Una libreta que tiene historia

Una libreta que tiene historia
	Cubamatinal/ En estos últimos días un tema de conversación mantiene expectantes a muchos cubanos dentro de la isla, se trata de que muy pronto se prescindirá de la libreta de racionamiento.
Por Amarilis C. Rey La Habana, 20 de noviembre / PD/  Nació en 1961, casi junto con el sistema político que aun gobierna el país, y fue creada según informaron los medios de la época, para que todos comieran iguales. Entiéndase por todos, las masas gobernadas. Los gobernantes no clasificaban en ese grupo, ellos tenían y tienen asignaciones especiales de esos suministros. Durante la década de los años 60 la libreta surtía a una familia para casi todo el mes, pero aquella bonanza se perdió y lo que al principio se iba a buscar en un pequeño carretón, después cupo en un cartucho grande y cuando se acabaron estos en una jabita plástica. Según cuentan cubanos que estuvieron en la guerra de Angola, cuando ellos llegaron a ese país, les decían a los angolanos “venimos a libretarlos”. La libreta ha sido todo un símbolo del sistema. Hoy los comentarios sobre la posible desaparición de la “libreta” se basan en ciertas medidas adoptadas por el Ministerio de Comercio Interior, y que para muchos no tienen otra explicación que preparar a la gente porque “lo que viene no es carne”. Aunque eso es lo que precisamente hace años “no llegó” dentro de la historia de la vieja libreta. Con la reciente aparición de los granos de chícharos a 3.50cup la libra, las papas a peso la libra, unido a la información que estos productos ya no serán racionados. Muchos especulan sobre el pollo a quince pesos la libra y el café, con su precio de 4, 00cup, por sobre de 4 onzas, incrementado a 10, 00cup, a partir del próximo primero de diciembre. El pasado mes de febrero el actual gobernante de Cuba, general Raúl Castro, durante la última legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dijo que estaba en estudio la desaparición de la libreta, ya que el Estado no podía continuar el subsidio a los productos de la canasta básica. A menos de un año de aquellos pronunciamientos, hoy muchos pensionados y jubilados no saben como van a hacer para tratar, con sus bajos ingresos, de asumir los precios de los productos que la red minorista ha colocado en el mercado liberado. Margarita, quien recibe una jubilación por 30 años de servicio, afirma que con sus 250cup de retiro, no podría comprar sus alimentos, ni sus medicamentos. “Si me venden el pollo a quince pesos la libra. ¿Cuantas veces al mes puedo comerlo? Yo estoy de acuerdo en que quiten la libreta pero que bajen los precios, o aumenten bastante los salarios”. Algunas personas opinan que el gobierno pone sus precios de acuerdo con el valor que tienen el producto en el mercado negro. “Si la gente lo compra en el mercado ilegal a un precio, más tarde vemos el producto liberado a ese mismo precio. Eso ha pasado con el arroz, con los frijoles y ahora vamos a ver que pasa con el café y el pollo.” Los comentarios y especulaciones del tópico, recorren las calles, la información oficial sobre el importante tema, que las personas necesitan no llega. Un empleado de comercio que declinó dar su identidad, por miedo a perder el empleo, dijo que todo estos cambios con respecto a las ventas y precios de los productos era una prueba para ver como se comportaba la situación, y también afirmó, “para preparar un poco a la población para cuando se decida quitar la libreta”. Hoy la especulación forma parte de la vida del cubano. La falta de información en este caso respecto a las cuestiones domesticas del país, da paso a estas situaciones. El embargo estadounidense y la crisis mundial que solo afectan al pueblo, pudieran ser un buen argumento. Pero casi medio siglo de racionamiento y de libreta muestran a las claras que el fracaso es tan viejo como el régimen.