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sábado, 12 de mayo de 2012

OPINION Darsi Ferrer: El socialismo no dejará huella en Cuba

OPINION Darsi Ferrer: El socialismo no dejará huella en Cuba ~ ICRT en Cuba Libre

OPINION Darsi Ferrer: El socialismo no dejará huella en Cuba



Con la presente, y en colaboración con el destacado opositor Darsi Ferrer, Neo Club Press inicia una serie de entrevistas enfocadas en conocer las opiniones de prominentes figuras de la disidencia y la sociedad civil dentro de Cuba sobre el futuro que aguarda a los cubanos. En tiempos de escepticismo, desorientación y esperanza –todo mezclado--, nada mejor que conocer, de primera mano, lo que piensan y esperan los promotores del cambio en la Isla.
Darsi Ferrer es periodista, médico y opositor pacífico residente en Cuba. Fue declarado en el año 2010 “Preso de Conciencia” por Amnistía Internacional, y recibió ese mismo año la “Mención Honorífica” del galardón Defensores de la Libertad 2009, del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Ensayos y artículos suyos aparecen con frecuencia en medios impresos y digitales de todo el mundo.

Neo Club Press. La jerarquía de la Iglesia Católica cubana ha asumido públicamente su protagonismo en un inédito acercamiento al régimen, llegando a intermediar en el proceso de excarcelación y destierro de los presos de la Primavera Negra, con el acompañamiento del anterior gobierno español, además de interceder para que se ponga fin a las agresiones contra las Damas de Blanco. ¿Cuál es su consideración acerca del rol que está desempeñando la Iglesia Católica en el actual contexto cubano?

Darsi Ferrer. Lo primero que hay que tener en cuenta respecto al rol de la jerarquía católica es que ellos no son los que llevan la iniciativa, sino que decidieron gustosamente cumplir el papel que les asignaron las autoridades del régimen. Más que intermediarios o mediadores se comportan como representantes de la dictadura, y se esfuerzan por mejorarle la deteriorada imagen a nivel internacional. Además, tratan de legitimar su presencia en el poder y acomodan la propuesta de negociar intereses corporativos con participación de grupos elites bien escogidos por el raulismo, generando una falsa expectativa de estabilidad social y política en el país y de la existencia de voluntad gubernamental para implementar reformas aperturistas. Hasta el Vaticano les ha apoyado en este juego político, y les concedió el beneficio de una reciente visita del Santo Pontífice a Cuba, que desató una ola de represión sin precedentes por todo el país y que no les motivó la condena moral que merecía.

Hay hechos concretos que ilustran esta opinión, como es el apoyo público de la jerarquía católica a la entelequia de medidas económicas entorpecedoras adoptada por el régimen en los llamados “Lineamientos Económicos”, los rezos públicos por el restablecimiento de la salud de los dictadores Fidel Castro y Hugo Chávez, el repudio y papel de amanuenses del castrismo en el caso de los 13 opositores que ocuparon un templo católico hace unas semanas, las palabras ofensivas del cardenal Jaime Ortega en su intervención en la Universidad de Harvard, descalificadoras de los opositores, su renuencia a recibir a las Damas de Blanco, su cabildeo ante el Departamento de Estado de los EE.UU. a favor del régimen… En resumen, la actuación de la jerarquía católica se desentiende del sufrimiento creciente del pueblo cubano, y de los postulados y la doctrina ética, moral y social de la religión.

NCP. ¿Qué posibilidades tiene una transición hacia el neocrastrismo en Cuba, algo por el estilo del modelo chino, en la que participen la jerarquía de la Iglesia Católica, un sector del empresariado cubanoamericano, determinados académicos e intelectuales y el gobierno de los Castro, excluyendo a la oposición? En un escenario así, ¿concibe que estos actores podrían ignorar exitosamente a la oposición interna y al exilio anticastrista?

DF. Sin lugar a dudas las autoridades del régimen intentan materializar una transición al estilo chino, y para ello han convocado a su mesa a diversos actores políticos, entre los que destacan la jerarquía católica, intelectuales y académicos seudodemócratas y empresarios cubanoamericanos que dan rienda suelta al oportunismo. Pretenden conservar el poder y asegurarse otra sucesión familiar negociando intereses corporativos con estos grupos específicos, dejando fuera a la oposición interna y externa, así como la voluntad y aspiraciones de libertad del pueblo cubano.

Esas pretensiones chocan con muchos obstáculos, desde el creciente rechazo popular al régimen hasta la no aceptación de algo así por otros actores políticos importantes de la comunidad internacional. Sin embargo, el principal freno es la herida de muerte para el totalitarismo que representa la esperada salida del poder del venezolano Hugo Chávez en las próximas elecciones. Hecho que representa un evento insuperable para los Castro, quienes dependen para mantener su repudiada dictadura totalitaria del millonario subsidio chavista y de la amenazada plataforma política forjada en el área sobre la base de los petrodólares. Con la muerte física o política de Chávez morirá su chavismo y arrastrará al derrumbe la corriente populista que subvenciona en la región, junto con todas las organizaciones y alianzas políticas, como el ALBA, creadas para subvertir la democracia y contender con los EEUU.

Quiérase o no el futuro de Cuba lo protagonizará la voluntad popular, con un rol decisivo de la oposición tanto interna como del exilio.

NCP. Se dice que en una eventual reforma migratoria el régimen continuaría impidiendo la salida y entrada al país de cubanos que disienten o se oponen al castrismo, como forma de control y chantaje. ¿Cuán lejos espera que llegue la reforma migratoria en Cuba en caso de ser implementada?

DF. El castrismo vive del amago sin llegar a asumir ninguna apertura ni reforma verdadera. Al fijarse en las medidas adoptadas por Raúl Castro se verá que todas le dan cierto viso de legitimidad a actividades que existieron siempre en la realidad cubana. En más de medio siglo nunca dejaron de realizarse compra-ventas de casas y automóviles, negocios privados, compra de equipos electrodomésticos, el uso de celulares desde que surgieron… Por el contrario, eran actividades bien extendidas y fuera del control estatal. Lo que hizo el gobierno fue autorizarlas, con grandes distorsiones al libre ejercicio de esos derechos, para rescatar un poco de control sobre ellas y, de paso, chupar grandes beneficios mediante onerosos impuestos.

Similar situación ocurre con los viajes de los cubanos hacia y desde el exterior. Son muchos a los que se les permiten viajar, lo que pasa es que para todos se mantiene la obligación de pedirle permiso al gobierno y éste se atribuye el derecho de castigar con la negativa a quienes entienda, disposición que les resulta una herramienta eficaz de chantaje y control social, además de sacarle jugosas ganancias a esos viajes.

Algo bien distinto a lo que sucede con otra dictadura despiadada como es el caso de la de Myanmar (Birmania), cuya junta militar está llevando a cabo un serio proceso de desmonte del régimen a través de negociaciones pactadas con la oposición de ese país asiático. En esta ocasión los birmanos se ganan los aplausos mientras le corresponde la trompetilla a la elite militar cubana en el poder.

NCP. Se ha sugerido que unas elecciones internas de la oposición en Cuba serían muy útiles para presentar una unión opositora con un líder representativo al frente, algo distinto a la dispersión que se observa hoy. Sucedió recientemente en Venezuela, donde las fuerzas de la oposición realizaron elecciones primarias y eligieron un candidato único contra Hugo Chávez en las próximas presidenciales. ¿Opina que en Cuba sería posible repetir ese esquema?

DF. Conseguir que la oposición cubana logre aunar fuerzas en torno a un líder o proyecto unitario, como es el caso de lo ocurrido en la hermana nación venezolana con la figura de Capriles y la Mesa de la Unidad Democrática, sería ideal para estructurar una alternativa que arrastre amplios sectores de la sociedad y que capte y aglutine a esa gran mayoría de cubanos, tanto dentro como fuera del país, que desean un cambio de la realidad nacional donde queden fuera los Castro y su engendro político, y se enrumbe la nación por los caminos del regreso a la civilidad, en un escenario de libertad, democracia y prosperidad para todos. No obstante, no es la única vía para salir de las actuales circunstancias y encontrar las perentorias soluciones al drama nacional.

Cada país tiene sus peculiaridades y responde a condiciones concretas. Si se revisa la historia se encuentra que, tanto en la antigua Checoslovaquia como en Polonia, el esquema seguido por la oposición fue nuclearse tras la figura de determinados líderes (Václav Havel y Lech Walesa) y de este modo alcanzaron a derrocar al totalitarismo y abrazar la libertad. Sin embargo, la lección de la ola liberadora del Medio Oriente demuestra que no hubo ningún líder ni grupo opositor encabezando los levantamientos populares surgidos de manera espontánea en varios países sojuzgados por regímenes dictatoriales, tales como la dictadura de Hosni Mubarak en Egipto, Ben Alí en Túnez, Muammar el Gadafi en Libia… Lo fundamental es reconocer que el régimen de los hermanos Castro no goza de legitimidad y es rechazado por la mayoría de la población, y que el descontento y las ansias de libertad de los cubanos son cada vez mayores. La semilla de la explosión social está regada por todo el territorio nacional y cualquier situación no planificada puede en cualquier momento desatar las protestas masivas y acabar de golpe con el castrismo. Mientras tanto, la oposición continúa con su incesante labor de enfrentamiento pacífico y va ganado terreno en su valiente y digno desafío al estatus quo.

NCP. Recientemente se han observado importantes diferencias de opinión entre los blogueros oficialistas respecto a las limitaciones de acceso a la Red en Cuba y el impacto de estas modernas tecnologías en la realidad nacional. En el corto o mediano plazo, ¿constituirá Internet un factor significativo en una eventual desaparición del sistema vigente?

DF. Se vende la imagen de que en Cuba las circunstancias prevalecientes son sui géneris, que están divorciadas de la realidad mundial, y no es así. Nuestra nación es parte indisoluble del contexto global y ella influye y recibe influencia de las nuevas dinámicas y patrones que impone la globalización. Internet, las modernas tecnologías y las redes sociales aceleran y difunden a velocidades nunca antes experimentadas las comunicaciones y el flujo de la información. Este novedoso proceso se comporta como un tsunami, desbaratando viejos esquemas y vigorizando la participación y el protagonismo de los ciudadanos en la vida política, económica, social y cultural de las naciones. No hay modo de cerrar puertas a esta nueva realidad mundial: la globalización se filtra en todas partes de modo imparable y revoluciona las sociedades con sus aspectos beneficiosos y perjudiciales.

Los castristas pretenden utilizar esas ventajas tecnológicas a su favor e impedir por todas las vías posibles que la población tenga acceso a ellas, lo que representa un imposible y demuestra cuán enajenados están. Para ellos Facebook, Twitter, Blogger, las páginas web, la televisión y la telefonía satelital son un enemigo peligroso al que hay que impedir la entrada, al que hay que combatir con la misma crudeza que a la Brigada 2506. Entienden que estos instrumentos de la modernidad tienen un gran asidero en los valores occidentales que sustentan la idiosincrasia de los cubanos. Pero esa es una batalla perdida, el pueblo se contagia y transforma con el acercamiento underground a esas herramientas tecnológicas, y, como en los países del Medio Oriente y el norte de África, será compulsado por ellas a ser protagonista de su destino. Para nadie es un secreto que el uso del Internet y las redes sociales implica liberación, desarrollo, evolución… también para los cubanos.

NCP. ¿Cree que el totalitarismo dejará un lastre insalvable a la hora de reconstruir, de modo progresivo y firme, una futura Cuba libre y próspera? ¿Cuáles desafíos imagina serán los más importantes a enfrentar? ¿Que impacto geopolítico, económico y social tendrá esa Cuba futura en las naciones de la región?

DF. El régimen totalitario no cuenta con legitimidad política, ideológica ni social. Hasta ahora ejerce el poder, impone su voluntad y se garantiza el control de la sociedad mediante el uso de la fuerza. Ha fabricado durante todos estos años una categorización de preceptos y conceptos que le sirven para inventarse y vender un disfraz de realidad cubana que nada tiene de auténtica. Ejemplos de lo anterior lo constituyen el resultado del proyectado “Hombre Nuevo”, el fantasioso “antiamericanismo” de los cubanos, la supuesta “denodada entrega” del pueblo al marxismo-leninismo… Todo ese andamiaje artificial, divorciado de los intereses y expectativas verdaderas de la población, se hará polvo en el mismo instante que la sociedad logre sacudirse el yugo de la dictadura. El aberrado y anacrónico sistema “socialista” no dejará la más mínima huella en la sociedad cubana, con la sola excepción de algunas prácticas de comportamiento inadecuado en determinados componentes sociales que se irán depurando con la consolidación de la democracia y el Estado de Derecho. El cubano es un pueblo ligado íntegramente a los valores culturales de Occidente y con una gran preferencia por la modernidad.

Entre los principales desafíos estará comprender a cabalidad que, aunque Cuba lleva más de medio siglo fuera de los carriles de la civilidad y del curso evolutivo de los pueblos, la Humanidad vive una nueva época con dinámicas que dejan atrás esquemas y patrones hasta hace poco funcionales, pero ya caducos. Está el caso de la crisis económica que viven los países industrializados, como EE.UU. y varias naciones de la Unión Europea. Situación que muchas personas asocian equivocadamente con una crisis del sistema capitalista, cuando en realidad se trata del agotamiento o límite del componente estatista que se abrió paso en el modelo de economía de mercado en las sociedades democráticas. O sea, lo que ocurre es un reajuste ante las nuevas realidades políticas, económicas y sociales de esquemas superados, como es el sostenimiento del Estado de Bienestar y las crecientes tendencias a la injerencia e intervención estatal, generadoras de clientelismo popular y del crecimiento de la burocracia con todos sus lastres perjudiciales. Contemporizar con los tiempos actuales y vacunarse con más democracia cada vez más es una buena elección para lanzarse a la reconstrucción de la nación cubana.

Evidentemente la Cuba de los Castro ha sido y es un factor de desestabilización en la región. Ha participado en todo tipo de actividades contrarias a la paz, la democracia  y el Estado de Derecho prevaleciente en las naciones vecinas, sembrando dolor y enormes cuotas de sufrimientos en muchos de esos pueblos. Algo bien distinto a lo que será una futura Cuba democrática, con enormes potencialidades culturales, sociales y geográficas para salir de la espiral destructiva en la que la han sumido, adentrarse en la prosperidad y, además, tener un impacto positivo en otras naciones, principalmente invirtiendo su relación bilateral con el cercano EE.UU. hacia la senda constructiva, y sirviendo de puerta de entrada a los países vecinos y de otras latitudes al mayor mercado del mundo de productos, bienes y servicios.    
publicado por Neo Club Press
 
 

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