Cuba: La nueva actitud de los jóvenes isleños
Las nuevas generaciones empiezan a distanciarse y a cuestionar a sus gobernantes en un país cada vez “más globalizado”.
Sáb, 21/11/2009 - 11:14 El cronista oficial José Alejandro Rodríguez admite que la nueva generación “es mucho menos homogénea que sus antecesoras, y muestra segmentaciones en gustos, actitudes, estilos e intereses”. Expertos dicen que “la apuesta por la individualidad y el pragmatismo es otro resultado de la globalización”.
Y esa diversidad brota a cada minuto en la compleja cotidianidad, así como en el teatro, las artes plásticas, el cine y hasta en la proliferación de blogs que se registra en el país para ponderar o criticar el acontecer. Los cubanos nacidos entre los años de 1970 y 1980 están “marcados por las escuelas al campo (trabajos periódicos en la agricultura), los muñequitos rusos (comics de moraleja socialista), las salidas ilegales (del país) y la frustración”, considera la bloguera Yoani Sánchez.
“Nací en el año del Primer Congreso del Partido Comunista (1975) y llegué a la adolescencia cuando los soviéticos iniciaban la Perestroika y aquí se hablaba de rectificar errores y tendencias negativas (…) mi padre fue maquinista de tren y militante del Partido Comunista; mi madre, empleada en una base de taxi y miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas. Fui testigo del proceso que hizo caer sus máscaras y creo que eso influyó mucho en mi percepción de lo que me rodeaba”, agregó la joven filóloga, quien la semana anterior denunció haber sido víctima de una agresión por presuntos policías cuando se disponía a participar en una marcha contra la violencia (MILENIO, 11-11-09).
Otros cubanos consideran que Yoani “toca la misma cuerda de los enemigos del país” y descartan por “tendenciosas y demasiado pesimistas” las opiniones de quienes signan con el pragmatismo a los muchachos de ahora. “Nuestra juventud es la continuadora de la revolución y está dispuesta a morir por ella”, dicen. No obstante, la diversidad de puntos de vista y posiciones de las nuevas generaciones, registradas al margen del discurso oficial, “es un fenómeno a seguir de cerca, porque rompe con esa unanimidad tan proclamada por la propaganda como sinónimo de unidad política”, consideran sociólogos.
“Aquí todo es viejo, y cuando se habla de cambio es lo mismo con lo mismo, porque los que dirigen son demasiado ancianos para abrir otros caminos”, comenta Liliana Rodríguez, 26 años, graduada en la Universidad de La Habana, una semana antes de viajar a París con una beca agenciada por internet, como parte de otro fenómeno que sigue creciendo entre los jóvenes.
“La juventud de hoy se parece demasiado a su tiempo. Es la generación que ha crecido comunicándose mucho más con el mundo que nos rodea, por medio de mil artilugios de la tecnología. La cultura global, esa que erosiona identidades y no siempre aporta lo mejor y más valioso, danza a su alrededor, incitándola”, comentó Alejandro Rodríguez en el diario Juventud Rebelde, en una recomendación al congreso de la Unión de Jóvenes Comunista (UJC).
Advirtió Rodríguez que “el congreso (en 2010) llegará (a chicas y chicos), en tanto no se ciña sólo a asuntos monásticos y de vida interna de la organización; y sí refleje en toda su multiplicidad las inquietudes, preocupaciones, sueños e interrogantes de su generación”.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas, al cierre de 2008 más de tres millones de cubanos contaban con edades que oscilan entre los 20 y 39 años (La Generación del Cambio -Nota al margen). Los cuarentones sumaban un millón 85 mil, es decir que en estos segmentos se encuentra poco menos de la mitad del total de la envejecida población cubana de once millones 236 mil habitantes, de los cuales tres millones ya son mayores de 50 años.
“Nuestra sociedad es muy distinta de la que existía en los años 70 (cuando se profundizó la vinculación con la Unión Soviética); del ochenta (cuando la alianza con la URSS dio cierto respiro de consumo a los isleños) e incluso de los 90”, cuando el país se sumió en la peor crisis de su historia con la caída soviética, afirma la revista Espacio Laical, de la Arquidiócesis de La Habana.
Y quizás en esa síntesis figure otra de las esencias que condiciona a los cubanos de hoy, sin que se conozcan estudios estadísticos que indiquen cuál es la conducta determinante, medio siglo después de arrancar en este país un camino social sui géneris en América.
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