EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
"La estructura de poder en Cuba está deshecha y podrida"
El primer preso político del régimen de Castro señala que "la presión internacional y la influencia de los medios" han desatado una "nueva etapa dinámica" en su país.
El ex comandante de la revolución cubana Huber Matos afirma que fue el primer preso político del régimen de Fidel Castro y, mientras Cuba abre las cárceles a disidentes para que se refugien en otros países, advierte desde Miami: "el destierro es un combustible para el activismo".
Piensa, desde su propia experiencia, en los presos que están siendo liberados en Cuba y señala que aunque sean sacados del país continuarán actuando a favor de un cambio en la isla caribeña.
"El destierro es muy duro, pero es también un combustible interior para el activismo. Uno piensa: no tengo patria, y se siente que tiene que hacer el máximo para cambiar la situación", dijo Matos, de 91 años, en una entrevista con la Afp.
El veterano ex revolucionario consideró que "para quienes esperan un cambio en Cuba, creo que con la liberación de los presos políticos estamos en una nueva etapa dinámica" en la que el Gobierno se ve obligado por las circunstancias.
"Hay una serie de hechos que forzaron al régimen cubano a este cambio. La muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo en huelga de hambre; las marchas de las Damas de Blanco, especialmente de Reina Luisa, madre de Orlando, por la muerte de su hijo; también la huelga de hambre de Guillermo Fariñas", enumeró el ex comandante.
A ello se sumó "la presión internacional y la influencia que tienen ahora los medios electrónicos para mostrar esta situación al mundo", consideró, en referencia a la liberación de presos por el régimen cubano, de los cuales varias decenas ya viajaron a España. "Debo ser el primer preso político por oposición al Gobierno, no recuerdo que hubiera alguno antes", rememoró Huber Matos.
Matos integraba la cúpula de los cinco máximos comandantes de la revolución cubana, pero meses después del triunfo en 1959 mostró diferencias con el régimen y fue considerado un "traidor" sedicioso y enviado a la cárcel, de la que salió 20 años después y partió al exilio.
"Fidel decía: somos cinco jefes los comandantes que gobernamos el país. Y se nombraba primero él, luego su hermano Raúl, en tercer lugar estaba yo, luego Camilo Cienfuegos y luego Ernesto Guevara. Aunque la realidad es que él disponía de todo, nadie lo discutía, sólo yo".
El entonces comandante Matos era jefe en Camagüey de la región oriental del país y presentó su renuncia al Ejército Rebelde, según afirma, decidido a dedicarse a la formación universitaria, pero enseguida fue detenido y acusado de conspirar contra el proceso revolucionario.
"Me mandaron a prisión y querían fusilarme, pero no se atrevieron, yo ya era conocido en el mundo, y no les convenía mi muerte", reflexiona.
"Creo que hoy Fidel debe pensar: el individuo más difícil con el que tuve que lidiar es Huber Matos. Y creo que a la larga lo he derrotado, porque me tuvieron preso y pensaban que me doblegarían", dice con algo de orgullo. "Aunque soporté torturas y golpizas, nunca me rendí ", añade.
Hace 30 años que este ex maestro de escuela rural carga con el destierro desde que salió de Cuba en 1979. Y dice que tiene reminiscencias de la prisión. "Vuelven a cada rato imágenes horribles de la cárcel, recuerdos que uno lleva clavados en los huesos".
Cuenta que cuando alguien deja su país por problemas políticos carga con el destierro como una cruz. "Uno sueña con el día de volver a su pueblo y planifica lo que haría. En mi caso sueño con enseñar cómo debería funcionar una república".
Poco tiempo después de salir de prisión Huber Matos fundó la organización Cuba Independiente y Democrática (CID). "Elaboramos el proyecto de la Nueva República y tenemos una actividad coordinada con varios países y dentro de Cuba" afirma.
Cree firmemente que quienes hoy manejan el Gobierno cubano " ya no tienen ningún respeto moral, la estructura de poder está deshecha y podrida, todo el mundo roba y se lleva lo que puede a su casa, es una mafia que se está autodestruyendo".
Todavía una figura muy activa del exilio cubano en Miami, Huber Matos cuenta que pensar y discutir el futuro de Cuba lo llena de energía.
"Vivo con la certeza de que voy a presenciar el cambio, eso me hace vivir", dijo.
Piensa, desde su propia experiencia, en los presos que están siendo liberados en Cuba y señala que aunque sean sacados del país continuarán actuando a favor de un cambio en la isla caribeña.
"El destierro es muy duro, pero es también un combustible interior para el activismo. Uno piensa: no tengo patria, y se siente que tiene que hacer el máximo para cambiar la situación", dijo Matos, de 91 años, en una entrevista con la Afp.
El veterano ex revolucionario consideró que "para quienes esperan un cambio en Cuba, creo que con la liberación de los presos políticos estamos en una nueva etapa dinámica" en la que el Gobierno se ve obligado por las circunstancias.
"Hay una serie de hechos que forzaron al régimen cubano a este cambio. La muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo en huelga de hambre; las marchas de las Damas de Blanco, especialmente de Reina Luisa, madre de Orlando, por la muerte de su hijo; también la huelga de hambre de Guillermo Fariñas", enumeró el ex comandante.
A ello se sumó "la presión internacional y la influencia que tienen ahora los medios electrónicos para mostrar esta situación al mundo", consideró, en referencia a la liberación de presos por el régimen cubano, de los cuales varias decenas ya viajaron a España. "Debo ser el primer preso político por oposición al Gobierno, no recuerdo que hubiera alguno antes", rememoró Huber Matos.
Matos integraba la cúpula de los cinco máximos comandantes de la revolución cubana, pero meses después del triunfo en 1959 mostró diferencias con el régimen y fue considerado un "traidor" sedicioso y enviado a la cárcel, de la que salió 20 años después y partió al exilio.
"Fidel decía: somos cinco jefes los comandantes que gobernamos el país. Y se nombraba primero él, luego su hermano Raúl, en tercer lugar estaba yo, luego Camilo Cienfuegos y luego Ernesto Guevara. Aunque la realidad es que él disponía de todo, nadie lo discutía, sólo yo".
El entonces comandante Matos era jefe en Camagüey de la región oriental del país y presentó su renuncia al Ejército Rebelde, según afirma, decidido a dedicarse a la formación universitaria, pero enseguida fue detenido y acusado de conspirar contra el proceso revolucionario.
"Me mandaron a prisión y querían fusilarme, pero no se atrevieron, yo ya era conocido en el mundo, y no les convenía mi muerte", reflexiona.
"Creo que hoy Fidel debe pensar: el individuo más difícil con el que tuve que lidiar es Huber Matos. Y creo que a la larga lo he derrotado, porque me tuvieron preso y pensaban que me doblegarían", dice con algo de orgullo. "Aunque soporté torturas y golpizas, nunca me rendí ", añade.
Hace 30 años que este ex maestro de escuela rural carga con el destierro desde que salió de Cuba en 1979. Y dice que tiene reminiscencias de la prisión. "Vuelven a cada rato imágenes horribles de la cárcel, recuerdos que uno lleva clavados en los huesos".
Cuenta que cuando alguien deja su país por problemas políticos carga con el destierro como una cruz. "Uno sueña con el día de volver a su pueblo y planifica lo que haría. En mi caso sueño con enseñar cómo debería funcionar una república".
Poco tiempo después de salir de prisión Huber Matos fundó la organización Cuba Independiente y Democrática (CID). "Elaboramos el proyecto de la Nueva República y tenemos una actividad coordinada con varios países y dentro de Cuba" afirma.
Cree firmemente que quienes hoy manejan el Gobierno cubano " ya no tienen ningún respeto moral, la estructura de poder está deshecha y podrida, todo el mundo roba y se lleva lo que puede a su casa, es una mafia que se está autodestruyendo".
Todavía una figura muy activa del exilio cubano en Miami, Huber Matos cuenta que pensar y discutir el futuro de Cuba lo llena de energía.
"Vivo con la certeza de que voy a presenciar el cambio, eso me hace vivir", dijo.