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Cuba y la cultura del rehén
- Sábado, 31 Agosto 2013 17:11
- Adrián Morales
Lo que es válido para "los escritores" lo es para el resto de las disciplinas: Los músicos, los plásticos, los actores y en general todos los perfiles culturales y de representación pública posibles (reverenciando el mismo tonto ombligo ¿legitimador?). Luego vendrá San Pedro con la rebaja. Todo formando parte de lo que suelo llamar "La Cultura del Rehén".Cada cual sabrá el tamaño del grillete que soporta, y con quién coquetea, contribuyendo a "lo mismo sobre lo único" desde la penosa disyuntiva de paliar su frustración, pérdida del "interlocutor natural" en el exilio (de cimarrón apalencado) --pero sin visión de "ganar otro", ni saber cómo hacerlo--, has de luchar y/o tener que volver a Cuba y soportar la limosna ¿legitimadora? de un regreso con el rabo entre las piernas, entrando por el aro, como si allí hubiese algo que escapara al control político --creyéndose eso de yo no me meto en política-- (no hay afuera en eso "compañeros" --todo es dentro--, Fuenteovejuna somos todos). Vuelta a frotarte con el ¿dulce? látigo del Mayoral, que ha aprendido a invisibilizarse. Nada como sentirse en casa, ¿verdad?
"Islita la bella o la bestia" , según quién mire. Aunque cada vez que regresas te das cuenta que la Isla que recuerdas ya no está, no es y no será nunca más (de la cosa al recuerdo y la sublimación de la memoria). Lugar al que ya no "perteneces" --si lo piensas de corazón y profundamente--, y que además no soportas, sino por poco, poquísimo tiempo --duchos en el "confort" y otro hábitos de la "diáspora", quiero decir el "exilio"--. Volver que no se piensa: ¿ni siquiera cuando al sitio al que se vuelve arde en llamas, puntales y ceniza? Que aprende a disimular, pero solo para quien no tenga ojos. Condición no muy racional, ni explicable. Hay muchas cosas que debemos repensar: "Sin patria pero sin amo" --según el estómago de cada cual--. Mientras sigáis colaborando (in)conscientemente con la ¿idea?, como dice el amigo Armando Añel, de un "cambio sin cambio" y "Puente Seguro", mientras el hecho de tirarse a morir al mar sea mejor que el hecho de enfrentar la vida día a día en Cuba para luego volver año tras año al mismo país del que saliste huyendo, poco más hemos de hablar.
Corred Bayameses bajo el manto del Totalitarismo Monopolista de Estado modelo Deng Xiaoping, donde "no importa del color que sea el gato, lo importante es que cace ratones" parafraseando a una frase anterior de la amurallada, inhumana y cuasi metafísica Doctrina Zhdanov al calor del estalinismo más feroz: "Hay que encontrar el gato en la habitación oscura, esté o no esté".
No contengáis la risa. Ya no engañan a nadie. En este circo cada cual sabe cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué y de qué manera mete su mano en la boca del cocodrilo. Luego regresamos sin el brazo y no vale preguntar: ¿dónde lo habremos perdido? El "ethos" se nos queda en la contienda. Todo esto va formando parte de nuestra vergüenza nacional con mayúsculas. Este "Decálogo" de Joaquín Gálvez no tiene desperdicio.
"Islita la bella o la bestia" , según quién mire. Aunque cada vez que regresas te das cuenta que la Isla que recuerdas ya no está, no es y no será nunca más (de la cosa al recuerdo y la sublimación de la memoria). Lugar al que ya no "perteneces" --si lo piensas de corazón y profundamente--, y que además no soportas, sino por poco, poquísimo tiempo --duchos en el "confort" y otro hábitos de la "diáspora", quiero decir el "exilio"--. Volver que no se piensa: ¿ni siquiera cuando al sitio al que se vuelve arde en llamas, puntales y ceniza? Que aprende a disimular, pero solo para quien no tenga ojos. Condición no muy racional, ni explicable. Hay muchas cosas que debemos repensar: "Sin patria pero sin amo" --según el estómago de cada cual--. Mientras sigáis colaborando (in)conscientemente con la ¿idea?, como dice el amigo Armando Añel, de un "cambio sin cambio" y "Puente Seguro", mientras el hecho de tirarse a morir al mar sea mejor que el hecho de enfrentar la vida día a día en Cuba para luego volver año tras año al mismo país del que saliste huyendo, poco más hemos de hablar.
Corred Bayameses bajo el manto del Totalitarismo Monopolista de Estado modelo Deng Xiaoping, donde "no importa del color que sea el gato, lo importante es que cace ratones" parafraseando a una frase anterior de la amurallada, inhumana y cuasi metafísica Doctrina Zhdanov al calor del estalinismo más feroz: "Hay que encontrar el gato en la habitación oscura, esté o no esté".
No contengáis la risa. Ya no engañan a nadie. En este circo cada cual sabe cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué y de qué manera mete su mano en la boca del cocodrilo. Luego regresamos sin el brazo y no vale preguntar: ¿dónde lo habremos perdido? El "ethos" se nos queda en la contienda. Todo esto va formando parte de nuestra vergüenza nacional con mayúsculas. Este "Decálogo" de Joaquín Gálvez no tiene desperdicio.
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Armando Añel · Top Commenter · Miami
“Pero sin visión de ganar otro (interlocutor o lector) ni saber cómo hacerlo”. Esto que dice Adrián me parece clave. Uno de las grandes ganchos que tiene el castrismo para atraer a los escritores y artistas “exiliados” (ya esta palabra hay que empezar a entrecomillarla) es precisamente la incapacidad de estos para hacerse de un público o un entorno adecuados fuera de Cuba. Entonces retornan con la esperanza de encontrarlo, o retomarlo, allá. El último caso notorio, en el ámbito de la cultura popular, es el de un “Médico de la Salsa” que ha debido regresar al redil del Ministerio de Cultura con el rabo entre las piernas, y gritándolo a los cuatro vientos. Al menos tiene ese mérito, que asume abiertamente su posición. Miami está lleno de hipócritas que trabajan para el oficialismo sin tener la autenticidad o la valentía de asumirlo.
No se puede esperar por supuesto que todo el mundo “llegue” o triunfe en el exilio o, en su defecto, sepa convivir con su ego ocasionalmente lastimado (el gran triunfo es estar en paz con uno mismo, porque entre otras cosas, no lo olvidemos, la calidad suele ser inversamente proporcional a la popularidad). En cualquier caso creo que hay que debatir estos temas, o al menos decir lo que se piensa, porque mientras se siga barriendo para debajo de la cama, como por desgracia hace la gran mayoría de los implicados, nos seguiremos alejando de una Cuba libre (que en definitiva pasa porque cada cubano lo sea).
No se puede esperar por supuesto que todo el mundo “llegue” o triunfe en el exilio o, en su defecto, sepa convivir con su ego ocasionalmente lastimado (el gran triunfo es estar en paz con uno mismo, porque entre otras cosas, no lo olvidemos, la calidad suele ser inversamente proporcional a la popularidad). En cualquier caso creo que hay que debatir estos temas, o al menos decir lo que se piensa, porque mientras se siga barriendo para debajo de la cama, como por desgracia hace la gran mayoría de los implicados, nos seguiremos alejando de una Cuba libre (que en definitiva pasa porque cada cubano lo sea).
- Armando Añel · Top Commenter · MiamiEn gran medida. De todas formas me interesa hacer hincapié conceptual en el significado real, existencial, de las categorías triunfo y fracaso. Categorías que tienen más que ver con la sanidad espiritual que lo que muchos piensan. Hacer dinero es para muchos triunfar. Para otros, ser famoso o reconocido. Para algunos más, ser feliz. Pero se puede ser feliz sin ser rico o ser famoso, es decir, se puede triunfar estando en paz con uno mismo, bebiendo vino selecto cultivado en propia bodega. O se puede ser infeliz siendo rico y hasta reconocido. Vemos ejemplos todos los días en el mundo de la política, la cultura y la farándula. Por eso pienso que un síntoma del creador fracasado en el exilio es su debilidad interior, ni siquiera la calidad o “trascendencia” de su obra. Hay que trabajar en el fortalecimiento interior, en la seguridad en sí mismo, en la apreciación de la libertad y la vida.
Gracias por comentar hermano
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