EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
En un análisis publicado este domingo, el ex asesor de Hugo Chávez y
creador del Socialismo del Siglo 21 le propone al presidente Maduro una
salida del poder a través de lo que llama “la solución sandinista”.
creador del Socialismo del Siglo 21 le propone al presidente Maduro una
salida del poder a través de lo que llama “la solución sandinista”.
Dieterich
señala que “Toda rebelión social comienza por el hambre y Venezuela no
será la excepción. Tomando el incremento de los saqueos como parámetro
sistémico de la situación actual, es evidente, que el momento del
estallido generalizado se acerca rápidamente”, afirma el teórico
marxista, y agrega: “Como la absoluta mayoría de la población está
convencida, que la camarilla de Maduro es responsable causalmente del
hambre y de la situación insostenible de las masas, no hay forma de
salvar la cabeza de Maduro y el proyecto de desgobierno que encarna. El
fracaso de todas las negociaciones hasta el día de hoy demuestra que no
hay nada que hablar, mientras el gobierno no acepta prescindir de Maduro
y Cabello. La pregunta real en Venezuela, por lo tanto, es, como llegar
a un arreglo que salve la cara al “Chavismo” y permita una concertación
que evite la violencia. La única respuesta posible a esa pregunta es:
la solución sandinista de 1990”.
señala que “Toda rebelión social comienza por el hambre y Venezuela no
será la excepción. Tomando el incremento de los saqueos como parámetro
sistémico de la situación actual, es evidente, que el momento del
estallido generalizado se acerca rápidamente”, afirma el teórico
marxista, y agrega: “Como la absoluta mayoría de la población está
convencida, que la camarilla de Maduro es responsable causalmente del
hambre y de la situación insostenible de las masas, no hay forma de
salvar la cabeza de Maduro y el proyecto de desgobierno que encarna. El
fracaso de todas las negociaciones hasta el día de hoy demuestra que no
hay nada que hablar, mientras el gobierno no acepta prescindir de Maduro
y Cabello. La pregunta real en Venezuela, por lo tanto, es, como llegar
a un arreglo que salve la cara al “Chavismo” y permita una concertación
que evite la violencia. La única respuesta posible a esa pregunta es:
la solución sandinista de 1990”.
Según Dieterich esta Solución
sandinista fundacional evitaría la violencia masiva. Dice: “En la
diplomacia y, muchas veces, en la política, la única forma para que
ambos adversarios puedan salvar la cara, es la convocatoria a nuevas
elecciones presidenciales para el año 2017”. Esta solución –explica- le
permite al gobierno evitar la estrepitosa derrota del revocatorio;
pregonar que es democrático; cambiar su equipo para tratar de rescatar
lo poco rescatable del PSUV para las elecciones del 2017, y llegar a un
acuerdo económico con el bloque de Henrique Capriles, con apoyo del
Papa, la IS, UNASUR y, eventualmente, Washington.
sandinista fundacional evitaría la violencia masiva. Dice: “En la
diplomacia y, muchas veces, en la política, la única forma para que
ambos adversarios puedan salvar la cara, es la convocatoria a nuevas
elecciones presidenciales para el año 2017”. Esta solución –explica- le
permite al gobierno evitar la estrepitosa derrota del revocatorio;
pregonar que es democrático; cambiar su equipo para tratar de rescatar
lo poco rescatable del PSUV para las elecciones del 2017, y llegar a un
acuerdo económico con el bloque de Henrique Capriles, con apoyo del
Papa, la IS, UNASUR y, eventualmente, Washington.
Dieterich propone
“Maduro renunciaría antes de fin de año por razones de salud. Es
evidente, que el “Chavismo” perderá esas elecciones holgadamente. Por lo
tanto, tiene que negociar que durante unos seis años no se cambie la
oficialidad de las Fuerzas Armadas ni el control de determinados
sectores de la policía” como ocurrió en Nicaragua.
Dieterich asegura
que es “la última oportunidad antes de la catástrofe, porque si la
oposición no acepta el acuerdo fundacional, la situación terminará muy
pronto en un estallido social que provocará un régimen militar. Y, la
vieja clase política pre-Chávez no puede estar seguro, de que les vaya a
ir muy bien en tal régimen de facto. Por otra parte, si la camarilla de
Maduro-Cabello no acepta el acuerdo fundacional, le espera, más
temprano que tarde, un levantamiento social generalizado, seguido por un
golpe militar. Y ahí, tampoco pueden estar seguros, que sus antiguos
aliados les tratarán con guante de seda. De ahí, que para ambos lados
ésta es la última oportunidad de negociar que tienen. Si no la
aprovechan, la bota militar los sustituirá.
EDC
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