Disidente cubano preso suspende huelga de hambre y espera juicio (esposa)

El disidente cubano José Daniel Ferrer, detenido desde hace 24 días, suspendió este jueves una huelga de hambre que había iniciado el lunes, informó a la AFP su esposa, Belkis Cantillo.

"El se había plantado el lunes (en huelga de hambre) porque los alimentos estaban muy malos y durante las visitas no nos permitían hablar cosas políticas, sólo familiares", dijo Cantillo por teléfono a la AFP.
Pero "hoy (jueves) me permitieron verlo y hablamos de todo, cosas políticas que él quería saber, cosas familiares, y comió de los alimentos que le llevamos, y me dijo que suspendía la huelga pues la comida (que le dan en prisión) había mejorado", añadió.
Ferrer, de 41 años, fue detenido el 2 de abril en una "ola represiva" en Santiago de Cuba (sureste) que siguió a la visita del papa Benedicto XVI a la isla, que incluyó a otros 42 opositores que fueron liberados paulatinamente antes de una semana, según la disidencia.
Líder de la ilegal Unión Patriótica de Cuba, Ferrer fue uno de los 75 disidentes condenados en 2003 y excarcelado en 2011 por la mediación de la Iglesia.
"Está muy delgado, la úlcera (gástrica que padece) le duele mucho", explicó Cantillo tras visitarlo en la sede de la Seguridad del Estado en Santiago de Cuba, 900 km al sureste de La Habana, donde permanece recluido.
Cantillo aseguró que este jueves las autoridades le entregaron por escrito los cargos contra su marido, que será llevado a juicio próximamente. "Lo acusan de desorden público, pero me dijo que él no quería abogado", señaló.
"Sería una injusticia (que condenen a Ferrer), porque él no ha cometido ningún delito, fue sacado de su casa sin zapatos", dijo a la AFP el disidente Elizardo Sánchez, que dirige la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Ferrer "es el opositor activo más pacífico (en la isla), ha hecho una labor realmente inédita en las provincias orientales", añadió Sánchez.
Un informe divulgado el miércoles por la Comisión, que es ilegal pero tolerada por el régimen comunista, dijo que en las cárceles cubanas hay 50 presos por "motivos políticos", entre los cuales contó a Ferrer.

El gobierno cubano considera a los disidentes "mercenarios" al servicio de Estados Unidos.
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