*La sucesión de Fibonacci es una serie numérica que se obtiene
mediante la suma de los dos anteriores números. De este modo obtenemos
que la secuencia es: 0, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21...
Un niño de 13 años crea un sistema que mejora la energía solar en un
20% gracias a Fibonacci
Ha creado un diseño de paneles fotovoltaicos basados en patrones de ramas
Los patrones responden a la secuencia de Fibonacci
Este sistema aumenta el tiempo de exposición al Sol en dos horas y media
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El prototipo de panel solar creado por Aidan Dwyer, de 13 años, es un
20% más eficiente que los actuales paneles solares, y recogen luz
durante dos horas y media más cada díaAmerican Museum of Natural
History
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El prototipo de Aidan Dwyer y un modelo convencional recogiendo luz
para transformarla en electricidad durante el experimento llevado a
cabo por el niñoAmerican Museum of Natural History
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24.08.2011 - 16:32h
La energía solar puede entrar en plena revolución después de que un
niño de 13 años descubriese cómo mejorar la eficiencia de los paneles
solares aplicando la famosa sucesión numérica de Fibonacci.
La historia de cómo Aidan Dwyer, que aún está en el instituto, ha
conseguido crear un sistema que mejora las actuales técnicas para
conseguir energía a través del Sol es más propia de una película de
cine que de la realidad.
Aidan paseaba por los bosques del estado de Nueva York cuando se
percató de los patrones en espiral que presentaban las hojas en las
ramas de los árboles. Tomó unas fotografías de estas espirales, y al
analizarlas en su casa se percató de que respondían a la sucesión
numérica de Fibonacci.
Al preguntarse por la razón de estos patrones en la ramas de los
árboles, Alain pensó que podía estar relacionado con la cantidad de
luz solar que recibían las plantas.
Para comprobar su teoría construyó dos paneles con células
fotovoltaicas. El primero con la forma plana de los actuales paneles,
y el otro con un nuevo diseño basado en los patrones de las ramas,
según informa el portal ciencias.es.
Hasta un 50% más eficiente
Cuando comparó los resultados de ambos paneles solares descubrió que
el nuevo diseño superaba la eficiencia del antiguo en más de un 20%
como media. Además el tiempo de exposición al Sol aumentaba dos horas
y media cada día.
"Los resultados más interesantes se produjeron en diciembre, cuando el
Sol estaba en su posición más baja en el cielo. El diseño en forma de
árbol produjo un 50% más de electricidad, y el tiempo de recolección
fue un 50% superior", asegura Aidan en su artículo publicado en la web
del museo de Historia Natural.
En las plantas de energía solar se utilizan paneles planos que recogen
la luz del Sol. Pero el astro no se queda quieto en el cielo, sino que
se mueve constantemente, con lo que los paneles pierden eficiencia.
Algunos sistemas utilizan paneles móviles para recoger mejor la luz,
pero supone un gasto de energía.
"La evolución eligió la secuencia de Fibonacci para ayudar a los
árboles a seguir el movimiento del Sol en el cielo y recoger la mayor
cantidad de luz, incluso en los bosques más tupidos", afirma el niño.
Sin embargo, a pesar de que las conclusiones del estudio de Aidan
pueden ayudar a mejorar la energía solar, él mismo reconoce que aún
hay muchos interrogantes acerca de la secuencia de Fibonacci que
quedan por resolver.
La evolución eligió la secuencia de Fibonacci para recoger la mayor
cantidad de luz
"¿Por qué hay diferentes patrones de Fibonacci en los árboles? ¿Es un
patrón más eficiente que otro? Se necesitan más pruebas con otros
tipos de árboles" se pregunta.
La sucesión de Fibonacci
La sucesión de Fibonacci es una serie numérica que se obtiene mediante
la suma de los dos anteriores números. De este modo obtenemos que la
secuencia es: 0, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21...
Cuando se dividen un número de la secuencia entre su predecesor, el
resultado se aproxima al número áureo, una cifra que ha sido
denominada como 'el número de Dios'.
Cuanto más elevado son los números de la secuencia que se relacionan,
con más exactitud se llega hasta el número áureo, que a igual que 'pi'
tiene infinitos decimales.
Gráficamente, el número áureo y la secuencia de Fibonacci se dibujan
como una espiral logarítmica. En la naturaleza podemos encontrar estas
espirales en numerosos ejemplos como la disposición en los pétalos de
las flores, en las espirales de una piña o en las conchas de los
caracoles.
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