Curiosport - Deja el fútbol, harto de "corrupción y muerte"
Javi Poves, futbolista de 24 años del Sporting de Gijón, ha anunciado su retirada del fútbol porque "quiere vivir una vida limpia". Dice no tener nada claro a qué se dedicará en el futuro y el 15-M se le queda corto, ya que sólo busca cambios superficiales.
En un mundo como el del fútbol donde la tónica son los sueldos estratosféricos, la fama y el glamour, la historia de Javi Poves ha causado una gran conmoción. Salido de la cantera del Atlético de Madrid, pasó por el juvenil del Rayo Vallecano y por otros equipos menores como Las Rozas y Navalcarnero, Manolo Preciado le dio la ocasión de debutar en la máxima categoría ante el Hércules.
Para cualquier jugador habría supuesto el primer paso hacia cotas mayores, pero para el futbolista madrileño fue la gota que colmó el vaso. Ya había dejado anonadado al club en dos ocasiones anteriores, primero cuando pidió que dejaran de pagarle por transferencia bancaria para que no se especulase con su dinero; y más tarde cuando devolvió el coche que le había regalado el club, porque se sentía mal teniendo dos vehículos.
Asegura que es su yo interior el que le ha obligado a dejarlo: "Lo que se ve desde dentro lo deja claro: el fútbol profesional sólo es dinero y corrupción. Es capitalismo, y el capitalismo es muerte. No quiero estar en un sistema que se basa en que la gente gana dinero gracias a la muerte de otros en Sudamérica, África o Asia".
Más allá del 15-M
Preguntado por el movimiento del 15 de Mayo, va más allá de las reivindicaciones de los "indignados". Aunque en un principio si que se vio identificado con la ilusión de la gente por cambiar las cosas, ahora afirma que son cambios superficiales e insuficientes: "¿De qué me sirve ganar 1.000 euros en vez de 800 si están manchados de sangre, si se obtienen con el sufrimiento y con la muerte de mucha gente?
Su discurso es más extremista: "La suerte de esta parte del mundo es la desgracia del resto", y señala a las entidades financieras como las principales culpables: "Lo que hay que hacer es ir a los bancos y quemarlos, cortar cabezas".
Pese a todo, no se considera antisistema, el adjetivo que le han querido colocar: "No sé lo que soy. Sólo se que no quiero vivir prostituido como el 99% de la gente". Asegura también que si no puede tener una vida limpia en España, la buscará en Birmania o donde sea. Ahora tiene pensado estudiar Historia por la UNED y después ya verá lo que hace, aunque tiene intención de viajar por el mundo oprimido.
"Quiero conocer el mundo de verdad, saber lo que hay". Señala África como uno de los probables destinos, para lo cual afirma no necesitar mucho dinero: "He estado en Turquía en hoteles de tres euros". Un cambio de vida que la mayoría de la gente no entiende, y que recuerda a otras retiradas extrañas del fútbol, como el portero argentino Carlos Roa, que en 1999 decidió dejar el fútbol por cuestiones religiosas, tras ganar el Trofeo Zamora con el Mallorca y contar con una oferta del Manchester United.
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