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Otras Pruebas de que el Totalitarismo Excluyente No sirve en Cuba
Asi funcionan los municipios matanceros, y en el resto del país
Así funcionan los municipios matanceros
Lunes, 12 de Diciembre de 2011 17:37
Saylí Navarro Álvarez
Perico, Matanzas, (PD) A partir del año 2005, cada 24 de noviembre tiene
para mí un significado parecido. Ese día fue la primera visita oficial
de dos horas que disfrutara al lado de mi padre, después de que arribara
el 3 de octubre a la prisión provincial Las Mangas, a siete kilómetros
de la histórica ciudad de Bayamo.municipios-matanceros
Habían quedado atrás los veintinueve meses iniciales en prisión allá en
la provincia de Guantánamo, pero especialmente los veintiún días de
huelga de hambre de mi padre y los veinticuatro de Víctor Rolando Arroyo
Carmona. Huelga que sirvió de pretexto para trasladarlos a prisiones de
Bayamo y Holguín.
A partir del 20 de septiembre, mi madre y yo, junto a Elsa González
Padrón y Nairelys Arroyo – esposa e hija, respectivamente, de Víctor
Rolando Arroyo –, hicimos acto de presencia en la más oriental de las
provincias, brindando el apoyo que los huelguistas necesitaban.
En los días previos a esa fecha, los seis años siguientes estuvieron
cargados de preocupaciones. Gracias a Dios, la pesadilla de las rejas y
candados solo queda en el recuerdo, al menos en los últimos 252 días.
El 24 de noviembre de este 2011 también alcanzó una connotación que
llevaré presente por mucho tiempo. Acompañé al autor de mis días hasta
La Habana. Debíamos cumplimentar algunas visitas rutinarias, pero
también otras de suma importancia. Lo que más regocijo me propició fue
la visita que tuvo lugar a las dos y ocho minutos de la tarde.
Visitamos las oficinas centrales de la Contraloría General de la
República, donde mi padre entregó una carta de seis páginas para que la
Sra. Gladys Bejerano Portela, titular de la citada institución, tuviera
una versión exacta de cómo se desenvuelven las autoridades y hasta dónde
llega la corrupción administrativa en la zona donde residimos.
Debo reconocer que la recepción de esta carta-denuncia no afrontó
contratiempos, al contrario de lo que generalmente ocurre en la sede del
gobierno en Perico. Recuerdo que la última carta que allí entregó mi
padre, el 7 de noviembre, el señor Abelardo Zuaznábar Naranjo la aceptó,
pero no firmó la copia ni autorizó a nadie de su equipo para hacerlo.
Claro, el señor Zuaznábar siente rabia contra Félix Navarro, ya que en
los ocho meses que lleva en licencia extrapenal, no descansa hasta
conseguir que el derecho del resto de los periqueños sea respetado.
Como algunos de ustedes querrán saber de qué trata la carta a la
Contraloría, abordaré los tópicos que más ocuparon mi atención.
En el citado documento no podía faltar la negativa de solución por el
gobierno local a las necesidades de Jorge Cabrera Hernández, débil
visual del central España, ni tampoco las faltas de respeto y de ética
hacia su persona. El gobierno de este país exporta a cada minuto las
migajas que niega a nuestros compatriotas, pero la realidad que se vive
dentro de Cuba es bien distinta.
Lo segundo que más me satisfizo fue el caso de tres jóvenes madres:
Yoslaine Dueñas Acosta, Denia Lanz Aguilar y la nieta del difunto Jaime
Milera (las tres, jóvenes de la raza negra), a quienes desde hace años
no se les resuelve al menos un cuarto donde vivir decorosamente, en
medio del acomodamiento habitacional de que sí disfrutan Alfredo Blanco,
Azucena, la directora municipal de Educación y la jefa de Atención a la
Ciudadanía, por los privilegios que abrigan al ocupar cargos
administrativos o políticos por encima del pueblo trabajador y de los
necesitados de la Seguridad Social.
El calor aumentó al mencionar los pares de viviendas que aún poseen, una
en Perico y la otra en Matanzas, Teresa Rojas Monzón y Ernesto Chávez
Cabrera, otrora primera Secretaria del Comité Municipal del Partido
Comunista de Cuba y Presidente de la Asamblea Municipal, respectivamente.
No se detuvo mi padre en su denuncia ante la Contraloría de la
República, y también se refirió al virus casi crónico de las Oficinas.
Sin rodeos, aseveró que cuando una vivienda queda desocupada, es
convertida inmediatamente en oficina si la misma no es lo
suficientemente lujosa como para un jefe.
Como en los anteriores casos, citó varios ejemplos: el local de la
Federación de Mujeres Cubanas, el comedor del Poder Popular, Higiene y
Epidemiología, donde estaban la Clínica Estomatológica, la Unión de
Jóvenes Comunistas y el Departamento de Estadísticas.
Valoración especial mereció el análisis sobre los tres locales de
considerables dimensiones que permanecen destinados a las llamadas Áreas
de Atención Militar en un pueblo tan pequeño como Perico, así como las
dos gigantescas casonas que sirven de sede al Comité Militar de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias, cual símil de un Estado Mayor en
cualquiera de los tres Ejércitos que conforman al ministerio armado.
También quiero compartirles las tres interrogantes que se plasman en la
carta (y les prometo dedicarles otro artículo si la Sra. Gladys Bejerano
respondiera):
¿Tienen orientación para actuar así como le dijeron Abelardo y la jefa
de Atención a la Ciudadanía, al ciego Jorge Cabrera Hernández?
Debido a la falta de combustible y a la situación económica actual, ¿la
Administración Central del Estado orientó a sus similares territoriales
que no se barran las calles, que no se recoja la basura y que los
vertederos de desechos se instalen dentro de las áreas habitadas?
¿Está orientado como política del Estado que todos los locales
disponibles se les asignen primero a los que ocupan cargos políticos y/o
administrativos, y al resto de la población realmente necesitada que la
parta un rayo?
Como colofón se reflejó en la denuncia el amañado proceso penal seguido
por tribunales matanceros contra Francisco Orestes Navarro Acuña al
sentenciar el decomiso de su camión Ford 1951 por intereses mediocres
del Departamento de Seguridad del Estado, por ser tío del exprisionero
de conciencia Félix Navarro Rodríguez.
El documento termina con una reseña de la actuación acomodaticia de la
dirigencia política de esta provincia, en la persona de Omar Ruiz
Martín, dirigente importado de la vecina Villa Clara, la cual visita
semanalmente en su auto estatal de chapa blanca, a pesar del desparpajo
reinante en esta provincia, que solo se solucionará cuando en nuestro
país se hagan cambios políticos profundos y se instaure un estado de
derecho.
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