EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Prisiones cubanas: un cuadro dantesco
Entrevista a Darsi Ferrer Ramírez
Juan Carlos González Leiva
27 de julio de 2010
La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – El Dr. Darsi Ferrer Ramírez fue encarcelado el 21 de julio de 2009, y declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional. En el noviembre que se registró en ese mismo almanaque "celebró" su cumpleaños número 40, en prisión. Es director del Centro de Salud y Derechos Humanos “Juan Bruno Zayas”. También es parte del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba, de cuya organización su Centro de Información aquí le entrevista:
Juan Carlos González Leiva (JC): ¿Cómo estás la salud del Dr. Ferrer?
Dr. Darsi: Primero quiero decir que estoy muy contento con la visita de ustedes. De la prisión siempre se sale afectado, pero estoy animado.
JC: Según las acusaciones correspondía una condena de más de 3 años, ¿a qué atribuye usted su anticipada libertad?
Dr. Darsi: Son muchos los factores que incidieron y resultaron en mi excarcelación. En primer lugar el reconocimiento de mi estatus de prisionero de conciencia por esa prestigiosa institución que es Amnistía Internacional, lo cual agradeceré eternamente. También la inmensa solidaridad que tuve del movimiento negro internacional, y claro está, la solidaridad de mis hermanos cubanos, tanto aquí adentro, como en el exilio.
JC: ¿Qué representa para usted la prisión de Valle Grande?
Dr. Darsi: Esta es una cárcel para quienes se encuentran en prisión preventiva, a pesar de lo cual no se diferencia de los demás centros penitenciarios cubanos. Las condiciones de vida son totalmente infrahumanas y la población penal es víctima de los tratos más crueles e inhumanos. Por ejemplo: la asistencia médica es casi nula, pues a pesar de que hay médicos en plantilla no existen en la práctica; tampoco hay equipos para hacer una prueba de hemoglobina o de glicemia. Todo no es más que una pantalla; por eso se producen muchas muertes evitables. Tan solo en los últimos 11 meses fallecieron allí por esta causa 3 reos. El hacinamiento es terrible en las 18 galeras. Miden 35 metros de largo por 5 de ancho, donde sobreviven unos 120 reos, quedando sólo medio metro de espacio vital para cada uno; tienen que dormir muchos de ellos en el piso, porque las camas no alcanzan.
La higiene es pésima, sólo ponen el agua varios minutos 3 veces cada 24 horas y el calor es insoportable. Las enfermedades contagiosas son muy frecuentes: sólo basta con que se enferme un reo. El contacto con la familia es sólo 2 horas una vez al mes. El trauma psicológico es muy grande. La magra alimentación es de muy mala calidad y no satisface las necesidades del organismo humano. Como proteína dan un pedacito de pollo cada 15 días. Los demás alimentos son un verdadero salcocho que regularmente es repartido en estado de descomposición. Esto trae como consecuencia muchas enfermedades y afectaciones a la salud.
El maltrato y las malas condiciones de vida hacen que los presos se tornen agresivos; hay frecuentes riñas.
La corrupción es galopante. Los militares son más delincuentes que los propios presos; tienen a numerosos reos trabajando en la corrupción, los cuales controlan todos los negocios ilícitos para el beneficio personal de ellos, que también usan a los más matones para imponer a palos la disciplina. Son estos militares los que propician la venta de ron y el alto consumo de drogas. No se permite la asistencia religiosa ni la libertad de culto. Hay numerosos discapacitados que son incompatibles con el régimen carcelario, yo los conocí ciegos, sordos y en silla de ruedas; en el caso de los presos políticos sobreviven en constante peligro, pues los militares azuzan a asesinos para que los hostiguen y agredan; es un infierno, una pesadilla, que si no la vives, jamás eres capaz de imaginar lo horrible que es el sistema carcelario cubano.
JC: ¿Puede afirmarse que las cárceles cubanas son antros de terror?
Dr. Darsi: Las prisiones aquí conforman un cuadro tan dantesco que no existen palabras para definirlo en toda su magnitud; aún la palabra terror no es suficiente. Esta es la razón por la cual el Gobierno no permite la supervisión del Relator Contra la Tortura, el experto, su excelencia Manfred Nowak; hay mucho que esconder; las Reglas Mínimas para el Tratamiento a los Reclusos de la ONU no son respetadas en ninguno de sus postulados y hasta las propias leyes nacionales son violadas cada día allí.
JC: ¿Qué número de presos habita actualmente en la prisión de Valle Grande?
Dr. Darsi: Son 18 galeras con una población penal total que ronda los 2000 reos. Hay que tener en cuenta, como ya dije, que esta es una cárcel para pendientes a juicio y es la única que recibe a quienes están bajo la medida cautelar de prisión preventiva en toda la Ciudad de La Habana. Casi todos los días entran en ella entre 80 y 100 reclusos de nuevo ingreso, lo cual es increíble. Claro que esto no incluye a los ya sancionados, los cuales son enviados directamente hacia los otros centros penitenciarios. O sea, que es alarmante el inmenso número de cubanos que es llevado a prisión cada día; por eso aseguro que la población penal cubana no es de 100.000 reos como se ha venido afirmando, sino que supera con creces los 200.000 penados. Es una hipertrofia tan asombrosa que obliga al Gobierno a esconderla.
JC: ¿Se podría asegurar que más de 500 personas son encarceladas cada semana, tan solo en La Habana?
Dr. Darsi: No digo 500 personas, sino una cifra mucho más alta porque hay que tener en cuenta además a las prisiones de mujeres, que son 4 ó 5, las cárceles para jóvenes; y los incontables centros penitenciarios enclavados en ciudad y provincia de La Habana, tan solo el Combinado del Este mantiene encerrados a unos 5000 reclusos. Esta son las razones por las cuales hago un llamado a todas las personas e instituciones en el mundo que se ocupan de este asunto para que hagan todavía un mayor esfuerzo y contribuyan a humanizar el sistema carcelario cubano, aliviando el sufrimiento de ciento de miles de reos y también de sus familiares.
JC: ¿Cuáles son las características de la población penal de Valle Grande, sobre todo en cuanto a raza y edad?
Dr. Darsi: Alrededor de un 80 por ciento son negros y más del 70 por ciento del total general no rebasa los 25 años de edad. Es muy triste ver a la juventud de un país tras las rejas, bajo condiciones deformantes y crueles; sobreviven como no-personas.
JC: Los libros del Marxismo afirman que la delincuencia es un rezago del capitalismo, sin embargo, los penados cubanos son, en su gran mayoría, jóvenes y negros nacidos durante la Revolución. ¿Cómo puede explicarse esto?
Dr. Darsi: La falta de oportunidades, las arbitrariedades, las injusticias… yo diría que son por igual para todos, lo que sucede es que por razones culturales y económicas los negros estaban detrás al momento del triunfo revolucionario, es decir que el negro se quedó detrás antes y al negro lo dejaron aún más atrás después, porque hoy es el negro el que vive en los solares, el que no está en los hoteles, el que no figura en los principales cargos políticos. Basta con decirte que en un país donde la supervivencia es difícil para todos, para los negros multiplica estos problemas por 10. Todo esto lleva a los negros a estar sujetos a cuestiones tales como el mercado negro, rebasan lo tolerado por las autoridades y quedan en extrema necesidad, siendo más marginados, discriminados y desplazados que los blancos. Este es un grave problema porque esta no es una sociedad caucásica, sino Cuba, un país donde el que no tiene de congo tiene de carabalí. Somos un ajiaco racial, a pesar de lo cual el Gobierno se ha encargado de reforzar el criterio de que lo negro es algo negativo, por eso hasta en las prisiones los negros reciben los peores tratos y el mayor desprecio por parte de los militares. Puedo concluirte diciendo que el negro ha sido lanzado por la llamada revolución en lo más bajo de todos los sectores de la vida pública.
JC: ¿Qué explicación tiene el consumo de drogas y alcohol en Valle Grande?
Dr. Darsi: El salario promedio de los militares es extremadamente bajo, ellos también viven en la miseria; por eso la mayoría practica la corrupción; en las prisiones esta corrupción es muy grande. Son precisamente los militares los dueños de este negocio de venta de alcohol y psicofármacos; son ellos mismos los que entran estas sustancias nocivas a los centros penitenciarios en todo el país. Esto es algo inconcebible y escandaloso, pero tremendamente real. Estas son las causas directas de las frecuentes riñas y los hechos de sangre. Incluso bajo los efectos del alcohol y las drogas los reclusos se autoagreden o inoculan el SIDA con jeringuillas infectadas provistas por los propios guardias. Un día yo veo que los guardias entran en mi galera a seis enfermos de SIDA y los pusieron a convivir con nosotros, algunos venían con heridas sangrando, pues se habían auto agredido; lógicamente que nos pusieron en riesgo a todos.
JC: ¿Qué trato reciben los enfermos mentales y los discapacitados en Valle Grande?
Dr. Darsi: Ellos son víctimas de los peores tratos, porque al estar enfermos hacen cosas que irritan a los militares.
JC: ¿Cómo calificaría su enjuiciamiento?
Dr. Darsi: Fui enjuiciado a puertas cerradas, por el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, este 22 de junio y condenado a 1 año y 3 meses de prisión, donde la Seguridad del Estado acordonó el área judicial y me sometió a un proceso viciado y carente de garantías procesales. El juicio me lo celebraron 11 meses después del arresto, y me impusieron la sanción después de extinguirla y por los fabricados delitos de "Atentado y receptación", lo cual implica que debo permanecer 3 meses más en una especie de prisión domiciliaria, condición que no acepto y estoy listo para que me devuelvan a la cárcel en cuanto la Policía Política quiera, pues soy inocente y mi juicio no fue más que un circo. Mi familia, amigos y vecinos pudieron estar presentes.
JC: ¿Continúa con el paseo de mis sueños?
Dr. Darsi: Cuba todavía continúa siendo una gran cárcel y nuestro pueblo aún vive el mismo drama de la conculcación de todas sus libertades y derechos; esto es lo que me motiva a continuar luchando por la democracia y el estado de derecho; tengo 40 años y no conozco a la libertad. Ahora voy hacia adelante con más ahínco y más ansias para que Cuba sea pronto un lugar de felicidad, prosperidad y oportunidades para todos.
Centro de Información del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba.
Entrevista a Darsi Ferrer Ramírez
Juan Carlos González Leiva
27 de julio de 2010
La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – El Dr. Darsi Ferrer Ramírez fue encarcelado el 21 de julio de 2009, y declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional. En el noviembre que se registró en ese mismo almanaque "celebró" su cumpleaños número 40, en prisión. Es director del Centro de Salud y Derechos Humanos “Juan Bruno Zayas”. También es parte del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba, de cuya organización su Centro de Información aquí le entrevista:
Juan Carlos González Leiva (JC): ¿Cómo estás la salud del Dr. Ferrer?
Dr. Darsi: Primero quiero decir que estoy muy contento con la visita de ustedes. De la prisión siempre se sale afectado, pero estoy animado.
JC: Según las acusaciones correspondía una condena de más de 3 años, ¿a qué atribuye usted su anticipada libertad?
Dr. Darsi: Son muchos los factores que incidieron y resultaron en mi excarcelación. En primer lugar el reconocimiento de mi estatus de prisionero de conciencia por esa prestigiosa institución que es Amnistía Internacional, lo cual agradeceré eternamente. También la inmensa solidaridad que tuve del movimiento negro internacional, y claro está, la solidaridad de mis hermanos cubanos, tanto aquí adentro, como en el exilio.
JC: ¿Qué representa para usted la prisión de Valle Grande?
Dr. Darsi: Esta es una cárcel para quienes se encuentran en prisión preventiva, a pesar de lo cual no se diferencia de los demás centros penitenciarios cubanos. Las condiciones de vida son totalmente infrahumanas y la población penal es víctima de los tratos más crueles e inhumanos. Por ejemplo: la asistencia médica es casi nula, pues a pesar de que hay médicos en plantilla no existen en la práctica; tampoco hay equipos para hacer una prueba de hemoglobina o de glicemia. Todo no es más que una pantalla; por eso se producen muchas muertes evitables. Tan solo en los últimos 11 meses fallecieron allí por esta causa 3 reos. El hacinamiento es terrible en las 18 galeras. Miden 35 metros de largo por 5 de ancho, donde sobreviven unos 120 reos, quedando sólo medio metro de espacio vital para cada uno; tienen que dormir muchos de ellos en el piso, porque las camas no alcanzan.
La higiene es pésima, sólo ponen el agua varios minutos 3 veces cada 24 horas y el calor es insoportable. Las enfermedades contagiosas son muy frecuentes: sólo basta con que se enferme un reo. El contacto con la familia es sólo 2 horas una vez al mes. El trauma psicológico es muy grande. La magra alimentación es de muy mala calidad y no satisface las necesidades del organismo humano. Como proteína dan un pedacito de pollo cada 15 días. Los demás alimentos son un verdadero salcocho que regularmente es repartido en estado de descomposición. Esto trae como consecuencia muchas enfermedades y afectaciones a la salud.
El maltrato y las malas condiciones de vida hacen que los presos se tornen agresivos; hay frecuentes riñas.
La corrupción es galopante. Los militares son más delincuentes que los propios presos; tienen a numerosos reos trabajando en la corrupción, los cuales controlan todos los negocios ilícitos para el beneficio personal de ellos, que también usan a los más matones para imponer a palos la disciplina. Son estos militares los que propician la venta de ron y el alto consumo de drogas. No se permite la asistencia religiosa ni la libertad de culto. Hay numerosos discapacitados que son incompatibles con el régimen carcelario, yo los conocí ciegos, sordos y en silla de ruedas; en el caso de los presos políticos sobreviven en constante peligro, pues los militares azuzan a asesinos para que los hostiguen y agredan; es un infierno, una pesadilla, que si no la vives, jamás eres capaz de imaginar lo horrible que es el sistema carcelario cubano.
JC: ¿Puede afirmarse que las cárceles cubanas son antros de terror?
Dr. Darsi: Las prisiones aquí conforman un cuadro tan dantesco que no existen palabras para definirlo en toda su magnitud; aún la palabra terror no es suficiente. Esta es la razón por la cual el Gobierno no permite la supervisión del Relator Contra la Tortura, el experto, su excelencia Manfred Nowak; hay mucho que esconder; las Reglas Mínimas para el Tratamiento a los Reclusos de la ONU no son respetadas en ninguno de sus postulados y hasta las propias leyes nacionales son violadas cada día allí.
JC: ¿Qué número de presos habita actualmente en la prisión de Valle Grande?
Dr. Darsi: Son 18 galeras con una población penal total que ronda los 2000 reos. Hay que tener en cuenta, como ya dije, que esta es una cárcel para pendientes a juicio y es la única que recibe a quienes están bajo la medida cautelar de prisión preventiva en toda la Ciudad de La Habana. Casi todos los días entran en ella entre 80 y 100 reclusos de nuevo ingreso, lo cual es increíble. Claro que esto no incluye a los ya sancionados, los cuales son enviados directamente hacia los otros centros penitenciarios. O sea, que es alarmante el inmenso número de cubanos que es llevado a prisión cada día; por eso aseguro que la población penal cubana no es de 100.000 reos como se ha venido afirmando, sino que supera con creces los 200.000 penados. Es una hipertrofia tan asombrosa que obliga al Gobierno a esconderla.
JC: ¿Se podría asegurar que más de 500 personas son encarceladas cada semana, tan solo en La Habana?
Dr. Darsi: No digo 500 personas, sino una cifra mucho más alta porque hay que tener en cuenta además a las prisiones de mujeres, que son 4 ó 5, las cárceles para jóvenes; y los incontables centros penitenciarios enclavados en ciudad y provincia de La Habana, tan solo el Combinado del Este mantiene encerrados a unos 5000 reclusos. Esta son las razones por las cuales hago un llamado a todas las personas e instituciones en el mundo que se ocupan de este asunto para que hagan todavía un mayor esfuerzo y contribuyan a humanizar el sistema carcelario cubano, aliviando el sufrimiento de ciento de miles de reos y también de sus familiares.
JC: ¿Cuáles son las características de la población penal de Valle Grande, sobre todo en cuanto a raza y edad?
Dr. Darsi: Alrededor de un 80 por ciento son negros y más del 70 por ciento del total general no rebasa los 25 años de edad. Es muy triste ver a la juventud de un país tras las rejas, bajo condiciones deformantes y crueles; sobreviven como no-personas.
JC: Los libros del Marxismo afirman que la delincuencia es un rezago del capitalismo, sin embargo, los penados cubanos son, en su gran mayoría, jóvenes y negros nacidos durante la Revolución. ¿Cómo puede explicarse esto?
Dr. Darsi: La falta de oportunidades, las arbitrariedades, las injusticias… yo diría que son por igual para todos, lo que sucede es que por razones culturales y económicas los negros estaban detrás al momento del triunfo revolucionario, es decir que el negro se quedó detrás antes y al negro lo dejaron aún más atrás después, porque hoy es el negro el que vive en los solares, el que no está en los hoteles, el que no figura en los principales cargos políticos. Basta con decirte que en un país donde la supervivencia es difícil para todos, para los negros multiplica estos problemas por 10. Todo esto lleva a los negros a estar sujetos a cuestiones tales como el mercado negro, rebasan lo tolerado por las autoridades y quedan en extrema necesidad, siendo más marginados, discriminados y desplazados que los blancos. Este es un grave problema porque esta no es una sociedad caucásica, sino Cuba, un país donde el que no tiene de congo tiene de carabalí. Somos un ajiaco racial, a pesar de lo cual el Gobierno se ha encargado de reforzar el criterio de que lo negro es algo negativo, por eso hasta en las prisiones los negros reciben los peores tratos y el mayor desprecio por parte de los militares. Puedo concluirte diciendo que el negro ha sido lanzado por la llamada revolución en lo más bajo de todos los sectores de la vida pública.
JC: ¿Qué explicación tiene el consumo de drogas y alcohol en Valle Grande?
Dr. Darsi: El salario promedio de los militares es extremadamente bajo, ellos también viven en la miseria; por eso la mayoría practica la corrupción; en las prisiones esta corrupción es muy grande. Son precisamente los militares los dueños de este negocio de venta de alcohol y psicofármacos; son ellos mismos los que entran estas sustancias nocivas a los centros penitenciarios en todo el país. Esto es algo inconcebible y escandaloso, pero tremendamente real. Estas son las causas directas de las frecuentes riñas y los hechos de sangre. Incluso bajo los efectos del alcohol y las drogas los reclusos se autoagreden o inoculan el SIDA con jeringuillas infectadas provistas por los propios guardias. Un día yo veo que los guardias entran en mi galera a seis enfermos de SIDA y los pusieron a convivir con nosotros, algunos venían con heridas sangrando, pues se habían auto agredido; lógicamente que nos pusieron en riesgo a todos.
JC: ¿Qué trato reciben los enfermos mentales y los discapacitados en Valle Grande?
Dr. Darsi: Ellos son víctimas de los peores tratos, porque al estar enfermos hacen cosas que irritan a los militares.
JC: ¿Cómo calificaría su enjuiciamiento?
Dr. Darsi: Fui enjuiciado a puertas cerradas, por el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, este 22 de junio y condenado a 1 año y 3 meses de prisión, donde la Seguridad del Estado acordonó el área judicial y me sometió a un proceso viciado y carente de garantías procesales. El juicio me lo celebraron 11 meses después del arresto, y me impusieron la sanción después de extinguirla y por los fabricados delitos de "Atentado y receptación", lo cual implica que debo permanecer 3 meses más en una especie de prisión domiciliaria, condición que no acepto y estoy listo para que me devuelvan a la cárcel en cuanto la Policía Política quiera, pues soy inocente y mi juicio no fue más que un circo. Mi familia, amigos y vecinos pudieron estar presentes.
JC: ¿Continúa con el paseo de mis sueños?
Dr. Darsi: Cuba todavía continúa siendo una gran cárcel y nuestro pueblo aún vive el mismo drama de la conculcación de todas sus libertades y derechos; esto es lo que me motiva a continuar luchando por la democracia y el estado de derecho; tengo 40 años y no conozco a la libertad. Ahora voy hacia adelante con más ahínco y más ansias para que Cuba sea pronto un lugar de felicidad, prosperidad y oportunidades para todos.
Centro de Información del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba.
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