La Sección de Intereses de Cuba en Washington ha ofrecido una "solución humanitaria" para el contratista estadounidense Alan Gross, condenado en la isla por distribuir ilegalmente equipos de telecomunicaciones, pero ha supeditado cualquier acuerdo en este sentido a "una base humanitaria recíproca", con lo que ha dado a entender un posible intercambio con 'los cinco' cubanos condenados en Estados Unidos por delitos relacionados con espionaje.
El segundo jefe de Misión de la Sección de Intereses, Juan Lamigueiro León, firma una carta con fecha del lunes y enviada al diario norteamericano 'The Washington Post' en la que ha querido "aclarar" un editorial publicado por el periódico.
Cuba quiere matizar que el contratista no fue condenado por realizar un "trabajo humanitario" al ayudar a la comunidad judía a conectarse a Internet, ya que las sinagogas "tenían acceso a Internet desde mucho antes de la llegada de Gross a Cuba".
En este sentido, ha subrayado Lamigueiro León, "Gross violó las leyes cubanas y se involucró en actividades encubiertas para desestabilizar a Cuba". "El gobierno de Estados Unidos había contratado al señor Gross para implementar programas federales que atentaban contra el orden constitucional de Cuba", ha advertido, en relación a unos hechos también ilegales bajo las leyes norteamericanas.
El representante de la Sección de Intereses de Cuba en Washington ha dicho que, en medio de este cruce de versiones, "es justo aclarar que el gobierno cubano le ha trasladado al gobierno estadounidense su voluntad de encontrar una solución humanitaria al caso". Sin embargo, dicha solución pasa por "una base humanitaria recíproca".
Aunque Lamigueiro León no ha confirmado que dicha solución consista en un canje con 'los cinco', inmediatamente después de la alusión a la reciprocidad ha recordado que estos cubanos "ya han soportado 13 dolorosos años en la cárcel, alejados de sus esposas, hijos y familiares".
Estados Unidos los condenó por delitos relacionados con espionaje, pero según Cuba pretendían "evitar ataques terroristas" contra la isla. En este sentido, según la versión de La Habana, supervisaban la actividad de grupos extremistas en Nueva Jersey y Florida y gracias a su trabajo La Habana pudo compartir con el FBI "decenas de grabaciones, videos y detalles" sobre estos planes.
"Esa evidencia aunque no fue utilizada para arrestar a los terroristas, fue empleada contra 'los cinco' en un proceso legal corrompido por motivos políticos", ha denunciado Lamigueiro León, en una carta que publica el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
El representante cubano también ha acusado a Estados Unidos de pagar "de forma secreta" a periodistas a cambio de que escribieran artículos contra los imputados durante el juicio que se desarrolló contra ellos. "Insto al Washington Post a tener en consideración los argumentos aquí planteados cada vez que se pronuncie sobre estos temas", ha concluido el texto.
INTERCAMBIO
Gross, detenido en diciembre de 2009, fue condenado en marzo del año pasado a 15 años de prisión por distribuir ilegalmente equipos de comunicación satelital como subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), que financia, entre otras cosas, programas destinados a promover la democracia en la isla.
El caso ha llevado a las relaciones entre Cuba y Estados Unidos a un estancamiento después de una leve mejoría bajo el Gobierno del presidente Barack Obama, quien alivió el embargo comercial flexibilizando las restricciones de viajes y permitiendo el libre flujo de remesas a la isla.
El propio Gross propuso en noviembre su intercambio por 'los cinco' cubanos, de los cuales quedan en prisión cuatro tras la excarcelación en octubre de 2011 de René González. A este grupo de supuestos espías también pertenecen Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González Llort.
Todos ellos fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 por el FBI en Estados Unidos, donde han sido acusados --entre otros delitos-- de "conspiración para cometer espionaje" en favor del entonces Gobierno de Fidel Castro. Sus condenas varían entre los 15 años de prisión y la cadena perpetua.
González deberá permanecer tres años en Miami en régimen de libertad supervisada, algo que Cuba considera "un peligro" debido a que en esa ciudad operan las organizaciones anticastristas más poderosas.
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