GOLPE DE ESTADO DE NUEVO TIPO EN VENEZUELA
Sin dudas, estamos en presencia de un gobierno militar corrupto, autoritario, fascista, tramposo, que actuando con añagaza jurídica vuelven a propinarle un golpe a la Constitución de la república Bolivariana de Venezuela. Ha sido recurrente la violación flagrante de la Constitución para no acudir al golpe militar tradicional; porque, ello implica la destitución de Nicolás Maduro como presidente. Prefieren mantenerlo en la presidencia que asumir directamente el control del estado. En tal caso, Maduro les ha sido útil y leal en sus propósitos; y, políticamente mantenerlo en el poder es menos riesgoso y costoso a los militares.
El 11 de octubre, un día antes de la movilización convocada por la MUD con mira a organizar la recolección del 20% de manifestaciones de voluntades, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, dio un golpe de estado, desconociendo en su decisión a la Asamblea Nacional como un órgano del poder público quien tiene por mandato constitucional el control político del ejecutivo y del resto del estado. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no prevé otra instancia donde el ejecutivo deba presentar el presupuesto que no sea la Asamblea Nacional. La constitución establece en los artículos 311 al 315 constitucional, que el ejecutivo debe presentar el presupuesto ante la Asamblea Nacional para su consideración y aprobación.
Vuelve nuevamente el Tribunal Supremo Justicia a usurpar las funciones legislativas de la Asamblea Nacional, decidiendo que el ejecutivo presente el proyecto de ley del presupuesto ante la Sala Constitucional, sobre el supuesto de "desacato a la constitución". Según, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Tribunal Supremo de Justicia o Poder Judicial no tienen funciones ni facultades legislativas sino las contempladas en la constitución, que es la de administrar justicia, muy diferente a legislar. El único órgano del Poder Público Nacional con facultades para elaborar y aprobar leyes es la Asamblea Nacional; por lo tanto, el presupuesto del ejecutivo nacional debe ser sancionado como ley y la Sala Constitucional no tiene esas facultades. La decisión del Tribunal Supremo de Justicia ha creado una alteración al orden institucional y constitucional, generando un déficit democrático, con impredecible consecuencia nacional e internacional. Esta decisión es una violación flagrante al texto constitucional; es decir, un golpe de estado de nuevo tipo.
Se puede calificar de golpe de estado de nuevo tipo; porque, no hubo movimiento de tropas ni tanques ni tiros sino una decisión del Tribunal Supremo de Justicia, amparado por el poder coactivo y represivo del Estado. Esto es parte de la estrategia militarista del gobierno para aferrarse a los hilos del poder. No hay guiso ni escándalo de corrupción en el país donde no haya involucrado un alto oficial de las FANB, muchos de ellos huyendo o amparado por el gobierno revolucionario. El presupuesto nacional es vital para ellos; porque, es fuente para medrar sus grandes fortunas. Ellos saben que el proyecto de ley de presupuesto del gobierno no soportaba ninguna discusión y corría el riesgo de ser reconducido, si era presentado ante la Asamblea Nacional. Además, el gobierno está en franca rebeldía contra el control político, que por derecho constitucional, ejerce la Asamblea Nacional. Ninguno de los ministros que han sido citado por las diferentes comisiones permanentes de la Asamblea Nacional, para su interpelación, no han asistido le temen a ser investigados.
Al gobierno no les importa ni la constitucionalidad ni la legalidad sino con tal que con ello se impongan a como dé lugar y mantener la hegemonía del poder. Maduro y los civiles del gobierno tienen un complejo de ser militares; porque, sus conductas y comportamientos así los delatan. Ellos confunden mandar con gobernar; pero, son dos conceptos diametralmente opuestos. El primero denota imposición, hegemonía, estar por encima de las leyes y la constitución; mientras que, el segundo expresa congeniar, conciliar que es propio de la política y de la democracia. Son personajes de la política que no tienen vocación ni talante democrático sino que han derivado a una dictadura de nuevo cuño.
El gobierno no perdona haber perdido por paliza las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre de 2015, fue un golpe noble que recibió el chavismo después de haber ganado 20 elecciones. La MUD obtuvo más votos y diputados que el finado comandante Chávez, en su mejor momento, en las diferentes elecciones. El 6 de diciembre, se selló el fin de la era chavista en Venezuela. Según los estudios de opinión pública, cualquiera elección que se realice en lo adelante, el gobierno pierde de calle. Se les acabó el embrujo, la magia y se les perdió la flauta encantadora de serpientes, que utilizaban para adormecer al pueblo venezolano.
Digan lo que digan, hagan lo que hagan; el gobierno no podrá resolver la crisis política y económica, generada por ellos mismos. El proyecto de decreto de presupuesto aprobado por la Sala constitucional y promulgado y publicado por Maduro, aparte de ser inconstitucional; viene a acrecentar y profundizar la crisis política y económica. No toca el fondo de la crisis, que es combatir la inflación sino que es un presupuesto fiscalista generador de más inflación. Todo lo que se haga con maldad, tramposería, con ventaja para destruir al adversario; sale mal, porque, toda esa energía ignominiosa se les revierte contra ellos y se les convierte en una maldición. Con el reiterado golpe de estado de nuevo tipo se ponen de espalda al pueblo y al margen de la constitución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario