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El abastecimiento de la capital…
Publicado en 20 de mayo de 2013
La mejor manera de evitar que un prisionero escape, es asegurarse de que nunca sepa que está en prisión.Fiódor Dostoyevski
Por: Franco D´Orazio P.
En épocas de la antigua Roma, imperial, tiránica, se produjo un fenómeno que fue debidamente registrado por la historia económica de entonces, bastante rudimentaria por cierto, y que se relacionaba con el aprovisionamiento de la ciudad capital… igual que ocurrió siglos antes en suelos helénicos, Atenas y luego Esparta.
En efecto, Schumpeter refiere una aportación menor de los romanos a las ciencias económicas, con relación a los griegos, pues cuando Roma era una comunidad de campesinos, afirma… “Hubo allí problemas económicos de primerísima importancia que produjeron violentas luchas de clases. En la época de la primera guerra púnica se habían desarrollado ya importantes intereses comerciales. Hacia finales del periodo republicano, el comercio, la moneda y la hacienda, la administración colonial, las dificultades de la agricultura itálica, el desarrollo de los latifundia, el trabajo esclavo y sobre todo, el racionamiento de la ciudad capital, se constituían en sus preocupaciones más importantes”.
Esas fuentes de problemas habrían podido ocupar a una legión de economistas en aquel artificial marco político creado por la conquista militar y por todas las consecuencias de la guerra permanente.
De poco valieron las aportaciones de los eclécticos romanos como Cicerón y Séneca, y a continuación de la fase culminante de su cultura, en la época de Adriano y de Antonio Pio, cuando alguna de aquellas dificultades amainaron provisionalmente y la paz y la prosperidad reinaron por algún tiempo, pues allí mismo comenzaron los lamentos por la desfavorable balanza comercial del imperio o el treno latifundia perdidere Italiam, es decir, “los latifundios han sido la pérdida de Italia”… y él no haber notado que esos latifundia eran tanto la causa cuanto la consecuencia de tal decadencia, ello condujo al desenlace fatal que todos conocemos.
Sin embargo en todas las épocas romanas, desde aquellas de las dificultades sociales como de las más prosperas, la ciudad capital de la república, luego imperio, siempre estuvo debidamente aprovisionada con todos los rubros agro-alimentarios necesarios para compartir la mejor vida social posible, incluyendo los entretenimientos mundanos indispensables para que el pueblo capitalino permaneciera tranquilo, plácidamente rendido a los pies del gobernante de turno… El lema ‘Pan y circo’ se encargó de satisfacer las necesidades más apremiantes del pueblo, ofreciéndole suficiente circo, con manifestaciones callejeras incluidas, y abasteciendo los diversos eventos socio políticos con mucho pan ¿y vino? obsequio de su bien amado César.
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Por no ser estática, la historia evoluciona pero de vez en cuando nos retrotrae a estadios sociales recurrentes, similares a los antes acaecidos. Durante la época cercana al decaimiento del absolutismo francés, la corona vivía preocupada por el abastecimiento de su capital a tal punto, que las bodegas del palacio de Versalles estaban repletas de barriles de verduras y sacos de granos de todo tipo… mientras el pueblo, aquel amado pueblo soberano no tenía ni que comer.
La estrategia de aprovisionamiento consistía en mantener a la familia Real y a su Cohorte, así como a todas las instancias de gobierno, suficientemente protegidas de cualquier falla para dar la sensación general de estabilidad política y de seguridad alimentaria, al mejor estilo grecorromano.
Y al igual que ocurrió en la Roma imperial docena y media de siglos antes, por más que seres pensantes como Quesnay (quien murió en el intento), Turgot (encarcelado y desprestigiado), du Pont De Nemours (que tuvo que emigrar) y otros tantos intelectuales que desde la Cohorte buscaron asesorar a la corona en materia económica, pues ellos sucumbieron a las realidades de aquel absolutismo que poco después condujeron a la ‘toma de la bastilla’, el icono mas refulgente de la Revolución francesa apropiadamente visualizada por Rousseau y cuyo desenlace también todos conocemos.
Con ese acto se agotó el período absolutista, totalitario, y a continuación, una vez agotado el golpe de estado napoleónico, los nuevos regímenes alternativos entre la burguesía y las masas populares se convertirían en la fuerza política dominante del país y de los otros estados europeos que se vieron afectados por dicha revolución.
Por supuesto, aún simplificando las cosas siempre debe tenerse presente que todo movimiento socio político ha tenido un fundamento filosófico que en aquel entonces estuvo representado por la Ilustración (literatura atrayente incluso para aquellos que perciben en ella un aire de decadencia) que tanto en Francia, como antes en Inglaterra, condujeron a períodos claramente independentistas… y en España también.
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De estos fenómenos existen otros ejemplos no menos importantes ocurridos en épocas de la independencia americana, así como durante las recientes guerras mundiales en suelos europeos y asiáticos, puesto que las gestiones gubernamentales por mantener bien aprovisionada a la ciudad capital bien representan una estrategia fundamental que cuando se pone en práctica, y lo pueden jurar, es premonitoria de que algo serio se esconde en la incubadora de la historia.
…y hoy día observamos el mismo fenómeno en nuestro país donde es ya indisimulable el elevado desabastecimiento de bienes y servicios, sobre todo en áreas alimentarias, de medicamentos y de higiene personal, que hasta el oficialista Banco Central de Venezuela3 ha declarado un índice que supera el 20 % a nivel nacional… todo ello producto de la aplicación experimental, poco profesional, de una economía central planificada al mejor estilo de la fracasada Unión Soviética, de sus adláteres y de otros estados satélites Ustedes saben cuales.
El desabastecimiento en Venezuela reviste tal gravedad que en las larguísimas colas de abastos y supermercados, bachaqueros incluidos, deben marcar a la gente en sus brazos cual rebaño de ganado para evitar que compren más de la unidad que les corresponde… ¡a falta de tarjeta de racionamiento!
En este ambiente de confusión generalizada el gobierno ha ordenado que la producción nacional de bienes y servicios, así como los rubros importados, el suministro de agua, de la vital energía eléctrica y hasta el cuidado de la ciudadanía contra todo acto de vandalismo, con el ejército o los milicianos en la calle, sean para la ciudad capital de la república… repitiendo los episodios históricos que ya todos conocemos.
La gravedad del desabastecimiento, icono indiscutible del fracaso económico oficialista, se manifiesta en que el mismísimo inquilino de Miraflores ha tenido que salir a comprar en el exterior, suponemos que en la legendaria china (porque sólo allí los confeccionan con características socialistas) media centena de millones de ‘rollitos’ de papel sanitario, Ustedes saben para qué sirve, además de hacer el ridículo universal (http://bit.ly/18M1cvf). Lo curioso de este desaguisado es que se haya utilizado la figura presidencial para anunciarle al mundo esa noticia de naturaleza fecal… para ello disponían de las soldadas bolivarianas que reinventaron las toallas sanitaria ecológicas y revolucionarias; que de pronto nos sugieren regresar al uso de la mazorca como instrumento efectivo e igualmente re utilizable. Lástima que aquí también se extinguió la producción de maíz, de la mano de los ministros agro-destructivos del proceso.
Así que para las próximas semanas nuestros conciudadanos capitalinos podrán defecar tranquilos, sin mayores angustias, total, ya sus votos han sido contabilizados y se conoce a ciencia cierta su procedencia (y destino), su auditoria ha sido certificada y su despensa esta llena, alimentaria y servicialmente bien aprovisionada… y los demás que se jodan!
Referencias…
1. Schumpeter, J. A. (1954): Historia del Análisis Económico. Tercera Edición (2012), Ariel Economía, Madrid.
2. Durant, W. & A. (1967): Rousseau and Revolution. Sexta Edición, Simon and Schuster, New York.
3. Banco Central de Venezuela http://www.bcv.org.ve/
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