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El espía Gerardo Hernández y la cínica campaña a su favor |
Los que no tienen la mas mínima idea de lo que significa una prisión en Cuba, una celda de castigo y de como tratan a sus presos les puede haber conmocionado la denuncia que a bombo y platillo lanza el gobierno de La Habana por supuestos maltratos a Gerardo Hernández, recluido en una prisión estadounidense por cometer graves y probados delitos contra la seguridad y estabilidad de aquella nación.
Los que conocen de los centros penales Castro-comunistas saben que son verdaderos antros de tortura y muerte, donde la vida humana importa menos que un bledo, pudieran también confundirse.
Resulta que ahora a Gerardo Hernández le prohíben llevar a su celda de castigo su radio receptor, libros, ventilador y otras de sus comodidades. Imaginen cuanta indignación habrá sentido ese cabecilla de la tristemente celebre “Red Avispa” cuando le privaron de esas suntuosidades.
Me parece que Ricardo Alarcón además de cómplice y mentiroso es sumamente cínico y descarado, a tal extremo que tanto él como sus secuaces no pueden ignorar que en Cuba a ningún preso se le permite la posesión de radios, teléfonos, ni tan siquiera ventilador. Del acceso a llamadas telefónicas es limitado y bajo estricto control y lo otorgan desde el 2002 ó 2003 y gracias a aquella estupida metida de pata de las famosas esposas y madres de esos espías que dieron por el programa Mesa Redonda, quejándose de que a todos, ni a Gerardito, a Renecito o al otro desde hacía no se cuantos días no los dejaban llamar por teléfono.
En mi caso particular tuve que esperar catorce años y seis meses para efectuar mi primera llamada telefónica .Las celdas de Cuba son de muy reducido espacio, sin instalación de agua y la mayoría de las veces ni luz y cuando se va ahí en calidad de castigo solo puede llevarse consigo parte de su mísero aseo personal como un jabón, pasta dental y desodorante, útiles que muchas veces no se les puede dar uso por la carencia de agua.
El régimen de celdas de castigo en Cuba a diferencia de donde está Gerardo es un verdadero cajón donde apenas existe espacio para caminar. Donde un hueco al que llamar “turco” sirve de baño, servicio y cama por su equidistante cercanía.
Estoy seguro que Gerardo puede dormir sobre su cama a cualquier hora del día, que no le entregan su propio colchón, ropa de cama y colcha para cubrirse para dormir a las 10:00pm de la noche, para retirárselas a las 5:00am de la mañana, o que como castigo adicional pernocte en el piso como un perro . Estoy seguro que si comete violación de alguna prohibición esta no sería reprimida con descomunales golpes.
No pretendo comparar prisiones ni un sistema carcelario con otro y menos aun la alimentación, así como el sistema de visitas, eso sería comparar el día con la noche, solo algunas situaciones en las celdas de castigo.
Pero sí sería bueno que alguno de estos espías pasara unas horas en una de estas prisiones en Cuba y aunque le falte el coraje para reconocerlo pensarían para sus adentros: “verdad que los presos en Cuba en su totalidad están en verdaderos huecos”.
Cuando escuché lo del radio receptor de Gerardo recordé Kilo 8 en Camaguey en el 2006 donde por sorprenderme con uno me propinaron una brutal golpiza en la que me aflojaron los dientes. Al escuchar lo de su libros recordé cuando en el año 1996 tuve que hacer una huelga de hambre de más de veinte días hasta que me devolvieran una Biblia que me incautaron. Y que en el 1998 en la prision de Guantánamo me decomisaron el libro “La Prisión Fecunda”, editado por el oficialismo cubano donde resaltaba las comodidades del propio Fidel Castro durante su prisión en Isla de Pinos.
Los hermanos Castro ocultan y niegan rotundamente lo que hacen y lo que dicen sobre las cómodas condiciones de las que disfrutan sus espías en cárceles norteamericanas es prueba de ello. Se pueden establecer paralelos entre nazi-fascismo y el comunismo que se asemejan en sus métodos e insensibilidad humana. Pero a diferencia de Hitler y Mussolini que pregonaban sus crímenes, la teoría del espacio vital y la superioridad racial, ocultan y niegan sus crimenes.
Por favor Ricardo Alarcón respétese a si mismo y debe de defender el sentido común de los casi cien mil hombres y mujeres que Uds. confinan permanentemente en sus huecos, respete y considere las familias de nuestros presos y no ponga mas en ridículo a sus cinco espías, porque héroes son los que llevan años soportando tortura y maltratos de las que estoy convencido de que ni Ud. ni sus cinco espías resistirían jamás.
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