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miércoles, 10 de marzo de 2010

Cuba lanza una campaña de imagen frente al 'caso Zapata'

Cuba lanza una campaña de imagen frente al 'caso Zapata'

Fidel Castro asegura que en su país "jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó un asesinato"

Fidel Castro, Lula da Silva y Raúl castro, en una reunión hace unos días. EFE
DANIEL LOZANO - 03/03/2010 00:05

"En nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo". Fidel Castro habló al sexto día. El comandante en jefe de la Revolución dedicó el párrafo más pequeño de los 41 que componen la última entrega de Reflexiones del compañero Fidel, para dar su propia versión sobre la muerte de Orlando Zapata, preso de conciencia fallecido tras 85 días en huelga de hambre. "Tiene la seguridad (el presidente brasileño Lula, quien visitó Cuba la semana pasada) de que la verdad es compañera inseparable de sus amigos cubanos", remataba en el artículo publicado en Granma, órgano oficial del Partido Comunista.

Fidel se incorporaba así a la contraofensiva de imagen que La Habana ha diseñado tras el aluvión de condenas y críticas internacionales provocadas por la muerte de Orlando Zapata, quien entabló un pulso al Estado para denunciar los malos tratos recibidos en prisión y en demanda de mejoras carcelarias. Y lo hizo pocas horas antes de que la televisión pública cubana emitiese un reportaje de nueve minutos en el que se olvida la tesis manejada hasta el momento (que Zapata era un delincuente común) para sostener ahora que el fallecido "adoptó y fue alentado a tomar una decisión que le llevaría a la muerte". ¿Objetivo? Iniciar una campaña contra la Revolución llevada a cabo por "medios de prensa de determinados gobiernos".

El líder cubano defiende a Lula de las críticas por su visita a La Habana

La televisión cubana, empeñada en desmentir al líder de la Revolución, aseguró sin rubor que Zapata inició su huelga de hambre para obtener "cocina, televisión y teléfono en su celda". Durante sus siete años de cautiverio, Zapata reclamó que le dejasen recibir los alimentos que le proporcionaba su familia; ser considerado preso político y que le apartaran así de los presos comunes; que cesaran las golpizas para acallar sus gritos de "¡Abajo Fidel, vivan los derechos humanos!"; que lo trasladaran a prisiones más cercanas a su hogar... Incluso en 2009 tuvo que ser operado de un hematoma en la cabeza producido por un golpe, algo que también obvió el documental.

Frente a la defensa numantina del Gobierno de Castro, Amnistía Internacional se posicionó ayer sin contemplaciones, lanzando una ciberacción en la que exige la liberación de 55 presos de conciencia y "que ponga fin al hostigamiento, la intimidación y la persecución de los defensores de derechos humanos, periodistas independientes y disidentes políticos".

Declaración de Amnistía

La TV emite un reportaje sobre la muerte del preso en huelga de hambre

AI también ha querido clarificar, ante la campaña de intoxicación gubernamental, que "el único delito de Zapata fue trabajar por los derechos humanos en Cuba. El hecho de que Zapata, al verse ante una pena de prisión tan prolongada, sintiera que el único camino que le quedaba era matarse de hambre como protesta constituye una denuncia terrible de la constante represión que sufren los disidentes políticos en Cuba".

La ola represiva desatada tras la muerte de Zapata provocó la detención o retención arbitraria de al menos 126 opositores, según denunció ayer Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. "Todos los detenidos fueron liberados en menos de 24 horas o al cabo de varios días, excepto Israel Poveda, quien ha sido internado en la prisión de alta seguridad de Guantánamo", puntualiza el comunicado.

El propio Elizardo Sánchez intenta convencer al grupo de huelguistas de que abandonen su protesta. Al menos dos de ellos, Diosdado González Marrero y Eduardo Díaz Fleitas, ya han dejado su ayuno. En cambio, Próspero Gaínza parece haberse unido al grupo, que según distintas fuentes consultadas no alcanzaría la decena. Sánchez está convencido de que tras los castigos a los que han sido sometidos por el Gobierno, terminarán abandonando el ayuno.

Dos reos disidentes cesan el ayuno pero Fariñas mantiene la arriesgada protesta

El que no cede es Guillermo Fariñas, periodista y ex preso político en huelga de hambre, quien ayer cumplió su séptimo día de ayuno y de sed tras ver cómo el Consejo de Estado descartaba su petición de libertad para los 26 disidentes con graves problemas de salud. Su familia teme un inmediato agravamiento y el médico que le atiende recomienda su hospitalización.


ANEXOS

Fidel Castro estuvo preso sólo 18 meses de una condena de 15 años de cárcel por dirigir el ataque al Cuartel Moncada. El dictador Fulgencio Batista cedió ante la presión pública y liberó a todos los implicados. Durante su confinamiento gozaron de privilegios de presos políticos —comodidades, visitas, abundante material de lectura y deportes en grupo. En cambio, durante los 51 años de régimen castrista el trato a los presos políticos ha sido deplorable –trabajo forzado, torturas, palizas, malnutrición, falta de atención médica, y hasta asesinatos a manos de los guardias penitenciarios. Muchos han recurrido a huelgas de hambre para exigir un trato humano. Lamentablemente, algunos han pagado con sus vidas.

12 casos documentados a la fecha.

Roberto López Chávez, de 25 años, murió el 12/11/1966 en la prisión de Isla de Pinos. En prisión desde 1961, comenzó su huelga de hambre en protesta de una salvaje golpiza por los guardias. Le trasladaron a una celda de castigo y le negaron agua, lo que empeoró su condición. Estaba tirado en el suelo boquiabierto y gritaba pidiendo agua cuando varios guardias entraron a su celda y uno orinó en su boca. Murió al día siguiente, en día nro. 70 de su huelga, sin recibir atención médica.

Luis Álvarez Ríos, de 31 años, murió el 8/9/1967 en la prisión Castillo del Príncipe de La Habana. Había sido condenado a 20 años de prisión por contrarrevolución. Él y otros presos iniciaron una huelga de hambre pidiendo ser separados de los delincuentes peligrosos. Al 11vo día, las autoridades carce-larias aceptaron negociar y los presos depusieron la huelga. Pero, no se les prestó atención médica y, en cambio, se les sirvió comida pesada. Los presos médicos dijeron era peligroso comer así, ya que el cuerpo debe ingerir alimentos gradualmente luego de un ayuno. Un grupo de presos comió y Alvarez Ríos murió casi de inmediato. A la familia sólo se le permitió un funeral de dos horas.

Francisco Aguirre Vidarrueta, murió en septiembre de 1967 en la prisión Castillo del Príncipe de La Habana. Se negaba a vestir el uniforme azul de los presos comunes y pedía ser reconocido como preso político.

Carmelo Cuadra Hernández, murió el 29 de julio de 1969 en una prisión de La Habana en huelga de hambre, sin atención médica.

Pedro Luis Boitel, de 34 años, murió el 25 de mayo de 1972 en la prisión Castillo del Príncipe, La Habana. Líder de la lucha contra Batista, lo condenaron a 10 años por contra-revolución por oponerse al secuestro del ideal democrático. En la cárcel sufrió torturas, palizas y abusos y se le prolongó la sentencia. Junto a otros presos, participó en muchas huelgas de hambre en protesta de los fusilamientos y exigiendo derechos de presos políticos. Murió el 12vo año de su encierro, día 53 de huelga, sin asistencia médica y maltratado por los guardias mientras agonizaba. Al morir, la Seguridad de Estado agredió a su madre viuda y la aisló en su casa.

Olegario Charlot Spileta, murió el 15 de enero de 1973 en la prisión de Boniato, Santiago de Cuba, en huelga de hambre, sin recibir atención médica.

Enrique García Cuevas, murió el 23 de mayo de 1973 en la prisión provincial de Pretensado, Las Villas. Comenzó su huelga en la prisión de Manacas, ya débil por la desnutrición, en protesta por el trabajo forzado y las condicio-nes inhumanas. Con 25 días de huelga, lo trasladaron a otra prisión, donde murió sin atención médica.

Reinaldo Cordero Izquierdo, murió el 21 de mayo de 1975 en una prisión de Pinar del Río. Después de servir su sentencia de 10 años, se la aumentaron arbitrariamente. Durante su último año de reclusión había sido torturado severamente. Comenzó su huelga exigiendo su liberación y murió en su celda por complicaciones, sin atención médica.

José Barrios Pedré, murió el 22 de septiembre de 1977 en la prisión Pretensado, Las Villas. Comenzó su huelga de hambre recluido en una celda de máximo castigo.

Santiago Roche Valle, de 45 años, murió el 8 de septiembre de 1985 en la prisión Kilo 7 de Camagüey. Sufrió un paro cardíaco, sin haber recibido atención médica.

Nicolás González Regueiro, de 42 años, murió el 9/16/1992 en la prisión de Manacas, Las Villas. Estaba cumpliendo 4 años de prisión por distribuir propaganda enemiga cuando le salió una úlcera duodenal. Comenzó su huelga para protestar la falta de medicina y su encierro entre delincuentes.

Orlando Zapata Tamayo, de 42 años, murió el 23 de febrero de 2010, al día 82 de su huelga. Arrestado en 2003 y en condenado en 2004 a 3 años por desacato, desorden público y desobediencia, fue designado preso de conciencia por Amnistía Internacional. En prisión, le aumentaron su sentencia a más de 30 años por protestar contra los abusos que sufría. Luego de numerosas palizas y torturas, comenzó su huelga exigiendo su integridad física y ser reconocido como preso político. Durante 18 días, se le negó agua de tomar, lo que condujo a insuficiencia renal. Luego, lo dejaron desnudo bajo un aire acondicionado y le dio neumonía. Horas antes de su muerte, lo llevaron a un hospital en La Habana.

Ver detalles en www.CubaArchive.org/database.

Ver informe con fotos en formato PDF en www.CubaArchive.org, sección Informes.


De la propia Voz de Coco Fariñas.

Esto si es alarmante en nuestra historia y de como nos han engañado!

“Yo no recuerdo nunca haber sido juzgado por ese delito. Si ese delito aparece ahora en una computadora es porque lo insertaron. Debido a ese problema se me juzgó por convicción de los jueces a tres años de privación de libertad. Yo desmiento totalmente eso. También quiero desmentir la acusación que dice que agredí a un anciano, en estos momentos sí es un anciano pero en aquel momento no, y era el agente Félix de los órganos de la Seguridad del Estado. Él me provocó y me dijo terrorista. Cuando le dije tú eres un asesino, porque asesinaste a Manuel Ascunce Domenech y a Pedro Lantigua como parte de una supuesta banda de alzados que creó el G2 para hacer falacias dentro de las montañas del Escambray, para que los guerrilleros anticomunistas perdieran la popularidad. Estas bandas fueron creadas por asesores soviéticos en la unidad El Molino, en el kilómetro 10 de la carretera de Sagua a Santa Clara. Indiscutiblemente él fue el que me agredió a mí y yo tengo una herida en mi antebrazo donde el agente Félix me produjo una cortada de la que no fui curado y que nunca se certificó porque ellos no quisieron. Realmente el acto fue en defensa propia y nunca me dieron la oportunidad de acusarlo a él. Ocurrió lo contrario, él me acusó a mí”.


Responda a esto señor Comandante!. El pueblo de Cuba pide y exige la Verdad!


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