La vida, más cara: el Gobierno extiende al 21% el IVA de casi todos los productos
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Algunos productos sufrirán una subida de 13 puntos en el IVA (EFE).
Daniel Forcada - Sígueme en
Twitter 14/07/2012 (06:00h)
No se salva casi nada. Ya lo advirtió el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la hora de explicar qué productos y servicios no se verán afectados por el cambio de las bases imponibles de reducido a general: “Es más fácil decirles lo que no cambia”. El Gobierno extenderá el IVA al 21% a casi todo y dejará reducido a la mínima expresión -transportes, alimentación y hostelería- los sectores que seguirán tributando a un tipo reducido del 10%. El cambio supondrá en la práctica un fortísimo encarecimiento del coste de la vida y que la cultura, el cine, el teatro, los espectáculos deportivos o incluso las gafas graduadas sufran una subida de 13 puntos en su tributación, del 8% con el que están gravados actualmente al 21% con el que lo harán a partir del 1 de septiembre.
El drástico anuncio estaba reservado a la letra pequeña del Real Decreto aprobado este sábado por el Consejo de Ministros y que hoy se publica en el BOE, pero Montoro tuvo que explicitarlo en la última de las preguntas formuladas por los periodistas. Rebuscó entre sus papeles, dio algún que otro rodeo en sus explicaciones y acabó por concretar que “en el tipo reducido queda el transporte, la hostelería y la cesta de la compra”, mientras que todo lo demás sufre “una traslación” del tipo reducido al general. Un cambio en el que radica, principalmente, la verdadera capacidad recaudadora de esta nueva subida del IVA y que afectará, de forma muy singular, a todo lo relacionado con el mundo del ocio.
Entre las cosas que cambian, Montoro citó las entradas de los teatros y los circos, los servicios funerarios y la estética, aunque sobre este último sector, precisó que el cambio del 8 al 21% se aplicará solo a las grandes cadenas de peluquerías y no a los pequeños establecimientos. Pero la lista de bienes afectados es muy larga y llega, también, a cosas tan básicas como las gafas y las lentillas y demás aparatos y complementos utilizados para suplir determinadas deficiencias. Afecta a todos los productos sanitarios utilizados para prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar o curar enfermedades o dolencias; los servicios de limpieza de vías públicas, parques y jardines; la asistencia sanitaria, dental y curas termales, las exposiciones y ferias de carácter comercial; el suministro y recepción de servicios de radiodifusión y televisión digital; la venta con instalación de armarios de cocina y de baño o las importaciones de objetos de arte, antigüedades y objetos de colección.
Todo ello sin contar la repercusión que la reforma tendrá también en el mercado inmobiliario tras la eliminación de la deducción por vivienda a partir del próximo 1 de enero y del IVA superreducido del 4% para la adquisición de nuevas viviendas y los arrendatarios con opción de compra,que pasan a tributar al 10%.
Sin embargo, es el sector de la Cultura, a diferencia del de la hostelería y el turismo, uno de los principales damnificados de esta subida de 13 puntos en el gravamen. Un cambio que podría tener funestas consecuencias para todo el mundo de los espectáculos, desde las entradas de cine, teatros y circos hasta los grandes eventos deportivos pasando por también por la entrada a museos, festejos taurinos, parques de atracciones, conciertos, bibliotecas, parques zoológicos y exposiciones.
Por otro lado, las obras de renovación y reparación de vivienda que, como medida temporal prevista hasta el 31 de diciembre, venían disfrutando de una tributación al tipo reducido del 8% desde abril de 2010, tributarán hasta final de 2013 al nuevo tipo reducido del 10%.
A partir del 1 de septiembre
La subida será efectiva, finalmente, a partir del próximo 1 de septiembre, la fecha “técnicamente más operativa”, según explicó el propio Montoro, que desvinculó la decisión de un intento por proteger al sector turístico durante el mes de agosto. Según dijo, no querían “retrasarlo más” pero sí “dejar un margen de unas semanas para que sea operativa y que no haya problemas ni distorsión en la actividad económica”.
El ministro reconoció, con parquedad, que el Gobierno ha tenido que subir el IVA porque “es obligado hacerlo” por las circunstancias, por las recomendaciones de la Unión Europea y por la prioridad absoluta de reducir el déficit público. “No hay más remedio”, admitió pese a que su partido se había comprometido en su programa electoral a bajar impuestos y no a subirlos.
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