"Hay un tránsito hacia la real democracia y las cooperativas han contribuido y pueden contribuir mucho como una alternativa a esta crisis global, a la injusta distribución de la riqueza". Siempre y cuando se garantice la autonomía.


29 de noviembre de 2011, 03:02
La Habana (PL) Las cooperativas son hoy una alternativa de desarrollo económico, productivo y social ante la crisis global y los esquemas neoliberales que proliferaron en años anteriores en América Latina y el Caribe, afirmó el economista Alberto Rivera Rodríguez.
Esta es una de las razones por la que Naciones Unidas nombró el 2012 como Año Internacional del Cooperativismo, afirmó en entrevista exclusiva con Prensa Latina el presidente de la Sociedad Científica de Cooperativismo de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba.
Con tal designación, la ONU destaca el importante papel que desempeñan las cooperativas en el mundo, apuntó el también profesor de la Universidad de Pinar del Río y director del Centro de Estudios sobre el desarrollo cooperativo y comunitario.
Las cooperativas, subrayó, "constituyen una revolución dentro del nuevo siglo y es una alternativa que da espacio al cambio, a las amplias masas populares, y que no tiene nada que ver con el mercado ni con la distribución injusta de la riqueza".
En ella "están implícitos aspectos y valores como equidad, solidaridad, justicia social, educación, género y relevo generacional", acotó Rivera, quien preside la Red Latinoamericana de Cooperativas desde su fundación en el 2005.
Hoy, dijo, más de mil millones de personas se vinculan directamente al cooperativismo, y de manera indirecta casi mitad de la población mundial se relaciona con formas asociativas y en particular a las cooperativas.
En opinión del académico, actualmente el cooperativismo es el movimiento socioeconómico más grande y uno de los más importantes del desarrollo de la humanidad.
Tras tres décadas de estudios sobre el tema, Rivera destacó que, además de constituir empresas de amplia proyección económica, las cooperativas tienen ante sí la divisa de cumplir con su filosofía social.
Tal reto consiste, aseveró, en ser consecuentes con la elevación del nivel y calidad de vida de hombres y mujeres que se aglutinan alrededor del cooperativismo: los socios, la familia, la comunidad y la sociedad en sentido general.
COOPERATIVISMO EN CUBA
En una visión del sur, esencialmente en la realidad latinoamericana y caribeña, hoy existe en la región una fuerte presencia de cooperativas que han contribuido a paliar los impactos de la crisis global y constituyen en fuente importante de empleo.
Estas formas sociales de propiedad priman en todos los sectores de la economía: agropecuario, producción y comercialización de la producción agropecuaria, servicios gastronómicos, viviendas, transporte, seguro y financiero, entre otros.
Cuba, puntualizó el economista, acumula una gran experiencia en el movimiento de cooperativas, esencialmente de producción agropecuaria, de créditos y servicios y unidades básicas de producción, que le permitirá ampliarlo a otras actividades y contribuir así al fortalecimiento de su modelo económico.
-¿Qué pasos está dando el país con vistas a extender y fortalecer el cooperativismo?
El proceso está en fase de proyección, análisis y, necesariamente, de capacitación, explicó Rivera.
"Ante todo tiene que ser un paso objetivo, mesurado, para no cometer errores y para que las cooperativas constituyan un importante elemento de empleo, eficiencia y eficacia, e impulsen el desarrollo económico del país".
"Actualmente estamos creando las bases necesarias para que una vez despegue podamos marchar con éxito en un proceso que tiene muchas potencialidades y que ha demostrado su viabilidad".
"En este camino Cuba posee una fortaleza que radica en la voluntad y apoyo del Estado en crear las condiciones necesarias para el avance del cooperativismo".
"Se proyecta extender las cooperativas a temas como servicios gastronómicos y de transporte, construcción de materiales de vivienda, artistas y artesanos, pesca y comercialización del sector agropecuario, entre otros".
"Para ello se confecciona una metodología aplicable a cualquier tipo de cooperativas".
"También se trabaja en la creación de un sistema de contabilidad para este tipo de actividad y en las normativas que regulen su funcionamiento interno, las relaciones de las cooperativas con el Estado, las políticas de precios y tributaria, y la seguridad social".
"El desarrollo de las cooperativas tiene como base al menos cinco de los lineamientos de la política económica y social del Partido, aprobados el pasado abril tras ser discutidos por trabajadores, estudiantes, jubilados y el resto de los sectores de la sociedad".
"Las cooperativas, como forma de propiedad social socialista, junto a las empresas estatales, deben convertirse en un elemento dinamizador del modelo económico cubano, que contribuirá a disminuir los gastos del presupuesto y a elevar el nivel de vida de la población".
-¿Qué panorama avizora para el cooperativismo?
"Indudablemente las cooperativas van en crecimiento. Percibimos cómo las sociedades ya no aguantan el capitalismo déspota, neoliberal".
"Hay un tránsito hacia la real democracia y las cooperativas han contribuido y pueden contribuir mucho como una alternativa a esta crisis global, a la injusta distribución de la riqueza".
"En el caso cubano, particularmente, ya no es alternativo el tema de las cooperativas, aquí se ha convertido -de hecho lo es ya- en una real vía de desarrollo".
"Todo ello dentro de las condiciones de un modelo que se actualiza y se refuerza con la participación de otras formas de gestión, entre ellas los trabajadores por cuenta propia, donde la cooperativa, junto a las empresas estatales, serán potentes motores del desarrollo".
*Periodista de la Redacción Económica de Prensa Latina.
arb/lpn
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