EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
No
sabemos cuál será la política en general de Donald Trump, y aunque
sepamos que es un lince para los negocios no es menos cierto que en el
plano de la sabiduría no tenemos mucha información de sus artes y es
lógico que nos quede la duda a tenor de algunas de sus alocuciones,
tampoco sabemos sus futuras acciones y decisiones que sin dudas causarán
efecto en el mundo, pero solo por el hecho de que con su victoria
electoral haya puesto en guardia a toda la izquierda del planeta merece
un reconocimiento y no dudaría en afirmar que también un lugar en la
historia. Da igual que haya sido Donald, hubiera podido ser
perfectamente cualquier John Doe, da igual que le critiquen por sus
virtudes y defectos, que le acusen de demagogo o caudillo… nos da igual;
solo el hecho de hacer frente con su disposición a los polarizados
desde la izquierda medios de comunicación y a la pusilanimidad
gubernamental del lobby Obama-Clinton, ha merecido la pena. Una cosa es
segura, si Trump hubiera remplazado en la Casa Blanca a un Reagan, nadie
estaría hablando.
El mundo nunca parará porque un grupo de mediocres griten consignas desde el miedo.
La victoria de Trump ha desatado una polémica entre la disidencia de mi
país, acontecimiento que ha dibujado una sonrisa de oreja a oreja en la
cara de los regresionistas cubanos, no creo que se hayan sentido tan
contentos en sus 57 años de dominio como lo son ahora, y tienen motivos,
nunca antes los disidentes se habían peleado tan bien posicionados y de
forma tan abierta entre ellos, ¿qué mejor justificación para enfatizar
sus convicciones, la de los regresionistas?, ¿viendo lo que sucede a
quién le cabría la duda de que los disidentes, sencillamente, no
sirven?, lo dicho… “están de plácemes”. Al enemigo no se le puede
brindar un flanco descubierto, este detalle lo han pasado por alto
quienes luchan (o dicen que luchan) contra el régimen de La Habana al
criticar abiertamente a Trump.
Parece mentira el descubrimiento, la
manera en que ha salido a la luz cómo los medios de comunicación estaban
polarizados, teníamos cierta certeza del problema, pero resulta que era
un monstruo creciendo de forma solapada delante de nuestras narices y
no éramos capaces de verlo. Los 8 años pusilánimes de Obama habían dado
riendas sueltas a la izquierdización de los medios (al menos algunos de
ellos ya han pedido disculpa y están en proceso de rectificación).
Aún no me explico cómo los opositores (o los que se dicen opositores)
al gobierno cubano no ven en Trump la gran respuesta política tan
necesaria que necesitábamos desde hace años para plantarle cara a la
dictadura de la isla. Es la respuesta diametralmente opuesta al
planteamiento regresionista, la que siempre han usado de base para
justificar la creación de sus ideas, es el muro con que siempre se
encuentran desde la desfachatez de la usurpación social en que viven
donde dilapidan la riqueza ajena mientras someten a la sociedad, es
sencillamente capitalismo.
Ha sido una gran victoria desde la
derecha sobre la izquierda mundial, sin embargo, desde la derrota ya han
lanzado la enésima consigna donde instan a los delegados del Colegio
Electoral a que el próximo 19 de diciembre no apoyen a Trump. No
obstante, los que abogamos en este mundo por un desarrollo imparable y
luchamos contra el absolutismo estamos de enhorabuena por los
acontecimientos, pues hemos descubierto algunas cosas y entes que de no
ser por las actuales circunstancias seguirían solapados.
¡Cuánta falta nos hacía un Donald Trump!
sabemos cuál será la política en general de Donald Trump, y aunque
sepamos que es un lince para los negocios no es menos cierto que en el
plano de la sabiduría no tenemos mucha información de sus artes y es
lógico que nos quede la duda a tenor de algunas de sus alocuciones,
tampoco sabemos sus futuras acciones y decisiones que sin dudas causarán
efecto en el mundo, pero solo por el hecho de que con su victoria
electoral haya puesto en guardia a toda la izquierda del planeta merece
un reconocimiento y no dudaría en afirmar que también un lugar en la
historia. Da igual que haya sido Donald, hubiera podido ser
perfectamente cualquier John Doe, da igual que le critiquen por sus
virtudes y defectos, que le acusen de demagogo o caudillo… nos da igual;
solo el hecho de hacer frente con su disposición a los polarizados
desde la izquierda medios de comunicación y a la pusilanimidad
gubernamental del lobby Obama-Clinton, ha merecido la pena. Una cosa es
segura, si Trump hubiera remplazado en la Casa Blanca a un Reagan, nadie
estaría hablando.
El mundo nunca parará porque un grupo de mediocres griten consignas desde el miedo.
La victoria de Trump ha desatado una polémica entre la disidencia de mi
país, acontecimiento que ha dibujado una sonrisa de oreja a oreja en la
cara de los regresionistas cubanos, no creo que se hayan sentido tan
contentos en sus 57 años de dominio como lo son ahora, y tienen motivos,
nunca antes los disidentes se habían peleado tan bien posicionados y de
forma tan abierta entre ellos, ¿qué mejor justificación para enfatizar
sus convicciones, la de los regresionistas?, ¿viendo lo que sucede a
quién le cabría la duda de que los disidentes, sencillamente, no
sirven?, lo dicho… “están de plácemes”. Al enemigo no se le puede
brindar un flanco descubierto, este detalle lo han pasado por alto
quienes luchan (o dicen que luchan) contra el régimen de La Habana al
criticar abiertamente a Trump.
Parece mentira el descubrimiento, la
manera en que ha salido a la luz cómo los medios de comunicación estaban
polarizados, teníamos cierta certeza del problema, pero resulta que era
un monstruo creciendo de forma solapada delante de nuestras narices y
no éramos capaces de verlo. Los 8 años pusilánimes de Obama habían dado
riendas sueltas a la izquierdización de los medios (al menos algunos de
ellos ya han pedido disculpa y están en proceso de rectificación).
Aún no me explico cómo los opositores (o los que se dicen opositores)
al gobierno cubano no ven en Trump la gran respuesta política tan
necesaria que necesitábamos desde hace años para plantarle cara a la
dictadura de la isla. Es la respuesta diametralmente opuesta al
planteamiento regresionista, la que siempre han usado de base para
justificar la creación de sus ideas, es el muro con que siempre se
encuentran desde la desfachatez de la usurpación social en que viven
donde dilapidan la riqueza ajena mientras someten a la sociedad, es
sencillamente capitalismo.
Ha sido una gran victoria desde la
derecha sobre la izquierda mundial, sin embargo, desde la derrota ya han
lanzado la enésima consigna donde instan a los delegados del Colegio
Electoral a que el próximo 19 de diciembre no apoyen a Trump. No
obstante, los que abogamos en este mundo por un desarrollo imparable y
luchamos contra el absolutismo estamos de enhorabuena por los
acontecimientos, pues hemos descubierto algunas cosas y entes que de no
ser por las actuales circunstancias seguirían solapados.
¡Cuánta falta nos hacía un Donald Trump!
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