EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
La “dolce vita” de Fidel Castro contada por su escolta
Su ex guardaespaldas Juan Reinaldo Sánchez lo cuenta todo en un
libro de 336 páginas: “La Vida Oculta de Fidel Castro”, publicado hoy en
Francia.
libro de 336 páginas: “La Vida Oculta de Fidel Castro”, publicado hoy en
Francia.
por Rolando Cartaya
En La Vie Cachée de Fidel Castro (La Vida Oculta de Fidel Castro),
publicado este miércoles en Francia por Ediciones Michel Lafon, un ex
guardaespaldas del caudillo comunista cubano y excepcional testigo de su
círculo íntimo, Juan Reinaldo Sánchez, afirma que hasta que la
enfermedad lo obligó a dejar el poder, Castro gobernó a Cuba como su
feudo privado, una suerte de híbrido entre un noble medieval y el rey de
Francia, Luis XV.
Sánchez subraya que al contrario de lo que siempre ha predicado, y
han descrito procastristas como el periodista francés Ignacio Ramonet,
Fidel nunca renunció a las comodidades del capitalismo ni eligió vivir
con austeridad.
“Por el contrario, su modo de vida ha sido el de un capitalista sin
ningún tipo de límites”, escribe. “Nunca ha considerado que lo que
predicaba le obligara a seguir el estilo de vida austero de un buen
revolucionario”.
Yate e isla privada
Entre sus revelaciones a Axel Gyldén, reportero de la revista
L’Express y redactor del libro, Sánchez cuenta que entre sus propiedades
Castro disfrutaba de una isla privada, Cayo Piedra, al sur de la Bahía
de Cochinos, la cual describe como un “jardín del Edén”, donde el Máximo
compartía y practicaba la pesca submarina entre delfines con invitados
selectos como el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
L’Express y redactor del libro, Sánchez cuenta que entre sus propiedades
Castro disfrutaba de una isla privada, Cayo Piedra, al sur de la Bahía
de Cochinos, la cual describe como un “jardín del Edén”, donde el Máximo
compartía y practicaba la pesca submarina entre delfines con invitados
selectos como el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
García Márquez era un frecuente invitado de Fidel a jornadas de pesquería en Cayo Piedra
García Márquez era un frecuente invitado de Fidel a jornadas de pesquería en Cayo Piedra
Cuando iba a Cayo Piedra, Castro lo hacía en su yate de lujo Aquarama
II, forrado en maderas preciosas angolanas y propulsado por cuatro
motores que le regaló el gobernante soviético Leonid Brezhnev.
García Márquez era un frecuente invitado de Fidel a jornadas de pesquería en Cayo Piedra
Cuando iba a Cayo Piedra, Castro lo hacía en su yate de lujo Aquarama
II, forrado en maderas preciosas angolanas y propulsado por cuatro
motores que le regaló el gobernante soviético Leonid Brezhnev.
El ex teniente coronel y ex Jefe de Grupo de la Seguridad Personal de
Castro por 17 años, lo recuerda sentado en su silla de director,
tapizada de cuero negro. En la mano, un vaso de su whiskey favorito,
(Chivas Regal) a la roca.
Castro por 17 años, lo recuerda sentado en su silla de director,
tapizada de cuero negro. En la mano, un vaso de su whiskey favorito,
(Chivas Regal) a la roca.
Sánchez desmiente la leyenda divulgada por el propio Castro de que la
revolución no le dejaba descanso ni tiempo para los placeres del mundo.
“Miente”, asegura.
revolución no le dejaba descanso ni tiempo para los placeres del mundo.
“Miente”, asegura.
Otras propiedades del dictador incluían una inmensa residencia en La
Habana con bolera en la azotea, cancha de baloncesto y un centro médico
completamente equipado, así como un bungalow de lujo con muelle privado
en la costa.
Habana con bolera en la azotea, cancha de baloncesto y un centro médico
completamente equipado, así como un bungalow de lujo con muelle privado
en la costa.
Una cena de gala ofrecida por Fidel Castro en el Palacio de la Revolución.
Una cena de gala ofrecida por Fidel Castro en el Palacio de la Revolución.
Una cena de gala ofrecida por Fidel Castro en el Palacio de la Revolución.
El ex escolta contrasta la dolce vita de Castro (un “privilegio
insensato”) con las graves penurias que los cubanos sufrieron en la
década de los 90 cuando la economía “se derrumbó como un castillo de
naipes”, después de la desintegración de la Unión Soviética y el bloque
oriental, con los que La Habana mantenía casi el 80 % de su comercio
exterior.
insensato”) con las graves penurias que los cubanos sufrieron en la
década de los 90 cuando la economía “se derrumbó como un castillo de
naipes”, después de la desintegración de la Unión Soviética y el bloque
oriental, con los que La Habana mantenía casi el 80 % de su comercio
exterior.
Matiza sin embargo que para el gobernante la riqueza era ante todo un
instrumento de poder, de supervivencia política y protección personal.
instrumento de poder, de supervivencia política y protección personal.
Personalidad egocéntrica
En otras revelaciones que ofrecen pistas sobre la personalidad del
caudillo, Sánchez describe a su ex protegido como carismático e
inteligente, pero manipulador, de sangre fría, egocéntrico y propenso a
las rabietas y pataletas.
caudillo, Sánchez describe a su ex protegido como carismático e
inteligente, pero manipulador, de sangre fría, egocéntrico y propenso a
las rabietas y pataletas.
Fidel Castro se movía en una caravana de Mercedes Benz con no menos
de diez escoltas y dos de ellos donantes de sangre, asegura su ex
guardaespaldas.
de diez escoltas y dos de ellos donantes de sangre, asegura su ex
guardaespaldas.
Mantenía una pistola a sus pies cuando se trasladaba en su Mercedes, y
nunca iba a ninguna parte sin por lo menos diez guardaespaldas, entre
ellos dos “donantes de sangre”. En su casa de cuatro dormitorios [en
Punto Cero, al oeste de La Habana], se levantaba tarde, y empezaba a
trabajar cerca del mediodía “después de un desayuno frugal”.
nunca iba a ninguna parte sin por lo menos diez guardaespaldas, entre
ellos dos “donantes de sangre”. En su casa de cuatro dormitorios [en
Punto Cero, al oeste de La Habana], se levantaba tarde, y empezaba a
trabajar cerca del mediodía “después de un desayuno frugal”.
Su película favorita, que vio no sé cuántas veces, era la versión interminable y soporífera soviética de La Guerra y la Paz
“Su película favorita, que vio yo no sé cuántas veces, era la versión
interminable y soporífera soviética sobre ‘La Guerra y la Paz’ de
Tolstoi … duraba por lo menos cinco horas”.
interminable y soporífera soviética sobre ‘La Guerra y la Paz’ de
Tolstoi … duraba por lo menos cinco horas”.
Sánchez recuerda cómo Castro ordenaba grabar en secreto a todos sus
interlocutores, incluido Hugo Chávez, e insistía en que sus
guardaespaldas anotaran todo en un cuaderno, según él, “para la
historia”.
interlocutores, incluido Hugo Chávez, e insistía en que sus
guardaespaldas anotaran todo en un cuaderno, según él, “para la
historia”.
“A veces, Fidel parecía tener algo de la mentalidad de un pirata del
Caribe”, afirma, mientras evoca cómo Castro atesoraba diamantes
angolanos en una caja de habanos Cohíba.
Caribe”, afirma, mientras evoca cómo Castro atesoraba diamantes
angolanos en una caja de habanos Cohíba.
Observa el ex guardaespaldas que los compatriotas de Castro
desconocían su compleja vida amorosa y de mujeriego –fruto de la cual ha
dejado al menos nueve hijos– entre otras cosas porque a los medios
cubanos les estaba prohibido hablar de eso.
desconocían su compleja vida amorosa y de mujeriego –fruto de la cual ha
dejado al menos nueve hijos– entre otras cosas porque a los medios
cubanos les estaba prohibido hablar de eso.
Acerca de la crueldad del dictador, Sánchez dice haberla
experimentado de primera mano cuando por pedir su retiro perdió su
favor, fue calificado de traidor y encarcelado “como un perro”,
torturado y dejado en una celda infestada de cucarachas.
experimentado de primera mano cuando por pedir su retiro perdió su
favor, fue calificado de traidor y encarcelado “como un perro”,
torturado y dejado en una celda infestada de cucarachas.
El ex militar cubano, que dice haber pasado más tiempo con Fidel
Castro que su propia familia, admite que creyó en él y habría dado su
vida por él, hasta que se dio cuenta de que el gobernante estaba
convencido de que Cuba le pertenecía.
Castro que su propia familia, admite que creyó en él y habría dado su
vida por él, hasta que se dio cuenta de que el gobernante estaba
convencido de que Cuba le pertenecía.
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