El “caso Chapman”: exilio, deporte, ideología

El abogado de la Florida Avelino González está presentando una demanda jurídica civil contra el conocido jugador de béisbol de las Grandes Ligas, el cubano Aroldis Chapman y el padre de éste, Juan Alberto Chapman, por estimar que ambos son responsables de la condena de 10 años de prisión que los tribunales cubanos impusieran al cubanoamericano Danilo Curbelo García en el año 2009.

El abogado Avelino González, quien actúa en representación de Danilo Curbelo, su esposa Maylén Turuellas y su hija Yunis Curbello, asegura poseer pruebas de la participación directa de Chapman y su padre en la creación de un caso de tráfico de personas contra Curbelo. Entre estas pruebas estarían declaraciones de Chapman ante el tribunal cubano, la sentencia del propio tribunal y hasta conferencias dadas por el deportista en Holanda y EE UU, donde reconoce que tuvo que acusar y denunciar a Curbelo para que le permitieran viajar con el equipo nacional.

La demanda se interpone a tenor de la ley conocida como “estatuto de reclamación por agravios contra extranjeros” que permite a las cortes norteamericanas juzgar casos sobre Derechos Humanos, presentados por extranjeros, por conductas cometidas fuera de Estados Unidos.

El guión de los acontecimientos que han dado lugar a esta singular demanda es más o menos el siguiente: Curbelo viaja a Cuba en el 2008 y coincide con Chapman; Curbelo le dice que piense en irse porque peloteros peores que él son millonarios en EE UU. Chapman le dice que aprendió la lección en su primer intento de salida ilegal del país y que no lo volverá a intentar.

(Ese “primer intento” al que se refiere Chapman tuvo lugar en la primavera del 2008, después de lo cual el pelotero fue llevado a La Habana ante el presidente cubano Raúl Castro que le dio un indulto condicional: se le excluyó durante el resto de la temporada de la Serie Nacional y también lo mantuvieron fuera del equipo nacional para los Juegos Olímpicos de Beijing, pero sí se le permitió volver a la Serie Nacional y jugar en el clásico Mundial de Béisbol.)

Curbelo no vuelve a hablar con Chapman, pero es detenido el 30 de julio del 2008 en la casa de sus familiares en Holguín y trasladado a Villa Marista acusado de tráfico de personas. Allí le dan el tratamiento habitual: presiones, interrogatorios, días sin dormir… En el juicio de Curbelo, realizado en enero del 2009, Chapman y su padre declaran en su contra.

Chapman declara que mantuvo varias reuniones con Curbelo, durante varios días ya que éste tenía un plan para sacarlo ilegal del país, pero mediante un pago en dólares que él haría a nombre de Chapman. El padre de Chapman reafirma la declaración del hijo. A Curbelo lo condenan a 10 años por tráfico de personas según el artículo 347–2 del Código Penal cubano. La única prueba en su contra fue la declaración de los Chapman. El abogado dice tener copia de la sentencia y de las declaraciones de los Chapman en el juicio.

Justo después del juicio, Aroldis Chapman fue reintegrado al equipo Cuba y en julio del 2009 viajó a Holanda, donde “desertó”. Allí confesó en conferencia de prensa haber simulado acusaciones y actuado en situaciones de fidelidad ideológica para que lo reintegraran al equipo nacional luego de ser detenido en su primer intento de salida ilegal.