de que sus decisiones tomarán fuerza de ley, como una tremenda demostración de unidad y concentración del poder.
El partido comunista es el único reconocido en el sistema. No participa en las elecciones, pero – constitucionalmente- está catalogado como la fuerza dirigente del Estado. Con sus casi 800 mil miembros, que representan un 7,14 % de los cubanos, tiene más poder de decisión que la Asamblea Nacional, el órgano que supuestamente representa y expresa la voluntad de los 11,2 millones de habitantes.
Según los datos ofrecidos en su informe, el PCC consultó a mas de 8 millones de cubanos, aproximadamente un 79,6 % de la población total de la isla. Un 33,9 %, de los participantes levantó la mano, dio su nombre y apellidos; para intervenir en los debates en "reuniones de sus organizaciones de base, centros de trabajo o estudio y las comunidades".
En términos prácticos, esto significa que un 26, 9 % de los cubanos habló. Sin embargo sólo opinaron 781 mil 644, que representan un 25,8 % de los que intervinieron, un 8,76 % de los participaron en los debates y un 6,97 % del total de cubanos. Una verdadera lección de "democracia socialista".
Con la primera sección parlamentaria de este año, continuará la tercera fase del proceso de reformas: "la institucionalización". En sentido estricto y práctico, habría institucionalidad si antes de implementar legalmente los lineamientos aprobados, la Asamblea Nacional realizara un plebiscito.
La cuestión es si el parlamento considera necesario realizar un referendo, después de la "consulta popular" que hizo el Partido Comunista. Hasta ahora no habido una declaración de intención. Todo parece indicar que no habrá.
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