Según informa desde La Habana el portal digital 14yMedio, Tania Bruguera devolvió este lunes la Distinción por la Cultura Nacional que recibiera en el año 2002, al tiempo que hacía pública su renuncia a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
La artista cubana envió una carta al viceministro de Cultura de Cuba,
Fernando Rojas, que entregó en la sede del Ministerio de Cultura.
A continuación el texto de la carta a Fernando Rojas, viceministro de Cultura, que publicara 14yMedio:
Cro. Fernando Rojas
Viceministro de Cultura
República de Cuba
A mi regreso de Documenta11 el Ministerio de Cultura me entregó
el 27 de noviembre del 2002, junto a otros jóvenes artistas, la
Distinción por la Cultura Nacional. Por años no le di importancia a ese
evento porque no cambió nada en mi vida ni en mi modo de pensar. De
hecho no recordaba si la había conservado o si la había perdido. Después
de estos últimos acontecimientos esa Distinción ha tomado otro
significado para mí.
Hoy devuelvo la Distinción al Ministerio de Cultura, la pongo en
manos del viceministro con quien antes he tenido discusiones ideológicas
y acerca de la censura. Hoy también renuncio a mi membresía de la Unión
Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). No puedo recibir un
reconocimiento, ni ser parte de una institución que habla por todos pero
donde solo firma la Presidencia de la Organización. Instituciones
culturales que en vez de abrir un diálogo y un espacio para el análisis
estético, criminalizan, juzgan, reducen la respuesta hacia una obra en
la generación del miedo hacia la obra y que además se desentienden.
He escuchado muchas veces en Cuba que no es el momento adecuado
para hacer una crítica o para usar una metáfora o para hacer una obra.
Muchas veces me autocensuré ante esas palabras que mágicamente
culpabilizan una duda o una opinión. Hoy sé que el momento adecuado para
un artista es SIEMPRE, pero sobre todo cuando se ponen en suspensión
las maneras de evaluar lo social y lo humano, pero el momento adecuado
no puede ser una directiva gubernamental porque eso sería hacer
propaganda y no arte. El artista estaría a servicio de un Gobierno y no
de una sociedad. La opinión y el arte no pueden existir solo cuando son
permitidos desde la institución. Yo creo que era el momento adecuado
para hacer la obra porque todavía todas la decisiones sobre qué va a ser
Cuba no están implementadas. Todavía hay ilusión, muchos creen que
existen espacios sin definir en los que todos los cubanos pudiéramos ser
parte.
Los cambios en Cuba no pueden ser reales si la decisión viene
desde arriba y se informa y se tiene que aceptar. Los cambios en Cuba no
pueden ser reales si una opinión diferente se da cuando el Gobierno lo
invita. Los cambios en Cuba no pueden ser reales si lo cubanos tienen
miedo a conocer ciertas palabras como por ejemplo Derecho Humanos. Lo
cambios en Cuba no pueden ser reales si el cubano tiene miedo a que una
opinión lo deje sin trabajo. Los cambios en Cuba no pueden ser reales si
lo que le interesa al Gobierno de los cubanos es su dinero y no sus
ideas.
¡Qué triste un Gobierno que vea como una amenaza de Estado que se
le dé un minuto a decir lo que piensan sin que ellos lo controlen, al
cubano de a pie! ¡Qué triste un Gobierno que meta preso al público de
una obra de arte!
Yo hoy no renuncio a mi pasado, sino que apuesto por nuestro
futuro, porque Cuba no puede abrirse al mundo sin abrirse a los cubanos.
Un abrazo,
Tania Bruguera.
La Habana, 5 de enero de 2015.
La artista cubana envió una carta al viceministro de Cultura de Cuba,
Fernando Rojas, que entregó en la sede del Ministerio de Cultura.
A continuación el texto de la carta a Fernando Rojas, viceministro de Cultura, que publicara 14yMedio:
Cro. Fernando Rojas
Viceministro de Cultura
República de Cuba
A mi regreso de Documenta11 el Ministerio de Cultura me entregó
el 27 de noviembre del 2002, junto a otros jóvenes artistas, la
Distinción por la Cultura Nacional. Por años no le di importancia a ese
evento porque no cambió nada en mi vida ni en mi modo de pensar. De
hecho no recordaba si la había conservado o si la había perdido. Después
de estos últimos acontecimientos esa Distinción ha tomado otro
significado para mí.
Hoy devuelvo la Distinción al Ministerio de Cultura, la pongo en
manos del viceministro con quien antes he tenido discusiones ideológicas
y acerca de la censura. Hoy también renuncio a mi membresía de la Unión
Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). No puedo recibir un
reconocimiento, ni ser parte de una institución que habla por todos pero
donde solo firma la Presidencia de la Organización. Instituciones
culturales que en vez de abrir un diálogo y un espacio para el análisis
estético, criminalizan, juzgan, reducen la respuesta hacia una obra en
la generación del miedo hacia la obra y que además se desentienden.
He escuchado muchas veces en Cuba que no es el momento adecuado
para hacer una crítica o para usar una metáfora o para hacer una obra.
Muchas veces me autocensuré ante esas palabras que mágicamente
culpabilizan una duda o una opinión. Hoy sé que el momento adecuado para
un artista es SIEMPRE, pero sobre todo cuando se ponen en suspensión
las maneras de evaluar lo social y lo humano, pero el momento adecuado
no puede ser una directiva gubernamental porque eso sería hacer
propaganda y no arte. El artista estaría a servicio de un Gobierno y no
de una sociedad. La opinión y el arte no pueden existir solo cuando son
permitidos desde la institución. Yo creo que era el momento adecuado
para hacer la obra porque todavía todas la decisiones sobre qué va a ser
Cuba no están implementadas. Todavía hay ilusión, muchos creen que
existen espacios sin definir en los que todos los cubanos pudiéramos ser
parte.
Los cambios en Cuba no pueden ser reales si la decisión viene
desde arriba y se informa y se tiene que aceptar. Los cambios en Cuba no
pueden ser reales si una opinión diferente se da cuando el Gobierno lo
invita. Los cambios en Cuba no pueden ser reales si lo cubanos tienen
miedo a conocer ciertas palabras como por ejemplo Derecho Humanos. Lo
cambios en Cuba no pueden ser reales si el cubano tiene miedo a que una
opinión lo deje sin trabajo. Los cambios en Cuba no pueden ser reales si
lo que le interesa al Gobierno de los cubanos es su dinero y no sus
ideas.
¡Qué triste un Gobierno que vea como una amenaza de Estado que se
le dé un minuto a decir lo que piensan sin que ellos lo controlen, al
cubano de a pie! ¡Qué triste un Gobierno que meta preso al público de
una obra de arte!
Yo hoy no renuncio a mi pasado, sino que apuesto por nuestro
futuro, porque Cuba no puede abrirse al mundo sin abrirse a los cubanos.
Un abrazo,
Tania Bruguera.
La Habana, 5 de enero de 2015.
EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
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