EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Capriles afirma: ‘no me van a robar la elección’
Candidato presidencial opositor Henrique Capriles saluda durante una ceremonia para inscribir su candidatura a la presidencia en Caracas, Venezuela, Domingo, 10 de junio 2012. Capriles se enfrentará al presidente de Venezuela, Hugo Chávez en las elecciones presidenciales programadas para el 7 de octubre.
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
MATURIN, Venezuela -- Al término del día, después de haber caminado unos 10 kilómetros entre sus eufóricos seguidores en dos ciudades venezolanas diferentes, el candidato opositor Henrique Capriles entra sonriente al autobús repleto con el personal de su equipo de campaña y comenta con contagiosa convicción: “vamos a ganar esto”.
El comentario suena grande si se analiza lo que el joven aspirante a la presidencia debe superar: un gobierno que usa miles de millones de dólares del Estado para hacer campaña, un presidente que ordena una cadena de radio y televisión cuando le da la gana y el uso de entidades gubernamentales para hacer proselitismo político como si el Estado y el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela fuesen una y la misma cosa.
Sin embargo, Capriles no mencionó a ninguno de estos factores cuando se le preguntó en una entrevista por qué estaba tan convencido de que derrotará al presidente Hugo Chávez en las elecciones de octubre. El candidato simplemente da por hecho que sacará más votos. El gran peligro, dijo, reside en otra cosa, en que el gobierno pretenda robarse la elección a través del fraude.
Es un riesgo contra el que el ex gobernador del estado Miranda dijo estar preparándose.
“No tengo ninguna duda que si montamos la organización electoral para cuidar los votos, nosotros el siete ganamos”, comentó Capriles, de 39 años.
“Pero tenemos que fortalecer la vigilancia electoral. La vigilancia es la palabra clave. Porque si descuidamos las mesas [de votación], se roban los votos. Yo no he perdido nunca una elección porque siempre he cuidado mis votos”, enfatizó.
La admisión constituye una desviación de la línea oficial de la oposición venezolana, que en reiterada ocasiones ha asegurado que no hay riesgo de fraude en los comicios.
Es una posición que busca evitar que la gente se desmotive y se abstenga de participar, pero que expertos en materia electoral y académicos han estado advirtiendo desde hace ya años, ante el férreo control del gobierno sobre la autoridad electoral y el uso en los comicios de un cuestionado sistema electrónico.
Los expertos han señalado que el gobierno de Chávez ha estado haciendo trampa en menor o mayor proporción a lo largo de las últimas contiendas electorales.
No obstante, Capriles dijo que hay maneras de proteger el voto y aseguró que su campaña precisamente está preparándose arduamente para hacerlo, ampliando la presencia de sus representantes en cada una de las mesas de votación.
“Estoy trabajando en eso, en la organización electoral. Estoy montando 14,000 comandos de campaña. y estoy tratando de llevar cada comando de campaña a cada uno de los centros de votación, de manera que cada mesa de votación tenga una amplia representación nuestra”, dijo el candidato.
Es una fórmula que Capriles dice que ha perfeccionado a lo largo de campañas anteriores y que le ha permitido salir airoso ante los candidatos del oficialismo.
El joven dirigente, quien hasta el momento no ha perdido una sola elección, dijo no sentir gran preocupación por los resultados de las encuestas que muestran que Chávez le lleva una ventaja de más de 20 puntos.
Por un lado, Capriles dijo que esos sondeos de opinión pagados por el gobierno mienten, y sus resultados son anunciados públicamente para tratar de generar una falsa sensación de fortaleza que el gobierno en realidad no tiene.
Y por el otro, el candidato dijo que está acostumbrado a competir desde una posición de desventaja.
“Tengo varios años en esto y sé quién [que encuestadora] dice la verdad y quién no la dice”, sostuvo el candidato, antes de señalar que las encuestas realizadas por su equipo de campaña, las cuales no han revelado al público, muestran que está virtualmente empatado con Chávez.
“A mí esto me recuerda un poquito cuando yo inicie la carrera por la gobernación de Miranda. Arranqué siete puntos por abajo y termine con siete puntos por arriba. Hoy estamos en una elección cabeza a cabeza, eso es extraordinario para mí. Y yo soy el nuevo en esta carrera. El otro tiene 13 años en el manejo del poder y yo estoy creciendo, en una tendencia de bola de nieve, con la fuerza de un huracán”, expresó.
Parte de esa fortaleza es palpable durante las giras que el candidato ha estado realizando a lo largo del país, en contraste con la inmovilidad de Chávez, quien padece de cáncer, lo que ha reducido considerablemente sus apariciones en público.
Expertos dijeron a El Nuevo Herald que las concentraciones electorales que Capriles ha reunido en Maturín, Cumana y Maracaibo, han sido extraordinarias, lo que muestra un creciente grado de optimismo y de conexión emocional entre los electores y el candidato de la oposición.
Parte de eso optimismo se debe al natural desgaste de la oferta electoral de Chávez, quien está en vías de cumplir 14 años en el poder, y está pidiendo un nuevo mandato para alcanzar los 20 años al frente del destino del país.
Pero también a la oferta sencilla del candidato, quien sólo habla de la inclusión de todos los venezolanos -chavistas y opositores- en la búsqueda de soluciones de los graves problemas del país acumulados bajo la Revolución Bolivariana.
Con suerte, es una formula que le permitiría a Capriles sacar más votos que Chávez en octubre, pero eso es sólo parte del trabajo que la oposición tiene por delante. También hay que cuidar los votos, insistió el candidato, quien dijo que está dispuesto a asumir la tarea.
“Yo siempre voy a defender la voluntad del pueblo y si la voluntad del pueblo me favorece la voy a defender, sin duda alguna” sostuvo el abanderado de la oposición.
“Y si la voluntad del pueblo no me favorece, bueno, el pueblo siempre tiene la última palabra”, enfatizó.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
El comentario suena grande si se analiza lo que el joven aspirante a la presidencia debe superar: un gobierno que usa miles de millones de dólares del Estado para hacer campaña, un presidente que ordena una cadena de radio y televisión cuando le da la gana y el uso de entidades gubernamentales para hacer proselitismo político como si el Estado y el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela fuesen una y la misma cosa.
Sin embargo, Capriles no mencionó a ninguno de estos factores cuando se le preguntó en una entrevista por qué estaba tan convencido de que derrotará al presidente Hugo Chávez en las elecciones de octubre. El candidato simplemente da por hecho que sacará más votos. El gran peligro, dijo, reside en otra cosa, en que el gobierno pretenda robarse la elección a través del fraude.
Es un riesgo contra el que el ex gobernador del estado Miranda dijo estar preparándose.
“No tengo ninguna duda que si montamos la organización electoral para cuidar los votos, nosotros el siete ganamos”, comentó Capriles, de 39 años.
“Pero tenemos que fortalecer la vigilancia electoral. La vigilancia es la palabra clave. Porque si descuidamos las mesas [de votación], se roban los votos. Yo no he perdido nunca una elección porque siempre he cuidado mis votos”, enfatizó.
La admisión constituye una desviación de la línea oficial de la oposición venezolana, que en reiterada ocasiones ha asegurado que no hay riesgo de fraude en los comicios.
Es una posición que busca evitar que la gente se desmotive y se abstenga de participar, pero que expertos en materia electoral y académicos han estado advirtiendo desde hace ya años, ante el férreo control del gobierno sobre la autoridad electoral y el uso en los comicios de un cuestionado sistema electrónico.
Los expertos han señalado que el gobierno de Chávez ha estado haciendo trampa en menor o mayor proporción a lo largo de las últimas contiendas electorales.
No obstante, Capriles dijo que hay maneras de proteger el voto y aseguró que su campaña precisamente está preparándose arduamente para hacerlo, ampliando la presencia de sus representantes en cada una de las mesas de votación.
“Estoy trabajando en eso, en la organización electoral. Estoy montando 14,000 comandos de campaña. y estoy tratando de llevar cada comando de campaña a cada uno de los centros de votación, de manera que cada mesa de votación tenga una amplia representación nuestra”, dijo el candidato.
Es una fórmula que Capriles dice que ha perfeccionado a lo largo de campañas anteriores y que le ha permitido salir airoso ante los candidatos del oficialismo.
El joven dirigente, quien hasta el momento no ha perdido una sola elección, dijo no sentir gran preocupación por los resultados de las encuestas que muestran que Chávez le lleva una ventaja de más de 20 puntos.
Por un lado, Capriles dijo que esos sondeos de opinión pagados por el gobierno mienten, y sus resultados son anunciados públicamente para tratar de generar una falsa sensación de fortaleza que el gobierno en realidad no tiene.
Y por el otro, el candidato dijo que está acostumbrado a competir desde una posición de desventaja.
“Tengo varios años en esto y sé quién [que encuestadora] dice la verdad y quién no la dice”, sostuvo el candidato, antes de señalar que las encuestas realizadas por su equipo de campaña, las cuales no han revelado al público, muestran que está virtualmente empatado con Chávez.
“A mí esto me recuerda un poquito cuando yo inicie la carrera por la gobernación de Miranda. Arranqué siete puntos por abajo y termine con siete puntos por arriba. Hoy estamos en una elección cabeza a cabeza, eso es extraordinario para mí. Y yo soy el nuevo en esta carrera. El otro tiene 13 años en el manejo del poder y yo estoy creciendo, en una tendencia de bola de nieve, con la fuerza de un huracán”, expresó.
Parte de esa fortaleza es palpable durante las giras que el candidato ha estado realizando a lo largo del país, en contraste con la inmovilidad de Chávez, quien padece de cáncer, lo que ha reducido considerablemente sus apariciones en público.
Expertos dijeron a El Nuevo Herald que las concentraciones electorales que Capriles ha reunido en Maturín, Cumana y Maracaibo, han sido extraordinarias, lo que muestra un creciente grado de optimismo y de conexión emocional entre los electores y el candidato de la oposición.
Parte de eso optimismo se debe al natural desgaste de la oferta electoral de Chávez, quien está en vías de cumplir 14 años en el poder, y está pidiendo un nuevo mandato para alcanzar los 20 años al frente del destino del país.
Pero también a la oferta sencilla del candidato, quien sólo habla de la inclusión de todos los venezolanos -chavistas y opositores- en la búsqueda de soluciones de los graves problemas del país acumulados bajo la Revolución Bolivariana.
Con suerte, es una formula que le permitiría a Capriles sacar más votos que Chávez en octubre, pero eso es sólo parte del trabajo que la oposición tiene por delante. También hay que cuidar los votos, insistió el candidato, quien dijo que está dispuesto a asumir la tarea.
“Yo siempre voy a defender la voluntad del pueblo y si la voluntad del pueblo me favorece la voy a defender, sin duda alguna” sostuvo el abanderado de la oposición.
“Y si la voluntad del pueblo no me favorece, bueno, el pueblo siempre tiene la última palabra”, enfatizó.
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