EEUU envía un mensaje a Irán con nuevas fuerzas en el Golfo
THOM SHANKER, ERIC SCHMITT Y DAVID E. SANGER
NEW YORK TIMES SERVICE
WASHINGTON -- Estados Unidos ha trasladado sin hacer ruido refuerzos militares hacia el Golfo Pérsico para disuadir a las fuerzas armadas iraníes de cualquier posible intento de cerrar el Estrecho de Hormuz y para aumentar el número de aviones cazas capaces de atacar en las profundidades de Irán si aumenta el enfrentamiento sobre su programa nuclear.
El despliegue forma parte de un largamente planeado esfuerzo para reforzar la presencia militar de EEUU en la región del golfo, en pare para reasegurarle a Israel que al tratar con Irán, como dijo la semana pasada un alto funcionario gubernamental, “Cuando el presidente dice que hay otras opciones sobre la mesa más allá de las negociaciones, quiere decir exactamente eso”.
Pero en un momento en que Estados Unidos y sus aliados comienzan a hacer cumplir un embargo mucho más amplio contra las exportaciones petroleras de Irán, con la intención de obligar al país a tomar en serio las negociaciones sobre limitar en gran parte su programa nuclear, el incremento trae riesgos significativos, incluyendo que los poderosos Cuerpos Islámicos de Guardias Revolucionarios de Irán puedan decidir arremeter contra la mayor presencia.
Los elementos más visibles de este incremento son naves de la Marina que tienen la intención de aumentar grandemente la capacidad para patrullar el Estrecho de Hormuz – y reabrir la estrecha vía acuática si Irán la mina para prevenir que Arabia Saudita y otros exportadores de petróleo envíen los buques tanques al vital paso.
La Marina ha duplicado el número de barredoras de minas asignadas a la región, a ocho, en lo que oficiales militares describen como una acción puramente defensiva.
“El mensaje a Irán es, ‘Ni pienses en ello’ “, dijo un alto funcionario del Departamento de Defensa. “Ni pienses sobre cerrar el estrecho. Limpiaremos las minas. Ni pienses sobre enviar tus botes rápidos para hostigar a nuestras naves o nuestros barcos comerciales. Los pondremos en el fondo del golfo”.
Como otros entrevistados, el funcionario habló a condición de anonimato debido a lo delicado de la situación diplomática y militar.
Desde la primavera pasada, aviones furtivos F-22 y más antiguos F-15C han sido trasladados a dos bases en el Golfo Pérsico para aumentar los jets de combate que ya se encuentran en la región, así como los grupos de ataque en los portaviones que se encuentran en constantes recorridos en la zona. Los aviones de ataque adicionales le dan a las fuerzas armadas estadounidenses una mayor capacidad contra las baterías de misiles costeros que podrían amenazar el movimiento de los barcos, así como el alcance para atacar otros objetivos con mayor profundidad dentro de Irán.
Y la Marina, después del desarrollo de un programa de choques, ha enviado una embarcación anfibia convertida y barco de acoplamiento, el Ponce, hacia el Golfo Persa para servir como la primera base flotante del Pentágono para operaciones militares de asistencia humanitaria.
La asignación inicial para el Ponce, dijeron funcionarios del Pentágono, es servir como un centro logístico y de operaciones para la limpieza de minas. Pero con un salón médico y una pista de helicópteros, así como literas para las tropas de combate, el Ponce se puede usar eventualmente como una base para las fuerzas de Operaciones Estatales para llevar a cabo varios tipos de misiones, incluyendo reconocimiento y contraterrorismo, todo desde aguas internacionales.
Para el presidente Barack Obama, la combinación de negociaciones y nuevas sanciones encaminadas a las ganancias petroleras de Irán y el aumento de la presión militar es la más reciente prueba de lo que la Casa Blanca llama una política de “dos caminos” contra Irán. En el medio de una campaña de elecciones presidenciales en las que su oponente, Mitt Romney, lo ha acusado de ser débil en el tema nuclear iraní, Obama busca proyectar dureza sin traer una crisis a la región.
Al mismo tiempo, él debe mostrar su apoyo a Israel, pero no tanto que los israelíes vean los refuerzos como una oportunidad para atacar las instalaciones nucleares de Irán, lo que el equipo de Obama cree que podría provocar una guerra sin afectar significativamente el programa iraní.
Una motivación clave para los “Juegos Olímpicos”, el esfuerzo encubierto para socavar la capacidad de enriquecimiento de Irán con ataques cibernéticos, ha demostrado a los israelíes que hay formas más efectivas de hacer más lento el desarrollo del programa que atacarlo desde el aire.
Este delicado señalamiento tanto para Irán como para Israel es una danza compleja. El senador John Kerry, demócrata por Massachusetts y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, dijo que la administración debe lograr un fino balance entre el posicionar fuerzas para disuadir a Irán, pero no indicar de forma inadvertida a Irán o Israel que un ataque a los sitios nucleares iraníes es inminente o inevitable.
“Hay muchas expectativas que manejar”, dijo Kerry en una entrevista. “Las personas necesitan saber que eres serio, pero también se debe dejar espacio para una resolución pacífica”.
Hay pocas pruebas de que el aumento de la presión está teniendo el efecto deseado. Las negociaciones con Irán están estancadas, aunque se espera que un grupo de expertos iraníes, estadounidenses y europeos se reúna el martes en Estambul para revisar una reciente propuesta de EEUU y la respuesta iraní.
Irán se ha resistido enérgicamente a los esfuerzos para obligarlo a dejar el enriquecimiento de uranio, comenzando con la producción de un tipo que es relativamente cercano al grado necesario para la bomba.
Al responder al incremento de las sanciones, Irán anunció el lunes que consideraría proponer una legislación para interrumpir el tráfico en el Estrecho de Hormuz así como pruebas de misiles, en una acción claramente intentada como una advertencia a Israel y Estados Unidos.
La legislación pediría que las fuerzas armadas iraníes bloquearan a cualquier buque tanque en ruta hacia países que ya no compran el crudo iraní debido al embargo. No quedó claro si la legislación se aprobaría o cómo Irán la haría cumplir.
Altos funcionarios del Pentágono y militares reconocen que Irán tiene la capacidad para cerrar el estrecho, al menos temporalmente, y que las fuerzas adicionales para limpiar minas pueden verse como una prueba tanto concreta como hablada del compromiso de Washington para asegurar que cualquier cierre sea tan breve como sea posible.
Funcionarios del Departamento de Defensa destacaron que la reciente restructuración de las fuerzas de EEUU en la región del Golfo Pérsico no se debe ver como sólo sobre la potencial amenaza nuclear de Irán.
“Esto no es sólo sobre las ambiciones nucleares iraníes, sino sobre las ambiciones hegemónicas regionales de Irán”, dijo el alto funcionario del Departamento de Defensa. “Esta es una compleja selección de poder militar estadounidense que es una prueba tangible para todos nuestros aliados, socios y amigos de que incluso con los giros de EEUU hacia Asia, nos mantenemos vigilantes en el Oriente Medio”.
Mientras que las tropas terrestres de EEUU se han retirado de Irak, una fuerza equivalente a una brigada de combate extra del Ejército se ha mantenido en Kuwait, dijeron funcionarios. Podría desempeñar varios papeles para contener la inestabilidad regional, pero Irán es una preocupación principal.
Mientras que es siempre difícil conocer las intenciones de Irán, altos funcionarios de la Marina de EEUU han destacado que los barcos iraníes en el Golfo Pérsico han evitado un comportamiento provocativo.
“Las cosas han estado relativamente tranquilas”, dijo el almirante Jonathan W. Greenert, el jefe de operaciones navales, al evaluar las acciones de las embarcaciones de la Marina Iraní durante “los últimos meses”.
Pero eso fue sin la presión de las nuevas sanciones. Ya Irán exporta mucho menos petróleo todos los días que hace un año: alrededor de 1.5 millones de barriles al día en comparación con los 2.5 millones antes de la imposición gradual de las primeras sanciones.
Mientras que las embarcaciones iraníes han evitado en recientes semanas confrontaciones con las de los aliados, Irán espera equipar pronto a sus barcos en el estrecho de Hormuz con misiles de corto alcance, dijo el viernes un comandante de los Guardias Revolucionarios, de acuerdo con la agencia noticiosa semioficial Mehr.
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