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El Caso Payá. Por Eduardo Prida.
El Caso Payá.
Eduardo Prida. Ex prisionero político Causa 06/90. Psicólogo Forense en Cuba. Autor y Asesor de investigaciones científicas sobre diferentes implicaciones medico legales. Representante permanente del Instituto de Medicina Legal en los Tribunales y otros órganos legislativos y fiscales. Licenciado en Ciencias Jurídicas. Profesor Asociado de Criminología y Teoría del Estado y el Derecho.
Profesor Asociado del Instituto Superior del Ministerio del Interior (1976-1981)
Vive en la Florida desde 1996.
Vive en la Florida desde 1996.
El “homicidio culposo en ocasión de accidente de tránsito” donde perdieron la vida Oswaldo Payá y Harold Cepero Escalante reviste características muy especiales, aunque para algunos defensores del régimen plantean que a Castro no le convendría pintarse de asesino.
El dirigente nacional y fundador del Movimiento Cristiano Liberación procedía de una familia de profunda raigambre religiosa, siendo firme seguidor de la Doctrina Social de la Iglesia y defensor no violento de los derechos humanos.
Probablemente era el dirigente cubano con más resonancia internacional, aunque su posición anti embargo y anti exilio lo alejaban de ser completamente apoyado, parecía que no había llegado a comprender la esencia del fenómeno o que trataba de mantenerse en una posición de oposición no total al régimen pues tenía al menos este punto de coincidencia con lo que el régimen expresa, era una suerte de maniobra para no caer en prisión, lo cual ha quedado demostrado.
Osvaldo Payá Sardina, Premio Sajarov
Aun a pocas horas del crimen emergieron eventos que indican de manera clara la intención homicida del régimen, pues ambos cubanos muertos, existieron versiones iniciales que solo habían recibido lesiones leves y cargados por desconocidos dentro del mismo camión que los perseguía y ambos llegaron al Hospital horas más tarde ya cadáveres.
Parecían muy a priori la reacción de la esposa y la hija cuando partieron hacia el interior del país, y ya apuntaban claramente para un asesinato, no un accidente, al completarse la información emerge, que el español que manejaba el vehículo envió mensajes de texto a una tercera persona fuera de Cuba narrando los las embestidas de otro vehículo que los perseguía, mas tarde se supo un hecho semejante con vuelco de su carro particular en el Cerro en Junio 22, además de amenazas a muerte de parte de la Seguridad del Estado y aumento de la vigilancia sobre su persona.
Efectivamente, la familia Payá-Acevedo tenía vivencias recientes como el aumento de la presión sobre su persona que incluía un “gardeo” de persona-persona tipo coreano, un policía o varios frente a su puerta, así como este accidente de tránsito provocado por un vehículo que en varias veces lo impacta y abandona tranquilamente después de cumplida la misión de volcar el vehículo conducido por Oswaldo Paya Sardinas.
“El hermano del líder del Movimiento Cristiano de Liberación, Carlos Payá, residente en España, informó de que su hermano sufrió un accidente similar en junio, cuando una furgoneta le dio un golpe por detrás cuando conducía su coche, que volcó. En esa ocasión, Payá no resultó herido de gravedad y no dio importancia al incidente, a pesar de que solía recibir amenazas de muerte”.
Estado en que quedó el vehículo microbús V VV propiedad de Oswaldo Payá al ser impactado por un auto pintado de alquiler que se dio a la fuga después de su última embestida en una calle del Cerro en La Habana en Junio de 2012, pocos días después sería objeto de otro atentado con éxito por la Contra Inteligencia y su Sección Z. (Sección de la CI e Inteligencia encargada de las eliminaciones físicas de los enemigos del régimen).
Un email enviado por el propio Oswaldo Payá a unas amistades donde emplea un lenguaje jocoso e intimo personal con sus amigos pero es prueba de tal afirmación:
Análisis Preliminar:
Existe una foto que ha salido del sistema de información del Ministerio del Interior, elemento raro, pero en esta foto existen elementos que llaman la atención cuando se conocen los procedimientos técnicos aplicados tanto desde el punto de vista de la Medicina Forense como de los oficiales de la Sección de Transito de la Policía Nacional Revolucionaria.
La primera foto presenta un automóvil KIA con chapa T 31402 impactado cerca de una cuneta al parecer paralela con la vía por donde sucede el accidente, como norma general no se mueve el automóvil hasta tanto no se hacen todos los levantamientos técnicos y periciales del caso.
¡Gracias Ángel por tu aporte a la Cuba del futuro, te sabemos uno de los nuestros!
Se desconoce la hora en que ocurrió el accidente, pero por la posición del sol, las fotos fueron tomadas muy cercano a las 12:00 PM, si supiéramos la hora podríamos saber y tener explicación porque un oficial con el grado de Mayor está haciendo el caso, si llego muy pronto, es que estaba esperándose el accidente y si se demoraron es que el puesto de Mando decidió enviar al Jefe de la Sección como medida de seguridad pues este trabajo lo hace un sargento o un Sub-Teniente, sépase que el Jefe de la Sección de Tránsito de una Provincial ocupa por plantilla el cargo de Mayor o Capitán.
También se puede observar las piernas de un cadáver perpendicular al automóvil y las manchas de sangre en el pantalón, tambien en el asiento trasero el color pardo de la sangre en la superficie vertical del asiento está completamente impregnada de sangre, lógico pues el impacto con un objeto vertical de figura cilíndrica que pudiera corresponder al tronco de un árbol de unos 25 a 30 centímetros de diámetro, aparece en la puerta trasera izquierda del vehículo. Huellas del impacto lateral probablemente causadas al crear el chofer una compensación mal calculada a un giro evasivo de algún obstáculo en su campo visual.
La foto muestra un impacto de gran intensidad capaz de desprender la pieza metálica que conforma el techo de las columnas que lo soportan al cuerpo del vehículo y deformas todo el cuerpo metálico del auto, este impacto puede haber sido de una intensidad alrededor de las 50 gravedades y con un ángulo de 45 grados con relación a la línea central del auto, lo que provoco que ambos pasajeros se comprimieran quizás uno contra el otro hasta la pared del vehículo que recibe el impacto. Esta descripción se puede apreciar en la propia fotografía.
Sin embargo, resulta incongruente que al final del frenaje de 67 metros cuando la velocidad del vehículo ha decrecido, no parece muy racional un impacto de tal magnitud, solo es explicado, solo si, un vehículo, probablemente un camión lo estuvo empujando por la parte trasera, pues después del impacto debió haberse detenido en el tronco, sin embargo la foto cerca de la cuneta no parece estar cerca el tronco del árbol.
La defensa trasera presenta huellas de arrastre o fricción de derecha a izquierda ( la razón que se sabe que es de derecha a izquierda es que la mayor intensidad de las huellas se encuentran a la derecha de la línea imaginaria que pudieras hacer en el centro de las decoloraciones observadas, así mismo vemos que disminuyen hacia el lado izquierdo, esto se conoce como huellas de cola de ratón) se dice que pudieran corresponder a los impactos que pudo haber provocado que el automóvil en principio saliera de la carretera según la huella de derecha a izquierda, haciendo este impacto un vector de fuerza suficiente para desprender la defensa del lado izquierdo como se puede observar en las fotos.
En la foto de la izquierda se puede apreciar las huellas por la fricción de los impactos de otro vehículo por la posterior, como consecuencia la propia defensa se desmonto de la pieza de encastre en el lado izquierdo.
Las primeras fotos que clandestinamente salieron de Cuba, ya venían encontrándose las incongruencias con los hechos.
Es inusual que un cadáver este en una camilla al lado del vehículo accidentado, pues una vez tomadas las fotos y extraído del vehículo se carga en el carro de funeraria o ambulancia y se deposita en el Departamento de Medicina Legal de cada provincia habilitado para tales funciones en este caso solo está trabajando la Sección de Tránsito y las ambulancias nunca llegaron pues según versiones apuntan a que unos buenos samaritanos trasladaron a los dos sobrevivientes al Hospital.
Cémo se explica que el auto rebota después del impacto contra el árbol a una distancia en que ni aparece en la escena el propio árbol.
Nota oficial del Ministerio del Interior aparecida dos días después de que lo anterior había sido escrito en fecha Julio 28 de 2012
“Como informó el diario Granma, el pasado 22 de julio a las 13:50 horas, un auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Gramma.
En este lamentable accidente fallecieron los ciudadanos Oswaldo José Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante; mientras que resultaron lesionados leves los extranjeros Ángel Francisco Carromero Barrios y Jens Aron Modig, de ciudadanías española y sueca, respectivamente.
Durante el proceso investigativo, se precisó que el vehículo salió de La Habana sobre las 06:00 horas de ese día, conducido por Ángel Carromero, y se dirigió a Santiago de Cuba. Jens Aron viajaba en el asiento delantero derecho; Oswaldo Payá en el asiento trasero izquierdo y a su lado Harold Cepero. Estos dos últimos no llevaban puesto el cinturón de seguridad.
El tramo de la carretera en que ocurrió el accidente está en reparación y por espacio de unos dos kilómetros no se encuentra pavimentada la superficie de rodamiento, lo cual lo convierte en una especie de terraplén con abundante gravilla; por tanto, muy resbaladizo. El análisis pericial arrojó que el lugar es una vía recta que cuenta con buena visibilidad y había una señal que indicaba la existencia de hombres trabajando en su mantenimiento, precedida de otras similares que alertan a los conductores de los tramos en reparación.
Al respecto, el apartado dos del artículo 127 de la Ley 109, de seguridad vial, establece que “no se debe conducir un automóvil a una velocidad mayor de 60 kilómetros por hora en camino de tierra o terraplén”; y en el 128 que “Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, en relación con el límite general de velocidad, el que guíe un vehículo o animal por la vía debe tener pleno dominio de su movimiento y está obligado a moderar la marcha y si es preciso detenerla siempre que la circulación, estado de la vía o la visibilidad lo imponga”, en especial, “cuando la superficie está resbaladiza por agua, grasa, arena, lodo u otras sustancias o éstas puedan proyectarse hacia los vehículos y peatones”.
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio Granma de Río Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender, la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad. Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
Un equipo de la Dirección de Criminalística integrado por: Teniente Coronel Misael Fontes Pérez, oficial de la Sección de Averías, Explosiones e Incendios (19 años de experiencia como perito); Teniente Coronel Inardi Reyes Uriarte, Jefe de la Sección Provincial de Criminalística de Granma (11 años de experiencia como perito); y el Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con Fidel Núñez Guevara, Jefe de Ingeniería del Tránsito en la provincia Granma (9 años de experiencia como perito), concluyó categóricamente que el conductor manejaba a exceso de velocidad y que el vehículo presentaba una abolladura de 67 centímetros de ancho con 45 centímetros de profundidad en el lateral izquierdo trasero, perpendicular al eje longitudinal del auto (lugar donde viajaban los fallecidos), como consecuencia de un fuerte golpe que deformó sustancialmente el mono chasis y el techo, cuyas características y dimensiones se corresponden con el tronco del árbol referido.
El dictamen médico forense indica que Oswaldo Payá falleció instantáneamente a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico como resultado del fuerte impacto recibido; mientras que Harold Cepero murió en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia respiratoria aguda por trombo embolismo pulmonar graso del lóbulo superior del pulmón izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del fémur izquierdo.
Ángel Carromero declaró al Órgano de Instrucción que no recordaba haber visto la señalización que alerta sobre el estado en que se halla la vía. Añadió que irrumpió al terraplén a una velocidad que no puede precisar, debido a que no iba observando el cuenta milla y al percatarse de que transitaba sobre grava, intentó disminuir la velocidad mediante un frenazo brusco y el auto comenzó a resbalar de lado hasta impactarse contra el árbol. Jens Aron declaró que él estaba dormitando cuando sintió el frenazo y el desplazamiento lateral del vehículo; luego perdió la conciencia.
A partir del análisis lógico del tiempo de viaje (cerca de ochocientos kilómetros en menos de ocho horas, con tres paradas intermedias), las declaraciones de los testigos y el estudio pericial del lugar del hecho y el vehículo, el equipo investigativo evaluó que Ángel Francisco Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora y que fueron su falta de atención al control del vehículo, el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, las causas que determinaron este trágico accidente que costó la vida a dos seres humanos.
Continúa el proceso investigativo y de instrucción penal, en correspondencia con las leyes cubanas”.
Análisis sobre el Informe Pericial del Ministerio del Interior de Dr. Eduardo Prida:
Análisis sobre el Informe Pericial del Ministerio del Interior de Dr. Eduardo Prida:
Como dice el informe: “un auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Granma”. Más adelante “Francisco Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora”
Observación N 1:
Si el vehículo estuvo siendo conducido desde la Habana hasta Bayamo a esta velocidad promedio, la cual es inusualmente alta, ya que la velocidad media de conducción de vehículos en Cuba es de 60 Km/h en carretera, pero un vehículo con chapa de turismo y un modelo de auto no autorizado a los nativos, siempre y de manera rutinaria está bajo control por la Contra Inteligencia por tener a bordo un “enemigo” y dos extranjeros, en un auto que de hecho solo se le alquila a los extranjeros y los pasajeros sean sospechosos o no son detenidos por infracciones menores de tránsito con amenaza de una multa muy alta o en cambio regalar “$20.00 al Policía”, manera especial para extorsionar a los choferes dada la corrupción medular y autorizada de los Policías de Tránsito.
No parece probable que durante una trayectoria de 800 Km un vehículo mantenga una velocidad supuestamente al doble de la permitida ilegal y no sea detenido para ser multado.
Observación N 2:
José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber Rondón Barrero, fueron testigos del accidentes, pero ninguno declara haber visto el vehículo que los perseguía, supuestamente la misma velocidad que el perseguido.
El lenguaje tan perfecto de las declaraciones y las expresiones no son típicas del lenguaje de los pobladores de la zona de Bayamo, lo cual pone en duda que realmente estos vecinos del lugar de manera casual coincidieran en tiempo y lugar del accidente, un chofer de tractor en Cuba no utiliza este tipo de expresiones para expresar que por lógica un auto por ser más veloz que un tractor le sobrepase en la carretera. Todas las declaraciones son las llamadas “declaraciones de estuche” como suele decirse en la jerga de los Tribunales cubanos.
Como era de esperarse el pasajero sueco Jens Aron Modig hasta el momento, al menos en territorio cubano, se desempeña haciéndose su papel de “sueco” quien se declara dormido y no supo nada del accidente, ni de la persecución, ni de las huellas de los impactos de embestida de derecha a izquierda que presenta el auto chapa T31402 en su parte trasera como claramente se puede observar en estas fotos.
Observación N 3:
Un equipo conformado por muy experimentados oficiales para explicar un “simple caso”:
Por la Dirección de Criminalística el Teniente Coronel Misael Fontes Pérez, oficial de la Sección de Averías, Explosiones e Incendios (19 años de experiencia como perito); Teniente Coronel Inardi Reyes Uriarte, Jefe de la Sección Provincial de Criminalística de Granma (11 años de experiencia como perito); y el Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con Fidel Núñez Guevara, Jefe de Ingeniería del Tránsito en la provincia Granma (9 años de experiencia como perito):
La falta de transparencia es notoria y proyecta la falta de confianza en los oficiales subalternos y clases que debieron haber trabajado en la elaboración de este informe pericial pues usualmente para un accidente normal en Cuba no intervienen Oficiales Superiores, este evento especial indica que la ilustración que ofrecen es manipulada por razones de la Seguridad del Estado cubano, para dejar sin espacio la persecución y los impactos en la parte trasera que pondrían de relieve la operación de la DSE para amedrentar o eliminar la acción política del “Objetivo” Oswaldo Payá Sardina.
En las observaciones preliminares, por la posición del sol habíamos tomado en cuenta que la hora de la toma de la foto había sido las alrededor de las 12:00 PM (1:00 PM hora de verano) y el equipo se presenta con un oficial con los grados de Mayor para hacer las investigaciones del hecho casi minutos más tarde y no existen testigos (curiosos) en el lugar, es señal que un equipo especial estaba preparado para concluir la operación preparada de antemano para provocar el accidente.
Este flamante “team” con todos los datos y antecedentes a su disposición no hacen alusión a otro accidente similar ocurrido el 22 de Junio próximo pasado de características semejantes con impactos por la parte trasera hasta conseguir el vuelco del vehículo dentro del municipio Cerro de La Habana.
Observación N 4:
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio Granma de Río Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender, la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad. Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
El lenguaje de los testimonios es típico de los testimonios estuches, las expresiones lingüísticas no son la usuales en la zona teniendo en cuenta el papel que estaban jugando los testigos oculares como trabajador agrícola, chofer de tractor, etc.
Existen en la tierra dos líneas paralelas terminan debajo del auto y se desconocen su relación o el significado de las mismas.
Observación N 5
De acuerdo a esta foto del lugar del accidente no aparece el árbol que fue impactado, cabe preguntarse es un rebote a tanta distancia que no hay ni rastro del árbol en el lugar. Usualmente la amortiguación que practico la estructura al deformarse las laminas y las columnas del chasis debían haber detenido el auto en el lugar del impacto.
El informe pericial sustenta el dato que el vehículo al aplicársele los frenos abruptamente se deslizo por la superficie de grava por una distancia de 67 metros, no dice donde se detuvo finalmente, que debió ser al lado del árbol.
Observación N 6
Dice el informe pericial:
Al respecto, “el Capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido”.(Hay un error en esta descripción)
Ausente la explicación de por qué ambos neumáticos están desinflados, el trasero pudiera haber recibido parte del impacto, pero el delantero izquierdo no tiene motivos para haber perdido el aire, excepto si le habían preparado una emboscada en la vía con alcayatas u otros dispositivos que hicieron explotar los neumáticos pues como sabemos las fuerzas policiales disponen de tales artefactos represivos desde hace muchos años.
El informe pericial sustenta el dato que el vehículo al aplicársele los frenos abruptamente después de introducirse en el camino con superficie de grava 80 metros se deslizo por la superficie resbaladiza por otros 63 metros, pero gira la posición de su eje central hacia la derecha, fenómeno inercial típico como exactamente lo hace cualquier medio de transporte en movimiento que pierde el aire en uno de sus neumáticos, ya sea por una abertura espontanea en el cuerpo del neumático o por algún objeto perfilo cortante emplazado en la superficie de contacto, el frenazo abrupto no necesariamente hace este “derrape” lateral, pues todos los autos disponen de un mecanismo en la bomba de freno para que ambos neumáticos frenen con la misma intensidad evitando este “derrape” lateral y el chofer además dispone del timón para compensar tal giro, lo cual parece no pudo hacer el chofer.
Este fenómeno más bien sucede siempre que uno de los neumáticos pierde el aire súbitamente.
Parece difícil de creer que disponiendo el Ministerio del Interior con un grupo de expertos tan talentosos y de gran experiencia en materia de Criminalística no hayan podido notar y al menos detallar el estado técnico de los cuatro neumáticos e incluir las pruebas de laboratorio de la bomba de freno y en especial la función adecuada de la válvulas de compensación de presión que debían haber trabajado adecuadamente o tambien que pudiera hasta existir un defecto de diseño del fabricante, solamente detectado en Cuba por técnicos tan capacitados.
Por la simple inspección de las fotos llama la atención el estado de los dos neumáticos que se pueden observar en el lateral derecho.
El “sobresaliente” equipo de Criminalística no utilizó todos los conocimientos a su alcance para cumplir la orden de los muchachos del DSE y olvidaron utilizar el cálculo clásico para establecer la distancia de frenado y calcular la incógnita mas importante, cual era la velocidad del móvil antes de aplicar los frenos…saber realmente a qué velocidad entra el vehículo de referencia en el terraplén, el testimonio del chofer de tractor y los demás, no validos pues no son personas entrenadas o disponen de instrumentos para medir velocidades vehiculares. Los peritos debieron haber utilizado una formula aritmética o tablas de distancia de frenado normalmente utilizada en estos menesteres para ilustrar la Ley, de ser así encontramos que si hubiera entrado a 120 K/hora la distancia de frenado en superficie resbaladiza seria de 84 metros, si se deslizó solo 63 metros ya estaríamos hablando de que la velocidad fue solo de 90 Km/hora, no de 120 Km/h con declara como absoluto el Informe Pericial.
NOTA:
La distancia de frenado (aproximado) se puede obtener con esta fórmula:
Velocidad en km/h. elevada al cuadrado y dividido por la cantidad constante de 170. Por lo tanto…120 al cuadrado dividido por 170 es igual 84 metros, pero el informe refiere solo 63 metros de frenaje. Por una simple regla de tres, la velocidad debió haber sido de 90 Km/hora.
Otra tabla evidentemente no consultada por los expertos del Ministerio del Interior ratifica a 120 Km/hora en pavimento mojado o de poca fricción la distancia de frenaje es de 172 metros.
De acuerdo a esta tabla entonces la velocidad debió haber sido a 45 Km/h…como se puede demostrar la velocidad no debió haber sido tan alto como 120, ni tan baja como 45 Km/h, pero evidentemente el ánimo de los expertos es impresionar con la velocidad del vehículo para justificar la muerte de ambos cubanos.
Cómo es posible que si al final del frenaje se supone que la velocidad debió haber sido cercana a cero, exista un impacto de tal magnitud capaz de crear las deformaciones en la estructura y cuerpo del vehículo como se puede apreciar en la foto.
Esta evidencia nos indica que a pesar del frenaje del auto existió otro vehículo que estuvo empujando al auto que conducía a los cuatro ocupantes que inclusive después del último impacto con el árbol lo movió hasta cerca de la cuneta.
Observación N 7
Con relación al joven patriota y luchador Harold Cepero dice la Nota Oficial “murió en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia respiratoria aguda por trombo embolismo pulmonar graso del lóbulo superior del pulmón izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del fémur izquierdo”.
Efectivamente de acuerdo a la literatura médica consultada y tres médicos especialistas coinciden en que: la inmensa mayoría de los politraumatismos se hacen mortales por la absorción de sustancias grasas de las medulas óseas que se incorporan en los torrentes venosos en el área del trauma y obstruyen el pulmón, pero la adecuada hiperventilación con oxigeno es el medio preventivo por excelencia lo cual parece estuvo ausente para causarle la muerte al joven Harold Cepero.
Conclusión:
El informe pericial es técnicamente incorrecto, tiene como objetivo demostrar un puro accidente por negligencia del chofer.
Analizar una trayectoria de 120 Km/hora desde la Habana a Bayamo es una exageración inadmisible, pero esta altísima velocidad pudiera tener merito si consideramos que durante los últimos minutos estaban evadiendo impactos por la parte trasera.
El informe no deja espacio en cuanto a la persecución y ni explica las huellas de los impactos en la parte trasera que presenta el auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, que según ellos expresan “se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Granma al final de un supuesto frenaje de 63 metros.
La utilización de militares de alta graduación como autores del reporte es para incrementar la autoridad técnica del dictamen, pero tambien es un ardid muy utilizado para convertirlo en una verdad absoluta, pero este derroche de jerarquía y sapiencia evidencia que este no es el procedimiento usualmente utilizado en los accidentes en ocasión del tránsito.
El auto de referencia tiene huellas evidentes en su parte trasera incongruentes si hubo de detenerse de manera absoluta contra un árbol cerca de la cuneta con un impacto lateral, lo cual se contradice con una foto que algún miembro del Ministerio del Interior ha enviado clandestinamente ha enviado al exterior donde se puede observar una el auto con los neumáticos ponchados, sin motivo y el carro fuera del lugar del impacto al final del frenaje y probablemente movido por el propio automotor más pesado que lo embestía.
El informe técnico no explica en las condiciones y el papel que pudieron haber jugado los neumáticos sin aire que se aprecian en la foto. Dato relevante no ha sido considerado en el informe pericial.
El accidente pudo haber sido provocado, aun con la misma explicación que la propia fuerza represiva detonaron el neumático izquierdo como puede apreciarse en la foto.
La distancia de frenaje del informe no es consecuente con la velocidad de 120 Km/h que indica el informe pericial de acuerdo a los resultados que se obtienen por la formula física o por la tabla publicada en el 2007.
Los declaraciones de testigos presenciales presentados tienen las características de ser de los llamados testimonios estuches.
Los dos testigos sobrevivientes, el chofer y otro como pasajero, Ángel Francisco Carromero Barrios y Jens Aron Modig, de ciudadanías española y sueca, respectivamente están en manos de las autoridades cubanas y tendrán que negociar su libertad en función de sus declaraciones pues ambos pudieran ser acusados de varios delitos sino cooperan a favor con argumentos de un accidente de tránsito de un solo vehículo.
La lesión que dice el informe presento Harold Cepero de fractura múltiple del fémur no necesariamente es una lesión mortal si se le hubiera aplicado una inmediata hiperventilación de oxigeno en menos de cuatro a siete minutos como es común en estos casos.
El informe médico legal sobre Oswaldo Paya Sardiñas no dejará de describir una hemorragia severa por trauma cráneo cefálico con abundantes coágulos, masa cerebral edematosa y paro cardio respiratorio. Muerte inmediata.
Teniendo en cuenta que los médicos de la Medicina Forense están reclutados por la Contra Inteligencia, y además en su inmensa mayoría son militantes del Partido escribirán el reporte siempre atendiendo a la solicitud de los Jefes.
Pierden mérito los testimonios que pudieran aportar los sobrevivientes extranjeros bajo el sistema represivo cubano ya las declaraciones estarían siempre condicionadas a la imagen que necesitan proyectar los órganos de Inteligencia y el Departamento de Operaciones de Seguridad del Estado sobre el hecho como un accidente y borrar toda huella sobre las condiciones que ellos impusieron para crearlo, pues tienen en su parte la ventaja de procesar por homicidio culposo en ocasión del tránsito y agregándoles, cualquier delito contra la seguridad del estado pues estaban supuestamente conspirando con disientes y delitos de inmigración pues hubieron de mentir al solicitar visas de turistas y no anunciar sus propósitos políticos en la Embajadas cubanas en el momento de haber solicitado la Visa.
Experiencia de este caso con la perdida siempre amarga y dolorosa, debemos comprender la lección, la disidencia abierta y pacifica le resulta muy fácil al régimen, es hora que el trabajo clandestino y absolutamente secreto sea un contundente portador de una substancia objetiva y circunstancial contra los principales objetivos que sustentan la estructura política, económica y militar del régimen.
La lucha pacífica por nuestros legítimos derechos no ha sido tradición de la nación cubana, ni parece ser algo de implementar ni siquiera una ligera corrosión a la maquinaria del régimen, todo lo contrario, le facilita lo que ellos llaman “hacer casos”.
Necesitamos de una lucha con menos divulgación y mas acción contra el régimen, que los militantes se tropiecen en cada esquina con un peligro, con un desprecio, con obstáculos, olores a cenizas, vehículos inservibles, cables cortados, puentes caídos, cosechas perdidas, dirigentes partidistas en la funeraria desgraciadamente al desolado paisaje creado por la esencia miserable del régimen hay que agregarle y multiplicarle la destrucción con los que exigimos una Cuba nueva y con el progreso que merecemos.
¿Cuántos casos más serán necesarios para que haya la debida presión interna y externa que generen el cambio que el pueblo necesita para el cual ya es hora?
Mientras, vaya el abrazo solidario y fraterno a la familia Payá y al MCL, con el deseo que su sangre no se haya derramado en vano.
Resultando Probado que:
Dos Premios Sajarov han sido asesinados en menos de un año, Laura Pollán y Osvvaldo Paya.
Moraleja: “Castro no quiere más Premios Sajarov vivos en Cuba”.
Moraleja: “Castro no quiere más Premios Sajarov vivos en Cuba”.
Enviado por Armando Valladares.
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