El chavismo quedará enterrado bajo los escombros de la “Gran Misión Vivienda”

Pasó un año, luego otro, y a un mes y días de las elecciones del 7 de octubre, los apartamentos de las “Gran Misión Vivienda” no aparecieron por ninguna parte. Aún más, cientos de los que empezaron a construir se desplomaron, otros se abandonaron porque los terrenos no eran los adecuados para emplazarlos y los más se quedaron a medio edificar pues los continuos presupuestos fueron devorados por la inflación. Prometieron Chávez, Jaua, Cabello y el ministro de la Vivienda, Molina, que meses antes de las elecciones, o mejor dicho, un año antes, 200 mil familias de damnificados tendrían casas nuevas y bien equipadas, pero el propio ministro Molina admite que solo se han construido 30 mil, y Julio Borges, el Secretario General de “Primero Justicia” que le hace seguimiento al tema, afirma que “no llegan a 17 mil”. ¿Qué se hicieron entonces tantos planes, proyectos, diseños, y, sobre todo, tantos cientos o miles de millones de dólares? Al parecer, ruedan en las polvaredas con que la constructoras chavistas demostraron en calles y avenidas de Caracas, y de las principales ciudades del interior, que tampoco saben construir viviendas y que a lo sumo dejarán abierta una enorme fosa donde podrá encontrar cristiana sepultura un enfermo en fase agónica: el chavismo, movimiento político que también fue conocido con el remoquete de “Socialismo del Siglo XXI”.