Esta entrevista con Elena Larrinaga de Luis, presidenta del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), comenzó por email, y termina en España, donde vive desde 1966. Afirma que desde niña conoció la realidad de Cuba por boca de terceros.
En 2008 viajó a Cuba...
El 2007 fue muy duro para la oposición. Las Damas de Blanco sufrían una fuerte represión, parecida a la actual.
En febrero de 2008 llegaron los primero cuatros presos de la Primavera Negra, excarcelados/desterrados, mediante la negociación entre el Gobierno español, el cubano, y el cardenal Ortega.
En otoño de ese año, Felipe Pérez Roque declaró en España que en Cuba nadie era perseguido por sus ideas políticas. Estas declaraciones me soliviantaron; cogí mi pasaporte español y partí a La Habana.
No pude entrar; no aceptaban este pasaporte porque soy cubana. Me alegré: cuando salí siendo niña mi pasaporte cubano tenía un sello que ponía "Salida definitiva". Daba la sensación de ser persona non grata…
La policía me devolvió al avión pasadas unas horas. En España fui al consulado cubano. Expliqué que quería ver a la oposición, alegando las declaraciones de Pérez Roque.
Le dije al Vicecónsul: "Quiero ir a ver a mis amigos. Considero amigos a quienes comparten mi manera de pensar o al menos la respetan. La pena es que usted y yo no podemos ser amigos, no porque yo no quiera, sino porque usted no puede".
Recibí el permiso y viajé con mi pasaporte español. Me acompañó mi marido. Ha sido quizá el viaje más importante de mi vida. Conocer la realidad y a los actores directamente fortaleció mucho mi argumentación en el exterior.
Vi a las Damas de Blanco en Santa Rita. Fue muy emocionante abrazarlas allí.
¿Cómo pudo abogar por la democracia en Cuba, desde 1991, sin conocer directamente la realidad del país?
Mi familia integró el Centro Cubano de España desde sus orígenes y apoyó activamente a los exiliados. Llegaron miles. He vivido esa experiencia durante toda mi vida. Recuerdo la llegada de Guillermo Cabrera Infante, entre otros. Conocí a Huber Matos, de quien tengo un magnífico recuerdo. Cuando fue desapareciendo la generación anterior, los siguientes fuimos relevándolos. He oído testimonios que me han desgastado emocionalmente.
¿De darse una transición democrática en Cuba, se sentiría con derecho a reclamar las propiedades dejadas por su familia?
Para mí es asunto lejano. El derecho a recuperar o no propiedades, dependerá de un futuro gobierno democrático en Cuba. La familia tendría que ponerse de acuerdo sobre qué decisión tomar. En casa, me enseñaron que la vida se conduce como un automóvil: "Maneja siempre mirando al frente; si miras por el retrovisor, seguramente chocarás con el de adelante". Mi objetivo es colaborar para que Cuba entre en el concierto de las naciones democráticas por una vía pacífica, basada en la reflexión y el conocimiento histórico: sin frivolidades.
¿Considera que la represión en Cuba ha aumentado a pesar del reestablecimiento de relaciones con el Gobierno norteamericano, debido a este?
Ha aumentado a pesar y debido al restablecimiento. Este trajo cierta esperanza que empieza a generar frustración por exceso de expectativas, hecho que preocupa al Gobierno, y por ello aumenta la represión. Al mismo tiempo se siente legitimado, dado que la comunidad internacional ha decidido, sin reclamar, abiertamente, un cambio de actitud, tenderle la mano. ¿Por qué iba a cambiar?
Muchos partidarios y no partidarios del Gobierno cubano plantean que durante 50 años, la oposición cubana ha carecido de propuestas concretas, liderazgo y capacidad de ponerse de acuerdo. ¿La retirada de varias organizaciones de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), incluido el OCDH, les da la razón?
Soy una defensora de la oposición. Se ha trabajado en condiciones durísimas. El régimen cubano ha utilizado todos sus recursos, para atomizar y desprestigiar a la oposición; en ocasiones parece haberlo conseguido, pero esta sigue ahí trabajando. Lo importante es que existe un objetivo común y concreto: la democratización del país por la vía pacífica y el pluralismo político; las diferencias son mínimas, más bien de metodología.
Los cubanos somos creativos, personalistas e independientes. Bien encauzadas, estas son grandes cualidades. Por ellas, nos sobra liderazgo y nos falta fortaleza institucional. Este ha sido el problema de la MUAD, pero eso se aprende. Es simplemente cuestión de encontrar el procedimiento adecuado, que nos llevará a un espacio deseado por todos.
¿Por qué cree que no ha sido posible, por más de 50 años, lograr una transición democrática en Cuba? ¿Solo por la represión; hay más ahora que durante la dictadura de Fulgencio Batista?
La represión del régimen actual es mucho más profunda. Es científica. Esto, unido al contexto histórico de la Guerra Fría, al carisma de Fidel y del Che y de su "épica revolucionaria", que supuso prestigio a nivel internacional, ha hecho imposible un cambio de sistema.
La propaganda y los recursos facilitados por la Unión Soviética y Venezuela hicieron el resto. El marketing ha sido inmejorable. Parece una superficialidad, pero por ejemplo, del Che ha quedado, para la gran mayoría, la magnífica foto de Korda. No se ha profundizado sobre su auténtico legado político ni su personalidad. La imagen, no es todo, pero influye mucho.
La revolución triunfó por el apoyo mayoritario. El pueblo quería democracia. Nadie pensó en este fatal desenlace que no trajo ni libertad ni prosperidad.
¿No es justamente el apoyo mayoritario lo que mantiene al Gobierno?
Si fuera así, no existirían en Cuba leyes y medidas coercitivas para controlar al pueblo. Bajarían a la arena política a batirse ideológicamente con sus rivales, con la confianza de quien se sabe ganador. ¿Por qué no lo hacen? ¿Miedo al fracaso, a enfrentar la realidad? Es mejor vivir en la verdad que soportar una situación sustentada en la mentira, entre otras cuestiones, por el daño innecesario que ello ocasiona.
El objetivo fundamental del OCDH es enviar informes sobre violaciones de derechos humanos en Cuba a organismos internacionales. ¿Una transición exitosa hacia la democracia en Cuba significaría la garantía de esos derechos? ¿Estos derechos están plenamente garantizados en las sociedades democráticas?
El OCDH tiene varios objetivos principales: denunciar las violaciones de derechos humanos en Cuba, informar y sensibilizar a la comunidad internacional. Por último, y muy importante, capacitar a la sociedad para conocer, ejercer y hacer respetar sus derechos.
El éxito de una transición democrática solo puede basarse en la garantía de los derechos humanos.
Plenamente… no se corresponde con la condición humana. Siempre se puede hacer más. Los derechos humanos están exentos de condiciones.
El Observatorio, prácticamente solo refleja violaciones contra opositores, activistas y periodistas independientes. ¿Y el resto del pueblo?
Estamos abiertos a toda la sociedad, pero las instituciones nos exigen datos contrastables, y hay personas que, por un temor lógico, no se atreven a denunciar violaciones de sus derechos y dar nombres. A ellos me gustaría decirle que no tengan miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario