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Redada de disidentes para evitar protestas
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Entre 50 y 80 personas fueron detenidas ayer para impedir su asistencia al funeral
Contramaestre es una pequeña población de unos 60.000 habitantes de la provincia oriental de Santiago de Cuba que, desde el jueves por la tarde, soporta un despliegue policial jamás visto tras la muerte de uno de sus vecinos, el preso político Wilman Villar. Las fuerzas de seguridad comenzaron allí a detener con violencia a disidentes para evitar las manifestaciones, así como un funeral y un entierro multitudinario. El despliegue policial en la única funeraria de Contramaestre resultó «intimidatorio» para la familia de Villar, según testigos presenciales.
Entre 50 y 80 opositores fueron detenidos en las provincias orientales de Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Guantánamo, y «a un número indeterminado de cubanos se les impidió salir de su casa para evitar que asistieran al funeral», explicó a ABC el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez.
Desde el jueves por la tarde, José Daniel Ferrer, coordinador del movimiento Unión Patriótica de Cuba al que pertenecía Villar, tenía una patrulla policial en la puerta de su casa de Palmerito de Cauto (Santiago). Ferrer estaba conmovido por la llamada solidaria del consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria.
Este ex preso político del «Grupo de los 75» tenía confirmadas al menos 40 detenciones de Damas de Blanco y de miembros de otros grupos de disidentes que intentaron llegar hasta Contramaestre. La mayoría de los arrestos se produjo en esa localidad, en Palmarito de Cauto, Palma Soriano, Moa, Santiago de Cuba y Holguín.
Desde La Habana, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, aseguró que esta muerte «es una muestra más de la cobardía del Gobierno cubano, al que no le interesa más que su poder». Este grupo de mujeres familiares de presos y ex presos políticos ha abierto un libro de condolencias en su sede, fuertemente vigilada.
Los opositores Miriam Leiva y Óscar Espinosa Chepe hicieron un llamamiento a «la comunidad internacional para que se dirija al Gobierno de Cuba, a fin de que excarcele a los prisioneros políticos pacíficos, se humanicen las condiciones en las prisiones, cesen las represiones y se respeten los derechos humanos de todo el pueblo». Oswaldo Payá, líder del movimiento Cristiano Liberación, se mostró «consternado», en unas declaraciones a Radio Martí, por un «crimen que pudo haberse evitado, pero la soberbia y el odio con desprecio dirigieron el itinerario criminal de sus verdugos».
Condena en Estados Unidos
Entre las numerosas reacciones internacionales, el Gobierno de Estados Unidos deploró ayer la «tragedia» del fallecimiento del disidente cubano, «un defensor joven y valiente de los derechos humanos en Cuba», según afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, informa Efe. Desde el exilio de Florida, varias organizaciones anticastristas calificaron de «asesinato» la muerte de Wilman Villar.
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