Médicos peligrosos
Frank Correa
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -La Salud Pública en Cuba creció luego del triunfo de la revolución en número de graduados. También en la construcción de nuevos hospitales, policlínicos, consultorios y postas médicas. Pero en los últimos años se nota un marcado retroceso en la preparación de galenos.
Muchos ejemplos pudieran mencionarse. Recientemente, una madre llevó a su pequeña de cinco años a la consulta de Pediatría, por problemas de gripe y otitis. Cuenta que la doctora le indicó Amoxicilina-500 mg cada ocho horas, una dosis demasiado fuerte para un infante, que le provocó diarreas, vómitos, dolor abdominal, estomatitis y urticaria.
Cuando corrió para el policlínico con la pequeña deshidratada, los médicos que la atendieron criticaron la posología recetada por la pediatra, pero solo regularon la mediación, sin tomarse ningún interés en esclarecer tan disparatado diagnóstico.
El periodista independiente Juan Carlos Balmaseda narra otro caso. Su padre ingresado en terapia intermedia por insuficiencia cardiaca y enfisema pulmonar, tenía prescrito dos pastillas para combatir la infección. En el turno de la noche, el médico de guardia decidió suspenderle una, para evitar caída abrupta de la presión arterial. A medianoche llegó una estudiante con seis pastillas para administrarle a su padre. El colega, que estaba a la expectativa, se opuso resueltamente. La estudiante se había equivocado de cama.
Luis, mecánico de 50 años del callejón de Jaimanitas, cuenta que se intoxicó por alimentos consumidos en la fiesta de los CDR y fue atendido en el área Vital del policlínico. Pero tres enfermeras no lograron canalizarle la vena para suministrarle un suero. Dice Luis que con el brazo adolorido y lleno de hematomas, se marchó del policlínico, de muy mal humor, no sin antes "mandar" a las tres enfermeras para la escuela nuevamente a estudiar.
Rosita, oficinista de 44 años, llevó a su hijo Roger Ángel al médico, pero regresó a casa desilusionada. La doctora no supo encontrar la causa del malestar y le dijo en susurros: "A mí no me creas… pero parece que son los riñones…" .
Nerys Cruz informa, desde Palma Soriano, que un extraño azote ha aparecido en esta ciudad de la provincia Santiago de Cuba, que ha cobrado la vida de al menos cuatro niños en una semana. Los médicos no han podido establecer el agente patógeno asesino, pero tampoco dan la voz de alarma sobre la aparición de una posible nueva epidemia. "El pueblo está en ascuas… temen incluso mandar los niños a la escuela…".
En las consultas de hospitales y policlínicos se encuentran jóvenes doctores recién graduados, que atienden pacientes y a la vez enseñan el "arte de curar" a estudiantes de medicinas de "países amigos". Los médicos mejor preparados cumplen misiones en el extranjero, combatiendo enfermedades desconocidas en Cuba, que luego traen, pero a veces aquí no se contempla todavía ningún plan de contingencia.
Frank Correa
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -La Salud Pública en Cuba creció luego del triunfo de la revolución en número de graduados. También en la construcción de nuevos hospitales, policlínicos, consultorios y postas médicas. Pero en los últimos años se nota un marcado retroceso en la preparación de galenos.
Muchos ejemplos pudieran mencionarse. Recientemente, una madre llevó a su pequeña de cinco años a la consulta de Pediatría, por problemas de gripe y otitis. Cuenta que la doctora le indicó Amoxicilina-500 mg cada ocho horas, una dosis demasiado fuerte para un infante, que le provocó diarreas, vómitos, dolor abdominal, estomatitis y urticaria.
Cuando corrió para el policlínico con la pequeña deshidratada, los médicos que la atendieron criticaron la posología recetada por la pediatra, pero solo regularon la mediación, sin tomarse ningún interés en esclarecer tan disparatado diagnóstico.
El periodista independiente Juan Carlos Balmaseda narra otro caso. Su padre ingresado en terapia intermedia por insuficiencia cardiaca y enfisema pulmonar, tenía prescrito dos pastillas para combatir la infección. En el turno de la noche, el médico de guardia decidió suspenderle una, para evitar caída abrupta de la presión arterial. A medianoche llegó una estudiante con seis pastillas para administrarle a su padre. El colega, que estaba a la expectativa, se opuso resueltamente. La estudiante se había equivocado de cama.
Luis, mecánico de 50 años del callejón de Jaimanitas, cuenta que se intoxicó por alimentos consumidos en la fiesta de los CDR y fue atendido en el área Vital del policlínico. Pero tres enfermeras no lograron canalizarle la vena para suministrarle un suero. Dice Luis que con el brazo adolorido y lleno de hematomas, se marchó del policlínico, de muy mal humor, no sin antes "mandar" a las tres enfermeras para la escuela nuevamente a estudiar.
Rosita, oficinista de 44 años, llevó a su hijo Roger Ángel al médico, pero regresó a casa desilusionada. La doctora no supo encontrar la causa del malestar y le dijo en susurros: "A mí no me creas… pero parece que son los riñones…" .
Nerys Cruz informa, desde Palma Soriano, que un extraño azote ha aparecido en esta ciudad de la provincia Santiago de Cuba, que ha cobrado la vida de al menos cuatro niños en una semana. Los médicos no han podido establecer el agente patógeno asesino, pero tampoco dan la voz de alarma sobre la aparición de una posible nueva epidemia. "El pueblo está en ascuas… temen incluso mandar los niños a la escuela…".
En las consultas de hospitales y policlínicos se encuentran jóvenes doctores recién graduados, que atienden pacientes y a la vez enseñan el "arte de curar" a estudiantes de medicinas de "países amigos". Los médicos mejor preparados cumplen misiones en el extranjero, combatiendo enfermedades desconocidas en Cuba, que luego traen, pero a veces aquí no se contempla todavía ningún plan de contingencia.
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