Querido movimiento de Avaaz:
Tengo que hacer una confesión que es un poco locura. Yo empecé Avaaz y no firmo muchas peticiones.
Siempre pienso: "sí, ¿pero qué diferencia hay en una firma adicional mía?". Siento que tengo cosas más importantes que hacer, como asegurarme de hacer entregas potentes de nuestras peticiones.
Pero me alegro de que el resto no pensemos igual. Porque, aunque es verdad que la firma número 1137540 en sí misma no va a cambiar las reglas del juego, el millón completo puede hacerlo totalmente. Y el millón completo está compuesto por un millón de individuos que tienen esperanza y fe y que actúan poniendo *su* granito de arena para lograr un mundo mejor. Sin gente que tomara esa decisión personal, nuestro movimiento no existiría.
Buena parte de la vida es así. Cualquiera de nosotros podría ser la persona que se salte la cola, o que no vote, o que mienta en su declaración de impuestos, o que le dé la espalda a un vecino en apuros. Pero no lo hacemos. ¿Por qué?
Porque somos así. Porque es lo correcto. Porque fuimos educados para amar y servir. Porque sabemos lo oscuro que sería el mundo si nadie pusiera su granito de arena.
Siempre me ha impresionado la decencia de la gente de este movimiento. Me enseñan cosas una y otra vez. Y, reflexionando sobre la pregunta de por qué firmamos, regreso a mi propio comportamiento. Y me comprometo a firmar más. A ser parte de ese acto sencillo de conexión con los demás, en la esperanza, en el servicio y en ese valioso tipo de fuerza que solo podemos encontrar juntos.
Haz clic a continuación para ver y unirte al chat en vivo mundial y multilingüe de nuestro movimiento en torno a por qué cada uno de nosotros firma (y manda mensajes, comparte, hace llamadas, presiona, dona, o sale a la calle). Estos tiempos nos exigen a todos estar a la altura de las necesidades de nuestras comunidades y del mundo - inspirémonos los unos a los otros para ponernos al servicio de los demás:
Tengo que hacer una confesión que es un poco locura. Yo empecé Avaaz y no firmo muchas peticiones.
Siempre pienso: "sí, ¿pero qué diferencia hay en una firma adicional mía?". Siento que tengo cosas más importantes que hacer, como asegurarme de hacer entregas potentes de nuestras peticiones.
Pero me alegro de que el resto no pensemos igual. Porque, aunque es verdad que la firma número 1137540 en sí misma no va a cambiar las reglas del juego, el millón completo puede hacerlo totalmente. Y el millón completo está compuesto por un millón de individuos que tienen esperanza y fe y que actúan poniendo *su* granito de arena para lograr un mundo mejor. Sin gente que tomara esa decisión personal, nuestro movimiento no existiría.
Buena parte de la vida es así. Cualquiera de nosotros podría ser la persona que se salte la cola, o que no vote, o que mienta en su declaración de impuestos, o que le dé la espalda a un vecino en apuros. Pero no lo hacemos. ¿Por qué?
Porque somos así. Porque es lo correcto. Porque fuimos educados para amar y servir. Porque sabemos lo oscuro que sería el mundo si nadie pusiera su granito de arena.
Siempre me ha impresionado la decencia de la gente de este movimiento. Me enseñan cosas una y otra vez. Y, reflexionando sobre la pregunta de por qué firmamos, regreso a mi propio comportamiento. Y me comprometo a firmar más. A ser parte de ese acto sencillo de conexión con los demás, en la esperanza, en el servicio y en ese valioso tipo de fuerza que solo podemos encontrar juntos.
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