La huelga de hambre es un recurso, no un pretexto
28 Marzo, 2010 por jurisconsultocuba
El señor Luiz Inácio Lula da Silva quizás nuca tuvo que susurrar por temor a que lo escucharan decir lo que pensaba. Tal vez jamás haya sentido impotencia ante el abuso y la imposibilidad de cambiar su futuro y el de todos los que lo rodean.
Solo así podría entender a un hombre, que reconoce el derecho a detener de un gobierno, dueño del poder político, económico y militar, mientras compara con delincuentes, a los disidentes cubanos que exigen los derechos que todo humano merece disfrutar, y solo disponen de su vida para defenderlos.
La Izquierda Latinoamericana muestra su auténtico rostro. ¿Podrá confiarse en una persona que públicamente se declara como mediador entre dos gobiernos, con un diferendo político de más de 50 años, pero es incapaz de utilizar sus buenos oficios, para interceder por un grupo de personas que sufren en cárceles, por ejercer la libertad de expresión? Me sabe a hipocresía.
Al parecer Lula da Silva está dispuesto a perder su otro meñique defendiendo el régimen de los Castro. No obstante, me gustaría saber, que entiende el presidente brasileño por justicia y derechos humanos. Incluso llega al punto de pedir respeto, en pleno siglo XXI, a la determinación de la justicia del gobierno cubano. ¿Será que conoce la legislación de este país?
¿Sabrá que en Cuba está vigente una ley que amordaza al pueblo? ¿Conoce el excelentísimo mandatario, que los que él llama bandidos recibieron sanciones por más de veinte de años privación de libertad en virtud de la ley 88? Una disposición normativa que anula la libertad de opinión y expresión, por una supuesta seguridad nacional.
Para su información, en nuestra justa legislación, también tenemos un decreto 217, que impide a los ciudadanos no domiciliados legalmente en la capital de la nación, circular por ella. Una ley 989 que impone el abandono definitivo y castiga con la confiscación de bienes, a quienes salen en busca de sueños, fueras de las fronteras de esta isla.
Si le parece justa las determinaciones de los Castro, habría que entender que estaría dispuesto a coartar la libertad de los brasileños para asegurar su estancia en el poder o que es capaz de llevar a prisión a todo aquel que disienta de sus políticas. Mejor aún, tipificar como delitos todas las acciones que estén dirigidas a criticar su mandato gubernamental.
Si los bandidos de São Paulo se les aplicó una ley que los obliga a callar ante lo que no están de acuerdo, si recibieron sanción por ejercer su derecho a expresarse libremente, entonces tienen derecho a apelar al supremo recurso de la muerte en busca de la libertad.
En algo se equivoca el excelentísimo Lula. La huelga de hambre es un recurso, no un pretexto. Los cubanos que no están de acuerdo con las políticas gubernamentales de la dirigencia histórica comunista de esta isla, no exigen a punta de pistola lo que por derecho les corresponde.
Las ideas y palabras son sus únicas armas. Las empuñan a cuenta y riesgo de su integridad corporal y de perder su libertad. Los que la perdieron, tienen el derecho de disponer de su vida para conquistarla. Alguien debería recordarle a este hombre que ni el miedo ni la represión ni la muerte, opacan la esperanza de vivir en libertad.
Laritza Diversent
Magistral explicación legal de lo que ata al cubano y de lo que lo diferencia de otros ciudadanos en el Mundo Nuestro. Gracias Dra.
Has dado en el clavo Laritza, como se dice comunmente.
Espero q otros en Cuba tengan acceso a lo que dices.
Buena suerte!
Marianeli
Tus palabras son certeras, como una flecha, las disparas directo al blanco.
Pero tu valor es mayor Laritza.
Eres un ejemplo y un orgullo para la juventud de cualquier parte del mundo.
Dios te bendiga