EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
LA HABANA (Cuba).- La Habana flashea en las noches desde hace
un par de semanas. Las luces de la ciudad son intermitentes, se prenden y
se apagan como un bombillo de luz fría que toca fondo. Desde su punto
más alto, el edificio Focsa, La Habana es una parcela perfectamente
dividida en porciones oscuras y porciones alumbradas.
El calor
veraniego abruma, enloquece, y desde lo alto del Focsa se puede ver el
largo hilo de personas sentadas unas al lado de otras que han abandonado
sus casas para ir en masa a tomar la brisa fresca del malecón. Por el
día, las tiendas y mercados tienen sus aires acondicionados apagados y
los productos lucen apretados en algunas neveras para dejar fuera de
funcionamiento otras y así ahorrar energía eléctrica.
ha sembrado el temor al pasado. Al regreso a la oscura década del 90, la
peor etapa de la revolución cubana sufrida tras el derrumbe del campo
socialista y la desaparición de todas las prebendas que la isla recibía de su entonces “país hermano”, la Unión Soviética. Hoy, con Venezuela en crisis, comienza a repetirse la historia.
Cuba
ha visto cómo los niveles de importación de petróleo del país han caído
drásticamente. El gobierno no ha hecho pública la cifra oficial de la
reducción de los barriles de crudo, pero este fin de semana, en una
de las plenarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular se declaró
que Venezuela no está en condiciones de seguir con los términos de un
acuerdo de cooperación del cual Cuba recibía unos 90.000 barriles de
combustible diarios que eran pagados con el servicio de médicos y otros profesionales cubanos que cumplen misión internacional en Venezuela.
Ante el parlamento, el presidente Raúl Castro
dijo que “no se podrá cumplir con una determinada contracción en los
suministros de combustible pactados con Venezuela. Lógicamente, ello ha
ocasionado tensiones adicionales en el funcionamiento de la economía
cubana”. Y añadió: “no negamos que pueden presentarse afectaciones,
incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores
condiciones que entonces –refiriéndose al “período especial”- para revertirlas.
En
medio de las grandes expectativas que había generado en la población el
deshielo de las relaciones con Estados Unidos y con el aumento del PIB
en 1% en el primer semestre del año, según informó el propio Raúl
Castro, este nuevo paso atrás en la consolidación de la economía
nacional tiene en vilo a los cubanos, que se erizan solo de enunciarles
las palabras: “período especial”.
…
Ofelia Suárez, jefa del departamento de pasajes en el Ministerio de Transporte, luce agitada
y sudorosa. En el balcón de su casa, después del discurso de Castro,
comenta: “nosotros ya redujimos el 50% del combustible a todas las
empresas del país, hemos parado planes de trabajo que estaban previstos
para este segundo semestre del año por la situación que se nos ha dado y
te puedo decir que las cifras de pasajes en las terminales de
transportación públicas provinciales se van a cortar”.
La entidad
de Ofelia es la encargada de organizar toda la infraestructura del
transporte en el país. Su ministerio otorga el combustible a las
empresas estatales incluido el turismo que “es prioridad”. Suárez dice que a sus oídos también ha llegado que “el alumbrado público estará afectado y habrá zonas completamente oscuras.
Esto se va a hacer para intentar no afectar al menos en el verano a la
población y que las personas puedan disfrutar de las vacaciones en
casa”.
Víctor Manuel Gamboa es el director de la escuela primaria Valdés
Rodríguez del municipio Plaza de la Revolución y se refresca en el
malecón en compañía de vecinos de su edificio. De noche, de espalda a la
avenida, con los pies en el aire y encima de los arrecifes puntiagudos
que se dejan mojar con el vaivén de la marea, cuenta: “en la reunión
mensual que tenemos los directores de escuela se nos informó que la
jornada laboral va a ser hasta pasado el mediodía, que como no hay
alumnos ahora (están de vacaciones), todos los maestros tienen que
preparar los planes de clase del próximo curso en una sola aula, es
decir, mis veintitantos profesores en una misma aula y que no se podía
poner ni siquiera un ventilador”.
“Estaba hoy reunido y una
profesora se apareció con un PowerPoint, le tuve que decir que hasta
septiembre las computadoras no podemos usarlas, nos han reducido los
kilowatts que podemos gastar al mes”, añade entre risas Gamboa, un tipo
serio pero amable, mientras se sirve en un vaso plástico un trago de ron
Havana Club con refresco de cola.
dijeron también que durante julio y agosto, por la sequía, solo podemos
utilizar un baño de toda la escuela y que solo lo podemos descargar una
vez al día.”
…
A sus 36 años, Yanko Veitía adquirió un Cadillac del año 1953 y lo
tiene como taxi. Trabaja como botero (chófer) en su almendrón –el
Cadillac-. Hasta hace dos semanas, Yanko trabajaba por las mañanas bien
temprano y en las tardes, pasadas las 4, justo hasta antes del
anochecer.
“Aunque en las gasolineras el petróleo vale 1 CUC
(algo más de un dólar) ya está faltando, se nota que no es igual. Eso
hace que haya más consumo en el mercado negro, pero el lío es que a los
estatales les rebajaron los litros que les daban y eso los obliga a
ellos a vender menos y más caro. Antes yo compraba el litro de petróleo a
8 pesos cubanos y hoy lo compré a 12”, cuenta.
La inmensa
mayoría del combustible con el que circulan los almendrones que fungen
como taxis en Cuba sale de manera ilegal del destinado al sector
estatal.
que ha terminado por subirle el precio al transporte, que básicamente
se sustenta en los almendrones, pues los ómnibus públicos no tienen una
buena frecuencia de circulación y siempre van abarrotados de personas.
“Estoy
seguro que el transporte es lo que peor se va a poner. Hoy la gente ya
no coge guaguas –ónmibus-, todo el mundo anda detrás de nosotros, pero
vamos a tener que subir el precio del pasaje y eso va a hacer un
problema. No nos queda alternativa”.
…
En
sus noches, La Habana parece que cierra los ojos a ratos. Parpadea como
si sus párpados no pudieran sostenerse por si mismos. Como si
estuvieran cansados de tanto agobio, de tantos años de pesadumbre
encima. Lucha contra el sueño. No quiere encontrarse con la pesadilla
del pasado.
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