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De quién, a quién y por qué
Wilfredo Vallín Almeida
Comencé a oír esa frase hace ya algunos años, cuando se puso de moda el término “jinetera”, sinónimo en Cuba de prostituta. Esa profesión (dicen que la más antigua que se conoce), comenzó a presentarse relacionada con esta otra, “asedio al turismo”, pues era lo que muchas de esas jóvenes hacían: acercarse al turista para ofrecerle sus “favores”.
Pero la cosa no quedó ahí, sino que ese concepto se extendió a muchachos jóvenes y no tan jóvenes que, se acercaban a los turistas con la finalidad anterior o cualquier otra…fuere la que fuere.
Ese es el caso de Omar, un joven trabajador y estudiante de lenguas extranjeras cuyo caso expuse en un trabajo anterior. Este joven trabajador se relaciona con extranjeros cuando alguna de sus amistades francesas viene a Cuba o estas le piden que acompañe a algunos amigos o familiares de visita en la Isla.
Para este joven, acudir a la solicitud de sus amigos de ultramar se ha vuelto todo un problema. Cada vez que camina por alguna calle del país con un extranjero, es acusado de asedio al turismo.
No vale para nada el hecho de carecer de antecedentes penales, ni trabajar; ni que los extranjeros lo acompañen a la estación de policía donde conducen a Omar y garanticen que el joven no les asedia de modo alguno.
No tengo nada en contra de que la policía vele por la tranquilidad de los turistas y su protección, pero otra cosa es que cualquier nacional visto en compañía de extranjeros, tiene por fuerza que estarlos asediando.
La calificación de asedio correspondería, en primer lugar, a los turistas mismos y si ellos garantizan a la persona que les acompaña, entonces no son necesarias las esposas en torno a las muñecas.
Quizás el problema está en algo que una muchacha policía de Holguín de servicio en la capital, dijo a unos letrados de la Asociación Jurídica Cubana (sin saber que lo eran), sentada con ellos en el muro del Malecón.
Según esta joven policía, ella recibía una “gratificación” por cada carné de identidad pedido en la calle y, por supuesto, mientras más solicitudes y verificaciones por la planta de radio, mejor para ella.
Siendo las cosas así, creo que nuestro joven compatriota tiene razón en pensar que el asedio es, en realidad, de la policía para con él…por hablar francés.
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