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¿Cómo reaccionó la prensa cubana ante regreso a la isla de José Ariel Contreras?
febrero 04, 2013
¿Cómo reaccionó la prensa nacional e internacional ante el regreso a la isla de José Ariel Contreras?
El regreso a Cuba de José Ariel Contreras superó todas las expectativas. La noticia de su visita se esparció de manera informal entre los fanáticos del beisbol en la isla y cientos de personas acudieron a encontrarse con él en todos los lugares que visitaba.
La prensa nacional, en una conducta uniforme y evidentemente oficial, prefirió ignorar el regreso al país del deportista, por lo que ningún comentario al respecto fue publicado o emitido en radio y televisión.
Pero la prensa internacional y la prensa independiente siguieron cada encuentro de José Ariel con amigos y fanáticos, cada juego informal en el que participara y cada declaración que este hiciera.
Las autoridades cubanas permitieron la cobertura de este acontecimiento y no intervinieron cuando se convirtió en un fenómeno de masas.
Si bien es cierto que José Ariel pudo compartir con viejos amigos y atletas retirados, no pudo hacerlo con peloteros activos y miembros de la selección nacional o el equipo Pinar del Río, ni con los cuerpos técnicos de estas selecciones.
Una evidente muestra de las reservas del gobierno cubano con este tipo de atletas, que regresan tras su triunfo en el profesionalismo y con el antecedente de haber desertado de los equipos nacionales.
El regreso a Cuba de José Ariel Contreras superó todas las expectativas. La noticia de su visita se esparció de manera informal entre los fanáticos del beisbol en la isla y cientos de personas acudieron a encontrarse con él en todos los lugares que visitaba.
La prensa nacional, en una conducta uniforme y evidentemente oficial, prefirió ignorar el regreso al país del deportista, por lo que ningún comentario al respecto fue publicado o emitido en radio y televisión.
Pero la prensa internacional y la prensa independiente siguieron cada encuentro de José Ariel con amigos y fanáticos, cada juego informal en el que participara y cada declaración que este hiciera.
Las autoridades cubanas permitieron la cobertura de este acontecimiento y no intervinieron cuando se convirtió en un fenómeno de masas.
Si bien es cierto que José Ariel pudo compartir con viejos amigos y atletas retirados, no pudo hacerlo con peloteros activos y miembros de la selección nacional o el equipo Pinar del Río, ni con los cuerpos técnicos de estas selecciones.
Una evidente muestra de las reservas del gobierno cubano con este tipo de atletas, que regresan tras su triunfo en el profesionalismo y con el antecedente de haber desertado de los equipos nacionales.
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