Se les pudre el Modelo a Castro en las Tunas

Se pudre el cuero en Las Tunas
Lic. Ernesto García Díaz
LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -La preservación y comercialización de pieles de cuero animal por las curtidurías del país, es uno de los objetivos del ambicioso plan de actualización del modelo económico del régimen castrista. Para que esto ocurra, no están bien engranados los mecanismos de comercialización y de aseguramiento técnico material entre de las empresas pecuarias del Ministerio de la Agricultura, las unidades curtidoras y las tenerías, a fin de asegurar las cantidades necesarias para el consumo de la industria nacional y las exportaciones.
En 2012, la Oficina Nacional de Estadística (ONE), registró un inventario físico de poco más de 4 millones de cabezas (cbza) de ganado vacuno. También fueron sacrificadas cerca de un millón 378 mil cbza de ganado vacuno y ovino-caprino, sin contar los équidos, que tenían una existencia de 715 mil, sin que se reportaran de este último sacrificio alguno, lo cual es imposible.
Por otra parte, se desconoce el balance nacional de distribución de las pieles para las curtidurías y tenerías del país, así como las cantidades de unidades de cortes inventariadas. Esto nos impide conocer los destinos de las pieles provenientes del ganado sacrificado y su comercialización nacional e internacional.
Para ilustrar a nuestros lectores sobre este asunto tan crítico e importante en la organización de la producción y sustitución de importaciones, rastreamos las maltrechas estadísticas del oficialismo, lo que nos permitió saber que las cosas no están bien en este sector.
La ONE informó que, en el 2011, la industria alimentaria procesó 459,4 miles de metros cuadrados de pieles en la elaboración de productos alimenticios y la industria manufacturera exportó 1 millón 652 mil unidades (curtidas y sin curtir). Esto contrasta con el año 2000, cuando se exportaron cerca de 3 millones 535 mil unidades.
Del análisis exhaustivo de las informaciones de este sector, pudimos constatar que las curtidurías y la industria de pieles cubanas siguen atadas al estatismo socialista que las hace ineficaces e improductivas. Lo anterior se corrobora por la situación que presenta la unidad empresarial Tenería y Pieles 122, de las Tunas, adscrita a la Unidad Empresarial Básica de la región oriental, que destina sus producciones a las tenerías de Caibarién (Villa Clara) y Camagüey.
Desde el Huracán Ike, que pasó en el 2008, la entidad tunera presenta una situación crítica en su almacén central y los saladeros de los municipios de Puerto Padre, Manatí y Colombia, según manifestó su jefe de producción Dagoberto Alguacil Quesada. Esto se debe a la falta de sales para curtir, el deficiente techado de sus naves y la paralización de su único medio de transporte (un camión Zil-131) desde el pasado 9 de febrero.
Por dichas causas se reportaron daños en más de 10 mil 50 unidades de pieles podridas, equivalentes a 91 mil 900 pesos cubanos, a causas de su contaminación con las aguas de lluvias. Los saladeros quedaron paralizados por la compleja situación medioambiental creada, dando lugar a un proceso de baja y enterramiento de los cueros dañados comercialmente. Al menos, lo anterior es "la historia oficial".
El proceso de extracción de los cueros dañados se realiza sin reparar en la salud de los trabajadores, que carecen de medios técnicos (nasabucos o filtros y guantes especiales). También existe un entorno ambiental contaminado por el derrumbe de la fosa, vertederos de basura no controlados y pésimo estado de las instalaciones hidráulicas.
Desde la década de los 90 del pasado siglo, a la organización empresarial de las Tunas le quitaron tres rastras y un camión, los que daban respuesta a las exigencias productivas. Como consecuencia de ello, la entidad quedó sin transporte para sus obreros, sin servicio de alimentación o estipendio monetario para ello, así como sin electricidad y baños para asearse después de la jornada laboral.
Pese a estas circunstancias, los dirigentes castristas pretenden continuar convenciéndonos de que tienen los objetivos claros y bien definidos en lo que ellos llaman "el proceso de actualización e implementación del modelo económico" que proclaman. ¿Podemos seguir creyendo en ellos?
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